-¡hey, Lei! ¿Sigues ahí? - oí que preguntaba Ximen y Meizuo.
-si, aquí estoy - respondí distraído. - les llamo después.
-¿qué? No, no nos puedes evitar... - alcance a oír que decía Ximen antes de colgarles.
Mi cuerpo se movió solo, me sentía mareado y que todo a mi alrededor se volvía irreal, me aleje del restaurante, sin rumbo fijo, el oxígeno me faltaba, hiperventilaba, algo me oprimía el corazón y en cualquier momento me pondría a gritar o a llorar de desesperación. Era como una crisis de ansiedad donde lo único que quieres es correr y dejar de sentir que te ahogas.
De un momento a otro, ya corría por la ciudad, con todos viéndome asustados, no me importaba, aún me sentía asfixiado. Sabía que tenía que buscar a Dupont, ella me había controlado mis crisis antes. Sin dejar de correr la llame, no recuerdo haberle dicho nada o si realmente llame, ni siquiera recordaba como había terminado en casa, pero lo había hecho.
-¡Lei! Respira, recuerda hacerlo 3 veces - me decía Dupont.
Estába del otro lado de mi puerta de mi habitación en casa con los Wáng, siempre si había llegado.
Me encontraba sentado de espaldas a la puerta, abrazando mis rodillas y la cabeza entre las piernas, hice lo que me pidió.
-muy bien, ahora vamos a contar hasta 3, ¿si? - volvió a hablarme- respira profundamente y...
-uno...-susurre respirando profundamente.
-sigue así - me dijo.
-dos... - repetí.
-una más.
-tres... - dije una vez más.
Aún me sentía alterado, pero había recobrado la consciencia, pude ver que mi habitación era un caos, había vidrios rotos por doquier, los muebles estaban volteados, la cama estaba toda hecha jirones.
-¿puedo pasar? - pregunto Dupont tras unos segundos.
Me hice a un lado y la vi entrar lentamente, me sentía diminuto, me puse a llorar como hacía años. Colette me abrazo y consoló hasta que me calme. Me ardía la mano, tenía una cortada que la directora curó en cuanto la vio y me llevó a otra habitación.
Lo peor de las crisis era volver a la realidad, era enfrentar lo que había hecho y lo que había dicho. No salí el resto del día de la habitación, Colette me obligó a comer y no dejo que nadie entrará más que ella. Podía escuchar las voces de Lian y Yu que evitaban la entrada de los chicos.
Cuando oí a Emmaline casi vuelvo a enloquecer, los eventos de la fiesta se repitieron en mi mente, al igual que mis memorias perdidas de mi pelea en el club, el cual ahora entendía que también había sido una crisis. Al volver a sentirme mal, Colette no tuvo más remedio que darme uno de los somniferos que solía recetarme el psicólogo.
-... ¡Dijiste que la música me sanaria! - le gritaba a alguien en mi sueño.
-es un proceso doloroso y aún no quieres aceptarlo - me respondía.
De pronto la seguía, ella se alejaba asustada y yo corría tras ella, para después ser yo el que huía pero nadie me perseguía...
Ya era domingo y pasaba de las 5 de la tarde, había dormido casi 24 hrs, pero no sentía que hubiese descansado, de hecho estaba agotado, la mano me dolía y había sido atormentado por una pesadilla.
Dupont entró al oírme gritar.
-todo está bien, todo está bien - me tranquilizó.
Me di una ducha para quitarme el sudor pero después volví a la cama y Colette apareció con la comida y unas pastillas.
-mañana llegará tu terapeuta - anunció mientras se aseguraba de que comiera - pedí unos días en la academia para estar aquí, no habrá problemas de ningún tipo, pero tus padres insistieron en enviar a la psicóloga.
>>y también hablé con los profesores y el consejo, creen que es mejor que te tomes el tiempo necesario antes de volver - añadió más lentamente esperando mi reacción - la psicóloga evaluara tu regreso, mientras tanto trabajarás desde aquí.
Asenti, no había nada que decir, había tenido dos crisis antes y en ambas ocasiones no había podido regresar a la academia hasta pasado un par de semanas en la primera vez y en la segunda un mes. Todo dependía de lo que la psicóloga concluyera y a juzgar por lo ocurrido y lo que lo detonó, quizá no volvería hasta el siguiente año.
Sin teléfono, Colette respondía a mis padres pero ninguna llamada mas. Sin ver a nadie más que a la directora, cualquier otra persona me alteraba en este estado. Con medicamentos, calmantes sobre todo y somniferos. Así pase esa semana.
Como prometió, la psicóloga llegó el lunes, en la primera sesión nada ocurría, pero conforme avanzó la semana todo se aclaró. Paso otra semana y seguí en las mismas, trabajando en la habitación, con sesiones de varias horas al día. Colette hiba 2 veces a la semana a la academia pero sólo cuando era necesario.
Yo seguí aislado, por decisión propia, no quería saber nada de nadie y lo único que parecía mantenerme sin alterarme era tocar el violin o el piano. Noviembre pasó así, aún tenía dos semanas de diciembre de clases y el baile de Navidad que organizaria la academia también se acercaba, no me presentaría.
-de hecho, si lo harás - me dijo mi psicóloga, la doctora Liú.
-¿qué? - pregunté sorprendido.
-ya he enviado mi evaluación al Consejo y a la directora Dupont - explico la doctora - creo que ya puedes volver a clases normales, aun debes tomar el medicamento pero puedes volver a lo que solías hacer.
>>aún hay riesgo de que tengas otra crisis, por lo que pedi autorización para vigilarte y evitar situaciones hostiles y emocionales - continuo hablando, no sólia hacerlo pero cuando si...-te presentaras en el baile pero en solitario, podrás tener tu teléfono de vuelta y veras a tus amigos - hizo un pausa - y en cuanto a esa chica, Emmaline, lo ideal sería que enfrentarás esos sentimientos para que no vuelvan a ser un problema.
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanfictionAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...