EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)

🎶DIECINUEVE🎶

Después de las malas noticias, comenzamos la práctica. Didier apoyaría a Emmaline con el piano, Alaric me ayudaría a mi y Russo supervisaria todo.

Nos perdimos la cena y al parecer sucedería lo mismo seguido. Tendríamos las demás asignaturas, los días ya mencionados ocupados por ensayos vespertinos y además, los jueves sería todo el día de ensayo de la presentación, al igual que los viernes por la tarde y muy seguramente los sábados. Esto era malo.

-me permitiré odiarte el resto de la semana - me dijo Emmaline al salir del auditorio esa noche.

-también lamento esa idea - dije agotado.

Al día siguiente, en el desayuno tanto ella como yo nos sentíamos desfallecer. De nuevo estaba recostado sobre la mesa, con Emmaline a mi derecha.

-¿desde cuando empezó el apocalipsis zombie? - bromeó Alexander al vernos.

-ayer - respondió Emmaline, dejándose caer sobre la mesa igual que yo.

Me gire y la mire tranquilo.

-esa cara angelical no me hará cambiar de parecer sobre odiarte lo que queda de la semana -me dijo pasados los minutos.

-si todo sale bien hoy, ¿crees que Barnaby nos pueda llevar a tu casa esta noche, Lei? - pregunto Julieta.

-si, solo le envío mensaje a él y a Lian para que tenga la cena lista - respondí cansado.

-¿quieres venir Emmaline? - pregunto Alexander a la chica a mi lado.- a Lian le encantará conocerte.

-¿puedo? - me pregunto alzando la ceja.

-no veo por qué no - le respondí.

Me gire en lado contrario y cerré los ojos, quizá me quede dormido porque no escuché que sucedió después hasta que Julieta me sacudió el hombro.

-vamos a pasar el rato en el jardín, antes de la tortura - dijo.

En realidad antes de llegar al jardín cada quien fue a su habitación a preparar las maletas y yo avise a Brown y a los Wáng.

Una vez en el jardín, nos sentamos bajo la sombra de un árbol, había muchos estudiantes haciendo improvisaciones, pero nosotros estábamos tan cansados que sólo nos recostamos en el pasto. De nuevo me quedé dormido.

Ahora sabía de dónde era la melodia que interpretaba el pianista. Incluso sabía quien era, seguía sin verle la cara pero lo sabía.

-la música sanará tu corazón - decía alguien desde las sombras.

Ya no estaba en el auditorio, ahora me encontraba sentado frente al piano del salón de prácticas y a mi lado estaba Emmaline tocando la melodia con una gran sonrisa en el rostro.

La veía girar a mirarme y sonreír aún más. Por un momento toda la ansiedad que llegue a sentir se desvaneció y todo rastro de los hirientes recuerdos también.

Me miró una vez más y la vi mover los labios, me decía algo pero no la escuchaba.

-Lei...

-¡Lei! ...

-¡Lei!...

-¡Lei! Despierta.

Emmaline me sacudía el hombro, mientras Julieta y Alexander se ponían de pie.

-¿cómo logras quedarte dormido donde sea? - me preguntó cuando abrí los ojos y suspiré cansado.

-de hecho, es uno de los talentos de Lei, solo muéstrale un lugar tranquilo y se dormirá al instante - explicó Alexander.

No estaba seguro de que fuera un talento pero tenía razón en todo lo demás.

Nos dirigimos al comedor a comer antes de la tortura como la había llamado Julieta, aunque efectivamente lo fue.

Al parecer no todos estaban de acuerdo conque se utilizarán los sábados, así que dieron su mejor esfuerzo y hasta Russo nos felicito, pero claro exigió que siguiéramos así las semanas que faltaban para la presentación.

Pará cuando dieron las 8, Russo nos autorizo irnos y tan pronto lo dijo, todos salimos casi volando del auditorio. 10 minutos después los futuros esposos, Emmaline y yo esperábamos que Barnaby llegara.

-me sorprendió mucho que me citará tan tarde, señor Lei - me dijo el chófer al llegar y bajar del auto.

-tuvimos ensayos extra - respondí cansado.

Barnaby subió más maletas a la cajuela y miró sorprendido a Emmaline.

-veo que tiene una nueva invitada - me dijo después de sonreírle a Emmaline - que bueno que la señorita “princesa Diana", lo acompañe

-¿señorita “princesa Diana"? - pregunté.

-la princesa Diana es un ejemplo a seguir en Londres, fue muy caritativa y siempre vio por el pueblo - explicó Emmaline devolviéndole la sonrisa a Barnaby.

-la señorita, el día que la recogí en el aeropuerto ayudó a una pareja de adultos mayores a encontrar al chófer que les había enviado su hija -simplificó mi chófer.

-¿de verdad? Que lindo gesto - dijo emocionada Julieta.

-si, la pareja venía de sorpresa a ver a sus nietos pero no entendían francés y no entendían a los taxistas, les ayude a encontrar a su chófer - contó Emmaline.

Todos subimos al auto, Alexander al frente con Barnaby y atrás venía Julieta, Emmaline y yo.

-les preguntaría que tal su semana, pero será mejor esperar, los Wáng también querrán saberlo-comentó Barnaby después de poner en marcha el auto.

Yo me acomode en mi lugar, mirando los edificios pasar por la ventana, cerré los ojos después de unas calles.

-señor Lei, ahora que recuerdo la señorita Zhào Mei, llamó esta tarde,-me habló Brown, todos guardaron silencio, seguí con los ojos cerrados.

-¿qué quería? - pregunté entre suspiros.

-es sobre la donación y la presentación... - comenzó a explicar.

-Gracias Barnaby, le llamaré mañana - lo interrumpí tajantemente.

-si, señor - respondió Brown.

Oí a los chicos decir algo más, para cambiar el tema pero sólo podía pensar en lo mucho que deseaba que mínimo mis padres dejaran de enviar a su secretaria.

No era culpa de Barnaby, no era mi intención ser cortante con el y por eso me discuplaria después... Después de este sueño mas.