De nuevo, la idea de un año tranquilo no duró demasiado, en un abrir y cerrar de ojos estábamos comenzando agosto. Los preparativos de la boda estaban listos y sólo quedaban pequeños detalles. Y entre esos detalles, que yo me decidiera por un un padrino.
-¿estamos a menos de un mes y no haz elegido alguno? -me reclamo Alexander.
Lo había considerado a él para ese puesto, pero el insistió en que debía ser alguien más, porque era demasiada responsabilidad para el (cuando le pregunté qué entonces por qué me había elegido a mí, simplemente respondió que porque no conocía a nadie mejor para ello). Era un completo caos.
-tu haz tendió la culpa al no aceptar - le reclame.
-en teoría, no puedes ser padrino de tu padrino - comentó Emmaline que escuchaba la conversación desde la barra de la cocina.
-¿qué regla es esa? - pregunté desconfiado.
-una regla que va justo a un lado de la que dice que la dama de honor debería estar aquí justo ahora - reprocho Emm.
-¡wow, wow, wow!, no tuvimos la culpa de que las lluvias estuvieran tan fuertes que cancelaran los vuelos de hoy -le recordó Julieta.
Se supone que tomarían el vuelo a Londres hoy, pero por el clima su vuelo fue cancelado. Emm y yo llevábamos una semana en la ciudad, afinando los últimos detalles de la ceremonia religiosa y el lugar donde sería la fiesta. Isobel apenas si nos había dejado respirar esa última semana y por ello nos escabulliamos a mi casa, que en pocas semanas también sería de Emm.
-bueno, supongo que les dijeron cuando les darían el vuelo -comentó Emmaline, ambos estábamos estresados por todo.
Afortunadamente, a casi un año de mi negocio con Shì-Tec ya solo quedaba recoger los beneficios, así que era una preocupación menos.
-si, mañana saldremos temprano, según el pronóstico no habrá tormentas eléctricas ni nada peligroso, sólo un poco de lluvia-explicó Alexander.
-bien, dense prisa -comentó Emmaline de mala gana.
-si, esperaremos más deprisa -se burló Alexander.
Desde que Julieta recibió la noticia de que sería la dama de honor de Emmaline, Alexander se había comportado como el hermano mayor de mi prometida, la molestaba y provocaba en cada llamada; supongo que se lo había pedido Julieta, para bajar un poco el estrés de planear una boda. Yo lo agradecía, pues de no haber esas discusiones de bromas, Emmaline quizá me habría matado en algún momento.
Nathaniel llegaría una semana antes de la boda, pues su padre había hallado el modo de entretenerlo con él propósito de arruinarle la vida a su hija de manera indirecta. La cosa con Shì Zhi Chao está lejos de terminar y aún cuando parecía no afectarle a Emmaline, era obvio que le preocupaba su hermano.
Terminada la llamada con los tortolos, me deje caer sobre el sillón en el que estaba. Suspiré pesadamente lo que llamó la atención de Emmaline, que seguía intentado organizar las mesas y como se sentarían los invitados.
-¿qué sucede? - pregunto acercándose.
Se sentó a mi lado y yo me recosté en ella.
-¿Lei? - pregunto preocupada.
-¡shh! Solo 5 minutos - dije en voz baja.
No dijo nada y solo pasó su mano por mi cabello, estaba cansado pero no físicamente. Casi se cumplía un año desde mi última crisis, lo que era una sorpresa pues esperaba que con la montaña rusa de emociones en estos días yo estallaria de nuevo; pero, no era así, solo necesitaba un poco de silencio y escuchar el latido del corazón de Emm que aún se aceleraba cuando me acercaba a ella.
-¿te arrepientes? - soltó después del cómodo silencio.
-¿qué? - dije incorporandome de un solo movimiento.
-parece que te arrepientes - me repitió, hacia tanto que no me cuestionaba algo así, casi olvidaba lo insegura que podía llegar a ser.
-no, no me arrepiento - le respondí acomodandome para verla a la cara.
-pero amas tu vida tranquila y esto está muy lejos de eso - insistió, no se veía dolida, sino más bien preocupada.
-“amaba" mi vida tranquila - la corregí--ahora solo te amo a ti, por lo que no me arrepiento de nada.
-pero... - comenzó a decir.
-Emm... De verdad, lo que más quiero es casarme contigo - la interrumpí, algo en su expresión me decía que había sucedido algo, pero no entendía que.
-Nathaniel vendrá con Jing -soltó, había entendió mi pregunta que no había sido capaz de expresar.
-¿y? - dije más cortante de lo que planee.
-¿cómo que y? ¿No crees que es mala idea que venga con ella? - pregunto molestandose un poco.
El tema con Jing lo habíamos hablado, por última vez, cuando enviamos las invitaciones hace 2 meses. Nos habíamos debatido si debíamos invitar a sus padres o no, después de todo los Teng me conocían de toda la vida y siempre fueron amables.
-no, porque la única que me importa y que amo es la que estará a mi lado en el altar vestida de blanco - dije completamente seguro de cada palabra.
-¿y si pasa lo del viaje a la playa? - pregunto cruzandose de brazos.
Su terquedad era infinita, pensaba en cada escenario en el que Jing fuera un problema y me lo había saber. No importa cuántas veces le asegurará que todo estaría bien, igual seguía dándole vueltas al asunto.
-tu lo haz dicho, vendrá con Nathaniel - le respondí cruzandome de brazos también - por mucho que odie la idea de que siga actuando como hermano alfa, debo admitir que nunca dejará que Jing te arruine el día.
-¿y si no lo hace?
-tu hermano están terco como tu, dudo mucho que decida no detener a Jing.
-¿por qué tanta confianza en mí hermano, tan de repente? - pregunto entrecerrando los ojos.
Cuando ella había estado en coma, Nathaniel había confesado todos sus pecados y sus motivaciones, había visto con mis propios ojos como hacía lo imposible para que Shì dejara a Emmaline y había estado presente en sus borracheras de dolor. Así que si, estaba seguro y confiaba en que Nathaniel siguiera protegiendo a Emmaline hasta que la viera feliz, lo cual sería después de la boda.
-porque sobrevivió a todas tus palabras y golpizas - mentí, había cosas que era mejor que Emmaline siguiera sin saber, además no me correspondía contar las penas de su hermano.
Como fuese, Nathaniel seria el héroe sin gloria de la vida de su hermana y mía.
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanfictionAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...