🎶SESENTA Y SEIS🎶

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Al llegar y tocar la puerta Frederick fue el abrió, llevaba una copa de vino en la mano y parecía haber estado riendo.

-ah, ya solo faltabas tu - me dijo, parecía pasado de copas.

Me dejó pasar no sin antes gritar en dirección a la escalera:

-¡Linnie! ¡Tu novio llegó!

¿Era necesario ese grito? Decidí dejerlo pasar, después de todo el parecía ebrio.

-Freddie, toda la manzana te escucho - se quejo Trinity apareciendo desde la cocina - hola, Lei.

-hola - salude un poco nervioso de la nada.

Pasamos al salón, donde Isobel y la señora Murphy (no recordaba su nombre) nos esperaban, ambas bebían lo mismo que Frederick pero al parecer llevaban menos que el.

-ah, Lei, justo le decía a Cristal sobre tu presentación en el baile de navidad - me saludo Isobel.- no es por alargar, pero le comentaba lo maravilloso que estuvo el dueto.

-ojala hubiera estado presente, una presentación que causa tanto revuelo debe ser digna de ver - coincidió la señora Murphy.

-Emm bueno, en realidad fue algo muy improvisado - comenté aún más nervioso.

-no lo pareció, de hecho... - comenzó a decir la madre de Emm.

-mamá, incómodas a Lei - le reprochó Emm que recién aparecía en la habitación.

Se veía hermosa como siempre pero había algo que hacía que lo estuviera aún más.

-solo comentábamos, solo eso - se defendió su madre.

-a decir verdad tu madre presumía, nosotros no hemos visto su talento como dueto - dijo Trinity.

-si, quizá necesitemos una demostración para asegurarnos de que tu madre no exagera - comentó Frederick.

Emmaline me miró alzando las cejas y yo me encogi de hombros.

-¿qué opinas, Lei? - me preguntó en voz alta, dejando el intercambio de miradas para después.

-no tengo problema - mentí, no del todo.

Solía ser muy selectivo a la hora de dejar que alguien más escuchara lo que tocaba, aunque quizá podía hacer una excepción, ya que era Emm quien lo pedía.

Tuve que ir rápidamente a mi casa por el violin, mientras Emm preparaba el piano; al volver y afinar mi instrumento, su familia ya nos esperaba en el salón donde se hayaba el piano.

-¿swan Lake? - pregunto Emmaline.

Asentí, ella se preparo y comenzó a tocar como en el baile, después me le uní yo. Esta vez, al ser un espacio pequeño, el sonido fue mayor y rebotó en las paredes, hasta yo podía sentir las vibraciones de cada nota.

Cuando concluimos, su amiga, su madre y la madre de su amiga de Emm lloraban discretamente y su amigo parecía tan sorprendido que no pudo ni moverse para aplaudir.

Aún me sorprendía esa reacción. Hubo muchas felicitaciones y halagos que de principio no me molestaron.

Un rato después Isobel y Cristal se marcharon a la cocina, arrastrando consigo a Frederick para bajarle un poco su borrachera. Emmaline comenzó a hablar con Trinity en Gales, por lo que tuve la oportunidad perfecta para escabullirse hasta el baño del primer piso. Una vez ahí me moje un poco la cara. Ojalá estuvieran Julieta y Alexander, lo hacían más fácil.

Después de despejarme un poco salí pero choque con Emmaline que me esperaba fuera.

-¿estas bien? Perdón, mi familia a veces es muy... - comenzó a disculparse.

-estoy bien - respondí interrumpiendola.

Comencé a caminar en dirección de las escaleras, en el primer escalón Emm me detuvo por el brazo y me obligó a darle la cara.

-no estas bien, si esto es demasiado comprenderé que vayas a casa - dijo tristemente.

Le tome la mano, se veía más alta al estar un escalón arriba, quedábamos a la altura, sonreí y dije:

-de verdad estoy bien.

No pareció ser suficiente para tranquilizarla pero antes de poder decir algo, Trinity carraspeo y nos giramos a verla.

-sobre sus cabezas - dijo en tono divertido.

No entendí a qué se refería, pero ambos miramos sobre nosotros, una flor colgaba sobre nosotros, no sabía que era aunque Emm si.

-muérdago - susurro sonrojandose.

-¿qué? - pregunté confundido.

-es un tradición que quienes terminen debajo de un muérdago se besen - respondió Trinity que aún seguía observandonos emocionada.

-¡Murpity! - le dijo Emm aún más apenada. Era el apodo que solía usar para llamar a su amiga, combinación del apellido y su nombre.

-okay, okay, privacidad, entendí- respondió su amiga y se fue, no sin antes guiñar un ojo.

-¿aún dices que estas bien? - pregunto Emm.

En lugar de responder la bese y sólo eso bastó para que el resto de la velada no volviera a mencionar el tema.

Fuimos a cenar, la comida estuvo exquisita y la verdad, era muy divertido estar con la familia de Emmaline, se sentía cálido como solo la presencia Shancai me había hecho sentir.

Casi no dormimos por estar charlando toda la noche, hubo más villancicos y celebración a media noche al llegar la Navidad. Los gemelos quedaron dormidos en uno de los sillones, Cristal se había marchado a casa, Isobel subió a dormir y Emmaline y yo fuimos a mi casa por Melody; la cual nos recibió enérgica y con ladridos.

-yo también te extrañe - le dijo Emmaline levantandola del suelo.

Fui a la cocina y prepare café para ambos. Emm me siguió y solo se quedó de pie observandome ir y venir. Pesé a no haber dormido, me sentía de buen humor y ella lo noto.

-¿por qué tan feliz? - pregunto dejando a Melody.

La mire confundido, no había sonreído o hecho algo para que se notará nada.

-¿es muy obvio? - pregunté aceptandolo.

-no, no lo es - respondió encogienfose de hombros - pero hay unas notas alegres a tu alrededor.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora