🎶SESENTA Y CUATRO🎶

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Al día siguiente, volví a salir con Emmaline, esta vez fuimos al Big Ben, comimos ahí y subimos al London Eye, incluso paseamos por la orilla del río Támesis.

Ahora entendía que no era el lugar, si no la persona a tu lado.

El 23 nos dedicamos a buscar obsequios de navidad para todos.

-¿en china también es así? - pregunto Emmaline mirando los escaparates de las tiendas de la plaza.

-parecido, el 24 y 25 en realidad lo pasamos con amigos, es más como el día del amor y la amistad para nosotros - explique - aunque los niños esperan a papá Noel y las calles se adornan con luces y otra cosas, en algunos lugares incluso cantan villancicos.

-quizá algún día pueda ver con mis propios ojos esas festividades - dijo deteniéndose en una tienda de dulces.

-¿por qué nunca haz ido a China? - pregunté.

Ella seguía mirando los dulces de la vitrina, creo que ya sabía que darle de obsequio, era amante de los dulces.

-por la escuela al principio, después por... - comenzó a decir pero se detuvo, se puso de pie y siguió camino - luego por qué comenzó el amorío de mi padre y ahora no quiero ir porque se que el está allá.

Ignore su pausa y contiene como si no hubiera pasado, notaba que ocultaba algo, como lo había hecho con el tema de su padre en un principio pero decidí no insistir.

-si yo estuviera allá, ¿irías a visitarme? - pregunté curioso.

Se detuvo y giro para verme, sonrió y se acercó hasta poder abrazarme por los hombros.

-donde sea que estés, iria a verte, así sea el fin del mundo o el mismísimo infierno - respondió, me dio un corto beso en los labios y seguimos.

Ambos compramos regalos para todos, incluidos nosotros, aunque Emmaline aún quería hacer una última parada, en un refugio animal que estaba de camino a su casa.

-¿adoptarás una mascota? - pregunté cuando llegamos al lugar.

-si, lo estuve pensando desde hace tiempo - respondió - mi mamá se queda mucho tiempo sola cuando estoy en la academia y creo que le sería de buena compañía una mascota.

Entramos al local, Emm habló con la mujer que trabaja ahí y después nos guió a ambos a la parte de atrás donde tenían las jaulas.

-¿cómo que animal les gustaría adoptar? - pregunto la mujer.

-mmm quizá un perro - habló Emmaline - a mi madre no le agradan mucho los gatos.

-bueno tenemos muchos, de varias edades sobre todo - explico la trabajadora.

Yo solo paseaba viendo las jaulas de los pobres animales, había gatos, perros, algunos hurones, pájaros, hamsters, etcétera. Emmaline se detuvo del lado izquierdo donde estaban la mayoría de los perros.

-debe ser uno joven para que acompañe mucho tiempo a mi madre - murmuró para si, mientras observaba detenidamente las tarjetas de las jaulas - también debe ser pequeño porque no tenemos espacio para uno grande.

-Tenemos unos de razas pequeñas de este lado - le comento la señora.

Emmaline de acercó a donde decía y efectivamente había perros de razas pequeñas: Pinscher Miniatura, Pomerania, Pekinés, Yorkshire Terrier, Pug, Grifón belga, Bichón frisé, Shih Tzu y otros de razas combinadas. Estaban en una una jaula sin techo que permitía que las personas entrarán con ellos.

-pueden acercarse para que interactuen con ellos y elijan mejor - nos explico la trabajadora y nos abrió paso en el corral.

Emmaline lo penso un poco pero al final entró con los perritos, yo también lo hice sin pensarlo tanto. Apenas pusimos un pie dentro y los cachorros ya brincaban emocionados tratando de llamar nuestra atención. Emma se sentó en el suelo sin importarle nada y dejó que los cachorros se le acercaran y la lamieran.

Sonreí al ver lo tierna que se veía entre tanto perrito, me agache y comencé a cariciar a algunos de ellos. Hasta que llegó uno hasta mi y se puso en dos patas, con las delanteras sobre mis rodillas, parecía estar hecho de nubes, su pelaje era esponjoso y blanco. Aunque lo que más me causó ternura fue su mirada, me recordaba a la que Emm hacia para convencerme de hacer las cosas. Lo cargue y me senté como Emmaline en el suelo.

Comece a cariciarlo y a jugar con el, me había enamorado (era hembra de raza Bichón frisé). No se cuento tiempo estuve ahí solo haciendo que la perrita saltará emocionada y acariciandola, lo único que me hizo volver a la realidad fue el sonido de una cámara.

Alce la mirada y vi a Emmaline sosteniendo su teléfono en mi dirección.

-lo siento, no lo pude evitar - se disculpo con una sonrisa - era una escena demasiado tierna.

En lugar de molestarme, sonreí y sostuve a la cachorrita para que Emm tomará otra foto.

-parece que ya escogí la mascota perfecta - dijo después de la foto.

Llamó a la mujer que trabajaba ahí y comenzó el papeleo de la adopción mientras yo seguía jugando con la mascota.

-¿cómo le pondrás? - le pregunté cuando ya hibamos de salida.

Llevábamos comida para la perrita, así como otras cosas como juguetes y sus trastos, mientras el animal venía en una jaula de viaje. Subimos todo al auto y comencé a conducir.

-mmm, ¿cómo te pondremos? - pregunto Emmaline a la cachorrita, la cual ladro en respuesta haciendo reír a Emm.

Dejaríamos todo en mi casa, pues al día siguiente envolveríamos los obsequios. Al llegar a mi casa y dejar libre a la nueva mascota de Emm, esta se quedó pensativa.

-¡ya se! - grito emocionada.

-¿qué cosa? - pregunté alarmado.

-ya se como ponerle a esa cosita esponjosa - me miró emocionada.

-¿cómo? - pregunté curioso.

-se llamara Melody...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora