-no, no lo es - respondió encogienfose de hombros - pero hay unas notas alegres a tu alrededor.
-¿cómo? - pregunté curioso.
En una ocasión, no recuerdo quien me había dicho que las personas tienen una melodia propia y está cambiaba constantemente de ritmo o emoción que emitía, o incluso a veces se dejaba de escuchar.
En esta ocasión parecía ser a lo que ella se refería, hizo una mueca para después subir al primer piso. La seguí sin entender que planeaba, hasta que tomó asiento en el piano. Se aseguró de que la hubiera seguido y luego comenzó a repetir las notas que decía escuchar.
Las notas no eran “alegres" pero era la forma en que sonaban juntas, las que me hicieron quedar atónito, una vez más la melodia me resultaba familiar y una sensación de felicidad e inmensa paz se apoderó de mi.
La sensación no se desvaneció en todo el día, ni siquiera cuando llegó el momento de abrir los regalos en casa de Emm y su madre se emocionó por Melody. La tarde fue tranquila, aún tenía el ambiente festivo de la noche anterior.
La familia Murphy estuvo con nosotros ese y los días siguientes. Algo después de que Emmaline tocará el piano el 25, hizo que me sintiera más cómodo en su mundo, o quizás fue que tuvimos más tiempo a solas en las calles de Londres.
Junto con los F4 había acordado que iría a Canadá el 29, para pasar año nuevo allá, había invitado a Emmaline e incluso tras varias llamadas a Julieta, logre convencerla a ella y a su prometido de acompañarnos.
Los días después del 25 volaron y el 29 llegó en un parpadeo. Por la mañana de ese día, prepare mis maletas y salí cuando escuché el claxon del carro de Frederick, que nos llevaría al aeropuerto.
-así que Canadá, ¿eh? - habló el chico cuando todos (Emm, Isobel, Trinity y yo) estuvimos en el auto.
-debí tramitar mi visa cuando pude - se lamento Trinity.
-¿dónde se quedarán? - pregunto Isobel.
-en la casa de invierno de la familia Daoming - respondí, la madre de Emm sabía a quienes me refería.
El viaje hasta el aeropuerto fue corto aunque con un poco de tensión en el ambiente, no sólo por la actitud protectora de Isobel, si no por el misterioso silencio de Emm. Al llegar, nos despedimos de los gemelos y entramos al aeropuerto seguidos por Isobel.
Cuando fue momento de separnos, Isobel me detuvo antes de irme.
-cuida bien de nuestra Emmaline - me pidió con una sonrisa preocupada.
-no se preocupe, estará bien - le respondí para consolarla.
Hice ademán de seguir avanzando pero me volvió a detener como si acabará de recordar algo más.
-se que tienen sus problemas, a veces son obvios, pero aprovechen el viaje para aclarar esos secretos--me aconsejo en tono serio - se por experiencia, como los secretos destruyen las cosas más bellas.
Dicho eso, me soltó el brazo y me dejó seguir a Emm. El abordaje fue rutinario y prácticamente lo hice por inercia, pues mis pensamientos hiban y venían a lo que había comentado Isobel. Seguramente Emmaline le había contado las pequeñas diferencias que habíamos tenido o quizás si eran muy obvias. Lo que no entendía y me causaba más intriga, era el tema de los secretos, le había contado todo a Emm y aunque ella no, entendía sus razón y no eran secretos del todo. Quizá hablar más tarde con Shancai pueda aclarar mi mente desastrosa.
-¿todo bien? - le pregunté a Emm durante del despegue.
Habia juntado sus manos en su regazo y había mirado distraídamente la ventana desde que subimos.
-si, pensaba en lo sucedido estos días - respondió con una sonrisa.
Yo me había portado diferente y traté de demostrarle lo que sentía por ella desde el 25, ni yo sabía porque lo había hecho.
Durante las 8 horas de vuelo hablamos muy poco pues para no sentir el cambio de horario preferimos dormir. Cuando aterrizamos y después de recoger nuestro equipaje, fuimos a la sala de espera, donde aguardariamos a los tortolos que llegarían en 20 minutos.
-así que esto es Canadá - dijo Emmaline mirando por los ventanales el paisaje.
Mire en la dirección en que ella miraba, se veía más nieve que cualquier otra cosa pero aún así era hermosa la vista.
-hace un frío que pela - oímos decir a alguien-debí traer ropa más abrigada.
Al girar hacia la voz, nos encontramos a Alexander seguido de Julieta, ambos vestían un poco ligeros y por ello se quejaban del frío.
-hola chicos, ¿que tal las fiestas? - saludo Julieta mas educada que su prometido.
La pregunta emocionó a Emmaline que quizo contarle todo lo que pudo a nuestra amiga. Juntos salimos del aeropuerto y tomamos un taxi que nos llevó hasta la casa de Daoming Si.
La charla entre Julieta y Emmaline continuó en español pero sabía de lo que hablaban y desee no tener idea. Alexander cada tanto me miraba y reía por lo que decía mi novia. Fue un viaje incluso más largo que el de el avión.
Solo hallé consuelo cuando por fin llegamos a nuestro destino, pagué al chófer y bajamos. La casa de Ah Si no era tan grande como la de China pero si tenía numerosos recuerdos.
-¡Huaze Lei!
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanficAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...