🎶VEINTICINCO🎶

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Así que, yo motive a Emmaline a estudiar música cuando, apesar de no saber cómo relacionarme con alguien más, la lleve a un lugar más cómodo para mí y le enseñe algo con lo que podía comunicarme mejor que al jugar.

No tenía sentido, más por el hecho de que como ella no pudo recordar lo que la motivo a elegir la música. Aunque quizá lo hiciera pero no con exactitud.

Después del último comentario, Emmaline se alejo y se fue a descansar, dejándome con más dudas y los pensamientos enredados. Quizá la situación no era complicada, pero yo la complicaba.

Al día siguiente, todos salimos al centro de la ciudad, había cosas que necesitábamos y teníamos que conseguirlas. El tema con Emmaline no se volvió a tocar en todo el día, lo que fue un alivio. Por lo que, fue un domingo tranquilo, de esos que no quieres que acaben.

Pero de nuevo, el lunes temprano el caos comenzó. Más aquella semana y las dos que le siguieron. No volvimos ningún fin de semana a casa con los Wáng, tuve que llevar ropa extra. Los ensayos se volvieron aún más exigentes, sobretodo para Emmaline, que parecía odiarme cada que nos tocaba ensayar, y para mí pues realmente me arrepentía de aquella idea.

Pará mí sorpresa mi relación con ella, no había cambiado, me siguió tratando como lo había hecho en los últimos meses e incluso de vez en cuando se mostraba una buena amistad entre ambos.

-¿de verdad hoy ensayaremos de nuevo? - se quejo Alexander.

Dupont había prometido que tendríamos el día antes al evento libre para descansar, pero Russo tenía otra idea, nos había citado a la hora de siempre para un último ensayo general.

-después de mañana espero no volver a saber nada de ensayos - amenazó Emmaline.

Todos nos obligamos a ir al ensayo, que por fortuna salió bien a la primera y no requerimos más que las horas estipuladas en el horario normal.

El resto del día prometía ser tranquilo, hasta que al salir del comedor nos alcanzó Alaric.

-ahí están, Dupont quiere que ensayemos una vez más el dueto - nos dijo apenas nos vio a mi y a Emmaline.

-¿de verdad? - pregunté cansado.

-si, los veo en 10 minutos en el auditorio - respondió antes de marcharse.

Emmaline me miraba con recelo.

-que mala suerte - comentó Alexander divertido.

Julieta y Alexander se despidieron de nosotros y se alejaron.

-creo que necesito cintas - dije y me aleje dejando sola a Emmaline.

Fui a mi habitación para dejar el violin, no tenía pensado asistir al ensayo y para evitar que me encontrarán también deje el teléfono.

Era una tradición mía desaparecer en el último ensayo, incluso lo había hecho cuando tenía que presentarme con Alaric. En aquella ocasión le había mencionado libros y me había escindido en la biblioteca, pues era muy tranquila y silenciosa, ideal para dormir un buen rato.

Salí del dormitorio y fui al auditorio, había una puerta de servicio que te llevaba hasta un cuarto tipo almacén, aunque en realidad ahí se encontraba el proyector, era un buen lugar y a nadie se le ocurriría buscarme ahí.

Había una de las sillas como las de auditorio y se reclinaba un poco, me recosté y cerré los ojos, necesitaba relajarme un buen rato.

En un segundo a otro estaba mirando la ciudad y después estaba en el jardín de Tullerias. Un grupo de músicos tocaban alegremente un tema actual, yo estaba con ella.

De pronto, ella caminaba hacia los músicos y bailaba conforme al ritmo de la música, reía sin parar. Era hermosa cuando reía así.

Ninguna chica antes de ella había logrado que me sintiera así, tranquilo y feliz completamente. Con solo verla disfrutar el momento y oír su sonrisa, todos los problemas se disolvian para no regresar jamás.

-vamos, Lei- me decía sin dejar de reír. - ¡aquí estas!

-Huaze Lei, de verdad te escondite aquí...

Abrí un ojo y mire hacia la puerta, Emmaline estaba de pie con los brazos cruzados y muy enfadada. Mire mi reloj, eran las 7:23 pm. Seguí acostado.

-llevamos horas buscándote, de no ser por Alaric seguiríamos buscándote - continuó reprochado.

-eres muy ruidosa - me queje sin abrir los ojos.

-¿qué soy muy ruidosa? Lei teníamos que ensayar y si nos equivocamos mañana -sonaba cada vez más nerviosa que enfadada.

-saldrá bien - dije y me cubrí los ojos con el brazo, la luz de la habitación me lastimaba.

-¿saldrá bien? Como lo sabes si no hicimos un último ensayo - se quejo Emmaline.

No respondí, conocía su talento y confiaba plenamente en ella, todo estaría bien, aunque ella seguía nerviosa. Se acercó y se sento en la orilla de la silla.

-vamos, Lei -me suplico - tu me metiste en esto, mínimo deberías ensayar una última vez.

No volví a responder, quería concentrarme para dormir otro poco antes de la cena.

-Lei, por favor - dijo con desesperación.

Sin aviso me tomo por los hombros y me sacudió para que levantara, no funcionó pero siguió haciendolo mientras repetía lo mismo una y otra vez: “vamos, Lei" y “por favor"

Pasados unos segundos me canse de ser sacudido y lo mejor que se me ocurrió fue rodearla con mis brazos y acercarla a mi, haciendo que quedara recostada.

-no hagas eso, me provocas dolor de cabeza - le dije en voz baja.

Seguí con los ojos cerrados y podía jurar que me empezaba a dormir de nuevo, era cómodo estar así.

-ejem, ¿interrumpimos?

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora