🎶CIENTO CUATRO🎶

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-dijiste que tenías noticias de Emmaline, ¿que sucedió? - pregunté despues de unos minutos.

-ah si, bueno pues - comenzó a decir, por su tono de voz supe que era aún peor que lo de la empresa- tu amiga, Julieta me llamó, Emmaline salió de la cirugía hace 5 horas, los doctores lograron terminar lo que no habían podido hacer hace meses, pero...

-¿pero qué? - pregunté, estaba preparado para lo peor o por lo menos eso me repetía una y otra vez, hasta que fuera cierto.

-no saben que tanto daño ocasionó la contusión todo este tiempo, esperan que despierte esta semana, de lo contrario será muerte cerebral - soltó de golpe, las palabras me cayeron como un balde de agua fría.

Sinti náuseas, todo giraba y me costaba respirar. Pude haber estado justo ahora con Emmaline, pude estar tomándole la mano y pidiéndole que despertará, pude seguí a su lado. Pero no estaba, ni podía estarlo.

-deten el auto - dije apenas audible, necesitaba aire, necesitaba bajar del auto ya.

El me hizo caso demasiado sorprendido para llevarme la contra. Se orillo y yo baje corriendo o más bien salte hacia la acera y me quede de rodillas en el duro pavimento. Comencé a respirar como Colette siempre me pedía, el cuerpo me temblaba y todo se veía negro. No otra vez.

-¿Hey, estas bien? - escuché que Nathaniel preguntaba preocupado a lo lejos. - ¿debo llamar a la ambulancia?

Negué apenas consciente de lo que hacía y seguí tratando de calmarme. Mi corazón amenazaba con salirse de mi pecho. Bastante tiempo después, poco a poco volví a la normalidad, aún temblaba y respiraba con dificultad, pero igual me puse de pie.

-¿qué demonios fue eso? - pregunto Nathaniel, estaba realmente alterado y preocupado, tenía el teléfono en mano.

-no es nada - dije apenas audible, aún tenía el nudo en la garganta.

-¿cómo que no es nada? Casi llamo a emergencias - me grito, comenzaba a actuar como el hermano mayor, lo sabia de tanto observar la relación de Ah Si y Zhuang.

No respondí y por el contrario me incorpore de nuevo y escondí las manos en mis bolsillo para evitar el temblor que continuaba.

-acaso eso fue una crisis, Emma me contó sobre eso, no creí que fueran así - dijo mirándome aún más preocupado. Seguí sin responder- ¿seguro que estas bien?

-si, sigamos - dije y camine al auto, fingiendo que ya todo esta bien, pero en realidad no lo estaba.

Habían sido demasiadas emociones por un día.

Tras pensarlo un poco, decidió seguirme hasta el auto y condujo en silencio el resto del camino. Una vez en mi casa le agradecí y entre.

-llamame cuando te reúnas con tus amigos - me dijo antes de irse. Quería están enterado de lo que yo planeara y así poder sugerir los cambios necesarios para que su padre no ganara.

Una vez en casa, la ama de llaves llegó a mi encuentro apresuradamente.

-joven Lei, no sabía que vendría, iré a preparle su habitación enseguida - me dijo y se fue antes de que yo dijera nada.

No era una gran casa, pero tampoco era como la de París. Estaba muy cansado y seguía temblando, sabía que mis padres estaban aquí pero no estaba de humor para lidiar con ellos, así que tomé mi maleta y subí a mi habitación. La ama de llaves estaba terminado pero le pedí que dejara todo así y que mejor fuera a descansar, tuve que insistirle pero al final accedió.

Me deje caer en la cama cuando se fue, me cubri los ojos con el brazo y desee poder quedarme dormido pero no lo conseguí. Di vueltas en la cama la mayor parte del día, ni siquiera después de enviarle mensaje a Julieta me calme.

Llegó el siguiente día, de mala gana me di un baño y me prepare. Baje a la cocina buscando el contacto de Ximen.

-así que si llegaste - dijo mi padre detrás de mi cuando estaba terminando de bajar las escaleras.

Me gire y lo observe, también ya hiba vestido y curiosamente llevaba una maleta en mano.

-dije que lo haría - respondí y seguí caminando.

-que bueno, tengo que volver a Taiwán a ver a tu madre pero volveré el día de la presentación - añadió, me detuve y me gire.

-después de esto, ¿la empresa será mía cierto? - pregunté.

-si pero... - comenzó a decir.

-después de esto no quiero volver a oír nada sobre la empresa que venga de ti - lo interrumpí y continúe mi camino.

Aún con el coraje en la cabeza, le llame a Ximen, este contestó al tercer timbrazo.

-¿hola? ¿A que debo el honor de recibir tu llamada? - bromeó en cuanto contestó.

-regrese a China - comencé a decir.

-¿qué? ¿No estabas con la señorita heredera? ¿Qué pasó? - pregunto claramente preocupado.

-estaba, tuve que venir de emergencia, necesito ayuda de los F4, con urgencia - le dije - ya les explicaré después.

-de acuerdo, te veremos en casa de Ah Si en 40 minutos, les avisaré a los demás - dijo un poco más serio.

-gracias, te veré en un rato - dije y colgué.

Una vez terminada la llamada, le llamé a Nathaniel y le di la dirección de donde nos veríamos y la hora.

No supe si mi padre realmente se fue y la verdad hasta olvide comer, solo me apresure a preparar lo que llevaría para la reunión. Y después salí y tomé uno de los autos que tenía, conduje a casa de Ah Si.

-¡vaya! Y yo que creí que no sabias mi conducir - dijo fingiendo sorpresa Nathaniel cuando me vio llegar.

Estaba de pie fuera de su auto a pocos metros de la casa de mi amigo.

-es más ecológico si conduce alguien más - respondí encogiendome de hombros.

-si claro - respondió y miró la gran mansión Daoming. - asi que está es la casa de uno de los grandes F4, ¿eh?

-intenta no babear demasiado - le dije caminando a la entrada.

-muy gracioso -comentó sarcástico y me siguió hasta la puerta.

Toque y quien me abrió fue el mismo Ah Si. Después de mirar con desconfianza a Nathaniel nos hizo pasar, Ximen y Meizuo ya se encontraban en nuestro habitual lugar.

-bien, ¿qué pasa? ¿Por qué nos hiciste venir tan pronto? ¿Y qué hace el aquí? - comenzó a interrogarme Ah Si.

-pues...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora