🎶TREINTA Y TRES🎶

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No pude conciliar el sueño cuando volví a mi habitación, ni siquiera después de ducharme y ponerme ropa limpia. Estaba preocupado por la reacción de Lian, confundido por el beso con Emmaline y alterado por la adrenalina residual de la pelea.

Dudaba sobre si debía salir de mi habitación, pero cuando Yu me aviso que el desayuno estaba listo tuve que hacerlo. Me mire en el espejo antes de salir, si había una mínima posibilidad de que no se notarán las heridas, no pudo ser por el gran moreton que tenía cerca del ojo derecho. Suspiré y me arme de valor para salí del cuarto y bajar las escaleras.

En el comedor, Lian se hayaba de espaldas a mi por lo que pude sentarme tranquilamente o casi pues Yu me miró sorprendido. Julieta y Alexander también me observaron con la boca abierta, completamente en shock; Emmaline por otro lado, me miró sonrió y evitó mi mirada mientras se sonrojaba.

-buenos días, Lei, ¿qué tal la... - me saludo Lian pero al verme se detuvo - ¿pero que paso? ¿De dónde salieron esos golpes?

-no es nada - dije quitándole importancia y comenzando a comer, me dolía el labio al moverlo y también un poco la quijada.

-¿que no es nada? Labios y cejas rotos, un moretón del tamaño de una pelota de béisbol y ¿no es nada? - me reprendió Lian.

Se levantó enfadada y fue a la cocina a los pocos minutos volvió con una bolsa de hielo y me hizo sostenerla en el moretón.

-¿qué pasó? ¿Por qué no nos avisaron? - pregunto Yu un poco más tranquilo que su esposa.

-bueno, señor Wáng, creo que la culpa fue mía - confesó Emmaline y después de puso a contar una historia resumida de lo ocurrido horas antes, aunque evitó mi mirada sabía que tenía los ojos cristalinos a punto de llorar de nuevo.

Los Wáng escucharon con atención y aunque en varias ovaciones Julieta quiso corregir a Emmaline prefirio no hacerlo para no alterar más al matrimonio.

-¡Dios mío! Esos franceses en ocasiones son unos maleducados pervertidos - dijo Lian una vez que Emmaline terminó. - debió ser horrible para ti, cielo.

-lo bueno es que ya todos están bien aquí en casa - comentó Yu para bajar el nivel de preocupación de su esposa.

Sigueron con el tema el resto del desayuno y un poco más, pero no me quede a escucharlo, con la bolsa de hielo contra mi rostro subí a mi habitación cuando medio comí algo.

Sentía la necesidad de hablar con Emmaline, aunque horas antes habíamos hablado de lo ocurrido sabía que ninguno de los dos había dicho todo.

Sacándome de mis pensamientos, alguien tocó la puerta y sin esperar respuesta entró, era Julieta, traía otra bolsa de hielo.

-Lian me mando a cambiarte el hielo - me explico.

Le entregue el que tenía y ella me dio el nuevo, me miró y también parecía apuntó de llorar. Esto sonada cruel pero ya había tenido demasiadas lágrimas por un día.

-se ve terrible, mañana tendré que ponerte algo de maquillaje para ocultar ese moretón - dijo por fin después de tragar saliva gráficamente.

Rodé los ojos y me puse el hielo nuevo, me senté en la cama y después me deje caer.

-se que quizá no quieras hablar del tema pero... - comenzó a decir y se sentí a mi lado.

-¿pero que?

-¿por qué actuaste así ayer? Ambos sabemos que no eres así, pudiste simplemente ignorar a ese sujeto y ya -dijo Julieta, sonaba preocupada.- se que ya te lo había dicho hace un mes pero de verdad, este no eres tu.

>>y eso no es todo lo que me preocupa, también se que eres protector con tus amigos y que debajo de todo ese mal genio, realmente te interesa lo que nos pase - continuo, parecía estar desahogandose - pero con Emmaline, de principio pensé que te caía mal y después algo cambió, y ahora explotas cada que algo malo le pasa o con cualquiera que le haga daño, nunca habías sido tan extremista.

Suspiré cansado, me comenzaba a doler la cabeza seguramente por no dormir o quizá por el golpe, era lo mismo.

-¿no dirás nada? - me reclamo pasados unos momentos.

Gire la cabeza para verla a la cara, me quite el hielo y la mire fijamente.

-¿que esperas que responda? - le pregunté un tanto fastidiado- se que te preocupo y se que tienes razón sobre no ser yo mismo, pero lo que paso en los últimos dos años me ha dejado perdido, ¿de acuerdo?

>>estoy intentando no preocuparte, ni a ti, ni a los Wáng, ni a mis amigos, a nadie - le confesé subiendo un poco la voz - de verdad, estoy intentando ser el de antes.

Julieta me miró aún más preocupada que antes, ella más que nadie sabía que no podía obligarme a hablar sobre algo específico si yo no lo quería, así que tenía que conformarse con lo poco que le decía de manera general.

-¿y que hay de Emmaline? - pregunto entre cerrando los ojos - al principio tu preocupación era normal en ti, pero luego llevarla de paseo, enfrentarte a su padre, defender su reputación, defenderla a ella olvidando tu regla de no entrometerte, eso ya no es normal.

-¿acaso estas celosa? - bromee para distraerla y no responder.

-¡Huaze Lei! Lo pregunto enserio, eres mi mejor amigo, quiero saber que pasa dentro de esa cabeza tuya - respondió cruzandose de brazos.

Volví a suspirar, servía bastante para soltar toda la tensión acumulada, que cada vez era más.

-uff, la verdad sobre ella, es que...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora