30 largos minutos después de aterrizar, logramos llegar hasta la zona de espera para los recién llegados. Que organización tan rara tenían aquí, incluso tuvimos que mostrar nuestro pasaporte nuevamente cuando se acercó un hombre de seguridad.
-¡chicos, por aquí! - no llamo Julieta.
Ella estaba junto Alexander cerca de la salida del aeropuerto. Emmaline corrió a saludarlos y yo la seguí divertido.
-¿qué tal el vuelo? - pregunto Alexander mientras nos saludabamos.
-fueron más de 17 largas horas, sentí que sería eterno - se quejo Emmaline riendo.
-¿qué tal si nos vemos en un punto medio la próxima vez? - sugerí a modo de queja.
Julieta y Alexander rieron, todos caminamos a la salida.
Sobre la banqueta que da al estacionamiento, había muchas mujeres y hombres con mesas llenas de cosas de colores llamativos, y cada dos por tres gritaban: “¿Recuerdito joven? , no va a llevar un recuerdo pa'su novia. Andele güero, barato, barato."
No entendía ni una palabra, pero Emmaline si y reía cada que los escuchaba.
-le pedi a mi padre su carro, así llegaremos más rápido a la casa--explico Julieta.
-antes pudiéramos ir a dejar el equipaje a un hotel - pidió Emmaline.
-no, nada de hoteles - respondió Alexander.
Estábamos llegando a su auto, así que se detuvo y abrió el maletero.
-¿por qué no? - pregunté ayudando a guardar las maletas.
-mi madre insistió en que se queden con nosotros, quiere pagarte por todo lo que haz hecho y además muere por conocerte en persona - explico Julieta.
-no me deben nada - respondí en voz baja, pero igual recibí una mirada de enfado de Julieta y Emmaline.
Todos subimos al auto y Alexander condujo. Fue un viene de más de 40 minutos, pero no fue aburrido. Julieta y Emmaline planeaban emocionadas lo que pasaría en los siguientes y yo solo veía por la ventana. México era hermoso, el camino por el que hibamos tenía una hilera de flores llamadas cempasúchil (nativa del país), y sobre las aceras grandes esculturas de cráneos muy coloridos.
-llegaron en buena fecha, hace unos días fue Día de muertos y las decoraciones aún siguen puestas -explico Alexander cuando le pregunté sobre las esculturas.
-¡ah, si! Cada año ponen esas esculturas, quizá mañana podríamos venir a verlas, un tour sería lo mejor - dijo emocionada Julieta.
-no estaría mal - coincidí, sería una gran oportunidad de vacaciones que eran muy necesarias.
-hablando de tradiciones, una mujer en el vuelo nos mencionó una historia, o leyenda me parece que le dicen - comenzó a preguntar Emmaline, no se quedaría con la duda - era sobre unos volcanes.
-ah, ¿los pudieron ver desde su avión? - pregunto Alexander sorprendido. - no siempre es posible verlos, ni siquiera para nosotros.
-son los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatepetl, sus nombres parecen trabalenguas pero... - comenzó a explicar Julieta.
-¿traba que? - pregunto Emmaline.
-trabalenguas - repitió Julieta y luego se rio- tenemos mucho por enseñarles en estos días.
-tienes de aquí al 27 - le comente, realmente estaba muy curioso respecto a su país.
-no será suficiente - comentó Alexander mirando por el espejo retrovisor.
Después de un par de comentarios más sobre el tiempo que nos quedaríamos, Julieta reanudó su narración sobre la historia de los volcanes: supuestamente “la mujer dormida" (como se le dice también al Iztaccíhuatl), había sido una princesa Azteca (una cultura de la época antes del descubrimiento del continente Americano), que se enamoró de un guerrero llamado Popocatepetl; ambos estaban enamorados, pero el tuvo que ir a la guerra, mientras tanto un rival de amor suyo, divulgó la noticia de su supuesto fallecimiento y la princesa murió de tristeza. Pará cuando el guerrero volvió y se topo con la noticia, decidió construir una tumba para su amada, una vez ahí, con su antorcha en mano, se arrodilló a lado de la princesa y velo su sueño eterno. Desde entonces, permanecen juntos, cubiertos con nieve con el paso de los años y cada tanto, el corazón enamorado del guerrero lanza fumarolas en recuerdo de su amada.
-¡Wow! - fue lo único que pudo decir Emmaline.
-es una leyenda que nos cuentan desde niños, esa y la del conejo en la Luna o la llorona, y muchas más- comento Alexander.
-¿de donde vienen? - pregunté curioso.
-nadie lo sabe con certeza, es lo maravilloso de las leyendas, incluso hay más de una version y cada persona la cuenta como quiere- explico Julieta.
Era algo parecido a las creencias en China, donde alabamos a los dioses y creemos en las historias de sus aventuras y hazañas, aunque no eran leyendas, para nosotros era simplemente historia.
-¡llegamos! - anunció Julieta minutos después.
Por la historia y la charla, el viaje había sido rápido y se agradecia después de tantas horas de vuelo.
La casa de Julieta consistía en una construcción de 2 pisos color hueso, con un jardín delantero y un enrejado, puertas de madera y ventanas amplias, parecía salida de una película.
Bajamos nuestro equipaje y seguimos a los tortolos, Emm parecía nerviosa y emocionada a la vez; yo comenzaba a sentirme fuera de lugar.
Por dentro, la casa tenía una sala/recibidor, a la izquierda el comedor y cocina, a la derecha las escaleras y un baño.
-¡Ama! Ya llegue - grito Julieta en español, de verdad necesitaba aprender el idioma, pues no tenía ni idea de lo que ella había dicho.
-¿no te dije que me avisaras cuando ya vinieras de regreso? - una mujer mayor, de unos 50 años salió por el pasillo de la cocina.
-¡mamá! Te presento a Huaze Lei y a su novia y mejor amiga Emmaline Shì - de lo que dijo Julieta solo entendí nuestros nombres, así que supuse que nos estaba presentando.
-¿esta muy flaco el coreano, no?-interrumpió su madre en tono confidencial. - aunque si es muy guapo como el de la novela del 3.
-¡mamá! - grito Julieta, lo que sea que habían dicho no debió gustarle a ella.
-es chino, señora Gómez, y si es muy delgado pero creo que no le quita lo guapo - comentó Emmaline en español igual, parecía divertida.
-ay niña, no me llames señora, dime Graciela o Chela - pidió la madre de Julieta. - perdón por el comentario no sabia que hablabas el español.
-no se preocupe, señora Graciela -añadió Emmaline sonriente.
-bueno, bueno, anda hija dile al guapito que me alegra verlo en persona por fin y que ya va a estar la comida pa'que coman -la señora me sonrio y dio la mano para saludarla antes de irse de nuevo-'tan muy flacos, haré el doble de comida pa' que suban unos kilitos.
Julieta me tradujo lo que dijo su madre, no tal cual lo había dicho, de lo contrario había entendió porque Emmaline se reía tanto. Serían unos días muy largos...
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanfictionAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...