🎶CIENTO DOCE🎶

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En un parpadeo ya estábamos en la casa de Ah Si en la que nos hospedariamos.

-bien creo que esta vez hay suficientes habitaciones para todos- comentó Ah Si con una sonrisa sarcástica.

En definitiva había habitaciones suficientes para que todos durmieramos por separado, pero en esta ocasión tanto Emm como yo, ya estábamos acostumbrados a dormir juntos así que terminamos eligiendo una habitación para los dos. Ah Si y Shancai ocuparon otra, Ximen y Xiaoyou dormirían separados nuevamente, al igual que Meizuo y Alisa. Y Nathaniel por supuesto dormiría sólo.

Dejamos las maletas, los chicos y yo ya estábamos listos por lo que esperamos a las chicas en la sala, mientras se cambiaban.

-así que ahora duermen juntos, ¿eh? - insinuó Ximen.

-acaso... - le siguió Meizuo.

-por el bien de Lei, ojalá no haya pasado nada aún, puros hasta el matrimonio - se apresuró a interrumpirlo Nathaniel.

Deje mi expresión de naturalidad y me tome la libertad de mirarlos mal, pero ciertamente por dentro deseaba que se callaran antes de que dejara de ser capaz de ocultar la vergüenza que aumentaba a cada paso. Y todo empeoró cuando Emm bajo de la habitación.

Llevaba puesto un traje de baño negro de dos piezas, la de arriba con unos holanes y tirantes sencillos, lo de abajo consistía en bikini alto, igual negro y una falda de tela transparente que dejaba al descubierto uno de sus piernas. Llevaba el cabello sujeto en un moño desordenado y en la mano llevaba una pequeña bolsa a juego.

En algún punto contuve la respiración al verla y si mi forma de ser lo hubiera permitido habría dejado la boca abierta por la sorpresa. Se veía tan bien en aquel traje. No tenía palabras para describirlo.

-¿qué? ¿me veo mal? ¿Aún se me ven las cicatrices? - pregunto cuando me miro, estaba sonrojada y esperaba ansiosa mi respuesta.

-es demasiado, anda a cambiarte - se apresuró a responder Nathaniel dejando de lado su shock y tomando el papel de hermano sobre protector.

-¿crees que te haré caso? - lo reto Emmaline, le enseñó la lengua nuevamente y después me volvió a mirar.

Me levante despacio y camine hasta a ella, me miraba preocupada, mi mente solo podía pensar en lo hermosa que era, así que me las arregle para sonreírle.

-¡estas hermosa! -fue lo único que pude decir, ella me sonrió de vuelta y me dejó un beso corto en los labios.

-¡Hey, Lei! Guarden algo para la noche - se burló Ximen.

Aunque Alisa, Shancai y Xiaoyou bajaron después, no pude quitarle un ojo de encima a Emmaline, ella cada que sentía mi mirada se sonrojada un poco más.

Minutos más tarde ya estábamos camino a la playa, caminaba tomado de la mano de Emm.

-basta, me estas avergonzado con tanta mirada - se quejo en voz baja para que nadie más escuchara.

-¿es mi culpa? - pregunté ofendido y ella asintió- tu te haz puesto ese traje de baño con el que te ves perfecta y la culpa es mía.

-si, si hubiéramos salido antes a lugares así, ya estarías acostumbrado - me reprochó tratando de no darme la cara para que no viera sus mejillas rojas.

-no importa cuántas veces te vea vestida así, jamás me acostumbrare a tu belleza - sentencie mirando al frente simulando seriedad.

-¡Lei! - soltó a modo de súplica para que me detuviera, pero no pensaba hacerlo.

Me encantaba verla sonrojarse y también había pasado demasiado tiempo sin verla como para no hacerlo ahora.

Alcanzamos a los demás que ya estaban escogiendo sus lugares, había camastros, sillas y unas mesas debajo de unas sombrillas de colores brillantes. Emmaline y yo nos sentamos en los primeros que vimos, y minutos más tarde llegó alguien a ofrecernos bebidas. Nuevamente no deje que Emm pudiera algo de alcohol.

-no es justo - se quejo cuando se fue el mesero.

-aún estas tomando medicamentos--le recordé.

Ella abrió la boca para decir algo pero se detuvo, sabía lo que estaba por decir y yo tenía la respuesta que a ella no le gustaría oír, por eso se quedaba callada.

El mesero volvió a los 10 minutos con las órdenes de todos. El clima era agradable pese a que el otoño ya había comenzado.

Después de un rato de charlas divertidas, a los f4 se les ocurrió un juego de voleibol de chicas contra chicos, pero Emm aún no podía hacer esfuerzo, así que ninguno de los dos jugó. Nos dedicamos a verlos pasarse la pelota, tropezar con la arena y oír como discutían por supuestas trampas. En algún momento Nathaniel había desaparecido pero no le preste atención.

-asi que seguirás siguiendo al pie de la letra las indicaciones de Julieta - pregunto de la nada Emmaline, la mire confundido.- lo tomare como un si.

-¿esperas que te deje hacer lo que quieres, solo porque te amo? - le pregunté incrédulo. - precisamente por eso, hasta que no me digan que ya estás bien, no te dejaré de cuidar.

-ya suponía algo así - comentó entre cerrando los ojos, se giro y tomó algo de su bolsa, lo sacó y me lo dio, era bloqueador solar- señor cuidadoso, podría ponerme bloqueador, no planeo broncearme pero no está de más prevenir.

Hice una mueca por el apodo, pero de igual forma accedí a ayudarle con la crema, ella se volteo y se quito los mechones que podrían entorpecer mi labor. Delicadamente le coloque el bloqueador y en eso recordé lo que llevaba para ella.

-cierra los ojos y no te muevas- le dije cuando acabe.

-¿qué? ¿Por qué? - pregunto tratando de verme de reojo.

-confía en mí - le pedi.

No bastó que dijera nada más para que ella cerrará los ojos.

En mi bolsillo del pantalón corto, llevaba uno de los regalos que había planeado hace mucho tiempo por nuestro aniversario, consistía en una caja que contenía un collar de la nota musical por la que comenzamos a llevarnos mejor hace un año y que también, llevaba la inscripción “La melodía que faltaba, eras tú. Te amo."

Cuidadosamente para que ella no supiera que era, le puse el collar, cuando lo logre le dije que ya podía abrir los ojos, ella observó su nuevo accesorio sorprendida y abrió la boca para hablar.

-por lo sucedido, no tuve oportunidad de dártelo el día exacto de nuestro primer aniversario - le explique antes de que ella hablara.

-es hermoso - dijo al borde de las lágrimas.

-hace mucho que no te regalaba algo - le dije colocándole un mechón rebelde detrás de la oreja.

-conque sigas a mi lado, es suficiente - me dijo y me abrazo.

Sin quitar sus brazos de mis hombros se separó un poco.

-te amo - susurro contra mis labios y me beso.

-¿Lei?...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora