🎶QUINCE🎶

1.5K 164 2
                                    

Termine en la terraza como siempre, deseando que lo que había pasado en los últimos días fuese un sueño pero no fue así. No recordaba cuanto tiempo llevaba arriba, el cielo ya tenía destellos naranjas y rojizos de los últimos rayos de sol del día.

Me puse de cabeza contra la pared, esperando que como antes así pudiera evitar estallar en llanto.

-... Y aun tienes el descaro de llamarme - grito una chica que recién subía, hablaba por teléfono al parecer. - ¿qué no este molesta? Me arrastraron a Londres solo para ver como sus abogados discutían...

Era Emmaline. Me puse de pie y seguí donde estaba, ella aún no me había visto.

-... Como te lo dije frente al juez, no quiero tu maldito dinero, mi madre y yo nos la arreglamos por años mientras tu decías que hiba mal la empresa, nos la podremos arreglar ahora - respondió, estaba furiosa.

En su desesperación se recargo en en la barda, dejando el teléfono en altavoz sobre la misma.

-... Jamás les mentí, ni a tu madre ni a ti, la empresa realmente pasó por malos momentos - decía la voz que salía desde el teléfono.

-Claro, y supongo que tu amante en Shangai no es una mentira, eres despreciable - respondió ella - mi madre te dio sus mejores años de vida y su propia felicidad y así se lo pagas, engañandola con cualquier secretaria que te encuentras...

>> y ahora quieres ser el padre caritativo que pagará mi educación aunque te divorcies por una cualquiera.

-no le llames así a Cāo Yuan Yí, ella no tiene nada que ver con los problemas con tu madre - respondió el que parecía ser era su padre - además, como tú padre éxijo que muestres respeto.

-ja, respeto, tu haz dejado de ser mi padre desde que te acostaste con Cāo Yuan Yí* - le espetó Emmaline.

-no te podrás deshacer de mi tan fácil - le alegó su padre.

-ah no, observarme, estoy donde estoy por mi propio trabajo y talento.

-todo lo que eres es gracias a mi, nada tiene que ver con tu esfuerzo - la corrigió su padre--estas donde estas por llevar el apellido Shì.

-mentiras, la beca me la he ganado por mi misma, justo como mi madre y yo lo hemos hecho siempre.

-¿la beca? ¿De verdad creíste que la habías ganado? Esa idea es culpa de tu madre que no te quiso desanimar, pero gracias a los donativo que hice te aceptaron en esa academia. - confeso su padre, así que ella era la hija del nuevo benefactor Shì Zhi Chao. - todo lo que tu madre y tu dicen haber logrado ha sido por mi, así que será mejor que comiences a comportarte como un Shì o puedes olvidarte del trato que te ofrecieron mis abogados. - amenazó y colgó.

Emmaline tomó su teléfono y lo aventó contra el suelo, para después dejarse caer ella y llorar aún más furiosa.

Dude si acercarme o no, pero al final lo hice, recogí su teléfono y arrodillé a su lado.

-el teléfono no tiene la culpa - le susurre.

Ella ni siquiera se digno en tomar el teléfono, solo siguio llorando con la cabeza entre las piernas. Suspiré y la puse de pie, la acerque a mi y la abrace dándole palmadas en la espalda, como cuando un niño pequeño llora.

No paro de llorar en un buen rato y cuando por fin se calmo lo único que dijo fue:

-¿que haces aquí?

-siendo honesto vine para huir de mis problemas, hasta que apareciste tu - le respondí.

Se limpio las lágrimas y tomó su teléfono.

-supongo que escuchaste todo - dijo desanimada.

Camino hasta las cajas que había y se sento sobre de ellas, con la mirada fija en sus manos.

-creo que siempre lo supe pero no lo aceptaba, de no ser por mi padre ni siquiera sabría tocar el piano - se lamento, volvía a empezar a llorar.

-eso no es verdad, la melodia que compusiste era perfecta y te he visto tocar en solitario, eres muy buena - la corregí.

-eso ya no importa, para todo el mundo solo soy una heredera rica que aspira a ser talentosa -negó con la cabeza y se limpio las lágrimas.

-para mí no lo eres - le dije.

Saque uno de los pañuelos que siempre traía conmigo y se lo di, ella lo tomó y se seco los ojos.

-mínimo debería poder controlar mis lágrimas - susurro para si misma.

Me acerque a la pared y volví a ponerme de cabeza, ella me miró confundida.

-alguien una vez me dijo, que de esta forma evitas que las lágrimas caigan - le explique. - inténtalo.

Guardo el pañuelo en su bolsillo y se acercó a la pared para imitarme. Pasados los minutos ya no corrían las lágrimas por sus mejillas.

-¿esto hacías cuando llegue? - pregunto.

-también es bueno para aclarar las ideas - respondí sin responder en sí.

Estuvimos así unos minutos más hasta que los brazos nos dolieron y volvimos a la normalidad.

Ya había anochecido, se acercaba la hora de la cena y apostaba a que Emmaline no había comido nada en todo el día.

-deberías ir a la cafeteria, a comer algo y a demostrarle a Julieta que sigues viva - le sugerí.

-no tengo hambre pero creo que debe de estar preocupada después de los miles de mensajes y llamadas que ignore - concordo.

Nos pusimos de pie y bajamos.

-sobre lo que escuchaste... - comenzó.

-no necesitas explicar - le asegure.

Me agradeció y la acompañe a la cafetería, no tenía ánimo de ver a nadie más así que la deje ahí y me fui a mi dormitorio.

*Cāo Yuan Yí, se traduce literalmente como deseo de joder o querer joder. Emmaline juega con la traducción del nombre.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora