Julieta y Alexander reaparecieron más tarde para decirnos que Barnaby ya tenía listo el auto, pasaban de la media noche y aunque el día había tenido altibajos, había terminado bien.
Todos salimos de la opera, no sin antes avisarle a Dupont que apenas si nos presto atención.
-¿gustan que los lleve? - les pregunto Barnaby a Meizuo, Ah Si y Ximen.
-estamos bien, Brown - respondió Meizuo - Ah Si alquilo un auto y nos llevara el.
-vayan a comer a la casa - les pedí - a Lian le gustara verlos.
-por supuesto, algo delicioso antes del vuelo no se le niega a nadie - respondió Ah Si.
Los 3 subieron a un auto que ya los esperaba y se marcharon.
Alexander volvió a ir en el asiento de copiloto y yo detrás con las chicas.
-¿fue una buena noche? - pregunto Barnaby una vez que puso en marcha el auto.
Emmaline y yo nos miramos.
-algo así - respondió Julieta por todos. - pudo estar mejor pero la presentación fue un éxito.
-bueno, eso era la importante - nos animo el chófer.
Condujo silenciosamente por las calles de París; yo miraba por la ventana, Julieta revisaba su teléfono y Alexander venía jugando.
Habían pasado solo unas calles cuando Emmaline dejó caer su cabeza en mi hombro, metió uno de sus brazos entre el mío y se acomodo.
-¿qué...? - comencé a decir en voz baja.
-shhh - me hizo callar - tu hombro es cómodo.
Tras decir eso, cerró los ojos y a los pocos minutos se quedó profundamente dormida. Tomé la cobija que siempre llevaba Barnaby oculta sobre la cajuela y se la puse a Emmaline; el movimiento llamó la atención de Julieta, que al ver lo que hacía sonrió emocionada, la ignore y volví a mirar por la ventana.
Esperaba seguir viendo por la ventana, las ciudades siempre eran más hermosas de noche, pero el sueño me venció y mi cabeza terminó sobre la de Emmaline.
Los chicos nos despertaron al llegar, pero no tardamos mucho en terminar todo en nuestra respectiva habitación. Obligándome a mantenerme despierto un poco más, me quite el traje y me puse pijama, para finalmente dejarme caer en la cama.
Fue una noche tranquila y sin sueños, hacía mucho tiempo que no tenía una de esas, en la que lo único que me despertó al día siguiente fue la luz que entraba desde la ventana. Cuando eso pasó, me levante perezosamente, me duche y arregle antes de salir de mi habitación.
-buenos días - saludo Lian al verme entrar a la cocina.
Emmaline y Julieta ya estaban ahí, también me saludaron y me senté a desayunar, eran las 9 am. Media hora más tarde Alexander se nos unió.
Lian y Yu desayunaron con nosotros mientras les contábamos sobre la presentación, hubo felicitaciones y algunos halagos que recibí con gusto, estaba de buen humor.
-antes de que lo olvide, Lian - le informe a la cocinera después del desayuno - Ah Si, Ximen y Meizuo vendrán a comer.
-¡que grata sorpresa! - aceptó emocionada - entonces enviaré a Yu a comprar unas cosas más.
Asentí con la cabeza y salí del comedor, subí al primer piso donde ya estaban los demás.
-al fin un descanso - decía Alexander cuando llegue.
-si, ayer fue un día de locos - coincidió Julieta.
El matrimonio estaba sentado en un sillón para dos personas, Emmaline estaba en el más grande en una esquina, por lo que me senté en ese mismo sillón en la otra esquina.
-por cierto, hablando de locuras - comenzó a decir Julieta, creo saber lo que venía - ¿por qué tu padre actuó de esa forma, Emmaline?
-bueno siempre es así - confesó ella sin darle vueltas - ayer solo estaba ebrio y por eso se comportó peor.
No era del todo cierto, me preguntaba si Julieta y Alexander sabrían la verdad de lo que estaba viviendo Emmaline. Lo dudaba mucho, si algo había aprendido sobre ella era que todo lo relacionado a su familia prefería mantenerlo en secreto.
A Julieta le bastó esa respuesta y cambió el tema a Dupont y el dinero que recaudo. El resto de la mañana estuvimos ahí solo descansando, viendo televisión o simplemente disfrutando el tiempo libre.
Cómo una hora antes de la comida llamaron a la puerta, Yu abrió cuando yo bajaba a lo mismo, como esperaba eran los chicos.
-¡Dios santo! Cuanto han crecido - chillo emocionada Lian saliendo de la cocina.
-veo que sigue igual de enérgica y joven que hace años - la halago Meizuo.
-como cree, ustedes son los jóvenes - respondió Lian apenada.
-qué bueno volver a verla, señora Wáng - comentó Ah Si, mi cocinera solía llevarse bien con la señora Yu, la que había criado a Ah Si.
-oh, pero mira que guapo ha crecido señor Daoming - le respondió Lian - escuche sobre su boda, felicidades, esa esposa suya es muy talentosa.
-y excepcional, ya sabe que no cualquiera le aguanta el ritmo a Ah Si - bromeó Ximen.
-Ximen, siempre tan bromista y alegre, que bueno que no ha cambiado, su novia de ser muy afortunada - le dijo Lian.
Mi cocinera sabía todo sobre todos, no se si era un poder suyo o de verdad tenía a alguien que le contaba, lo que fuera nos alegraba tener a alguien así.
Los Wáng los llevaron a la sala y al poco rato bajaron Emmaline y los tortolos. El tema del día fue lo que solíamos hacer en la academia y lo que hacía en Mingde, en este punto se estaban juntando mis dos mundos creados para escapar del otro.
Estaba inquieto, hiba y venía en la conversación pero lo disimulaba muy bien, o eso creía yo.
ESTÁS LEYENDO
EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
Hayran KurguAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...