🎶CIENTO CINCUENTA Y SIETE🎶

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Fue un corto viaje hasta la casa de Nathaniel. Al llegar, después de bajar del auto, me apresure a tocar la puerta. La mayordoma no tardó demasiado en abrir, parecía que me esperaba; apenas la puerta salió de su marco, el escándalo no se pudo evitar más.

-¡al fin! Señor Huaze, que bueno que llegó - me dijo la mujer, tenía cara de susto.

Cuando le dejó pasar comprendí porque: en las escaleras había cristales rotos, cojines, libretas y bolígrafos en todos lados; más allá en el vestíbulo los jarrones de adorno estaban destrozados en el suelo. Y lo que era más preocupante, los gritos no paraban en el salón principal.

-¿qué esta pasando? - pregunté sabiendo bien lo que ocurría.

-venga a verlo usted mismo - me dijo la mayordoma y me guió hasta el salón principal.

En el momento en que me acercaba al umbral, vi como Nathaniel daba un brinco como felino y se ocultaba detrás de uno de los sillones, detrás de él un florero se estrelló a pocos metros de mi.

-¡EMMALINE, POR FAVOR! DEJAME EXPLICARTE - gritaba Nathaniel suplicante, apenas levanto un poco la cabeza y otro objeto salía en su dirección.

-¡IDIOTA! ¿CÓMO PUDISTE? - le gritaba Emmaline en respuesta.

En el momento en que salía volando un balón (¿donde había salido?), Nathaniel alcanzó a verme y no dudo en lanzarse en mi dirección. Todo fue muy rápido y apenas si procese lo sucedido, una de los cojines de los sillones había volado en dirección a Nathaniel. Pesé a tratarse de un montón de plumas, el impacto de la almohada contra mi pecho me sacó un poco el aire.

-¡Señor Huaze! - grito la mayordoma.

Nathaniel se había librado al usarme de escudo humano, pero Emmaline no habría sabido que era yo si no escuchaba los gritos de la empleada de su hermano.

-¡Oh, por Dios! ¡Lei! ¿Estas bien?-pregunto preocupada mientras se acercaba rápidamente.

Tosi un poco en respuesta pero le indique que estaba bien, tenía más fuerza de la que creía y sin duda alguna era más peligrosa que Julieta enojada. No tuvo tiempo de decir otra cosa, pues su hermano aprovecho la distracción para intentar huir, pero no lo logró. Emmaline lo atrapó en su huida y lo jalo hasta tenerlo contra el sillón.

La mayordoma se acercó a ver si yo estaba bien y tras asegurarle que si, me apresure hasta Nathaniel para quitarle a Emmaline de encima, la sostuve por la cintura y la jale lejos de él.

-¡Hey, aún no acabó con el! - me reprochó Emm.

-por eso mismo - le respondí sin soltarla.

Nathaniel tosio, su hermana lo había tomado por el cuello minutos antes, se incorporó y miró con temor a Emm. Yo por mi parte, la abrace para tranquilizarla.

-¡gracias, cuñado! - dijo Nathaniel levantando el dedo pulgar de su mano derecha. - si no hubieras llegado ya estaría muerto.

-ya lo estás, solo aun no lo sabes--bromee sin soltar a mi prometida.

-¡ya me calme! Sueltame - pidió ella, realmente ya no forcejeaba pero la conocía tan bien que sí la soltaba arremeteria nuevamente contra su hermano.

-no, hasta que me expliques que sucedió - le dije tratando de negociar.

-te diré si me sueltas - dijo ella con una sonrisa de satisfacción, no parecía molestarle que la tuviera entre mis brazos y tampoco ignoraba lo que intentaba.

-¡no la sueltes! - grito Nathaniel con miedo - yo te contaré.

-¡tu callate, tarado! - lo mando callar Emm.

-por favor, 10 minutos de tregua -dije con fastidio, por mucho que me pareciera divertido ver a Nathaniel ser golpeado por su propia hermana, esto podía salirse de control.

-okay, okay - aceptó Emmaline.

La mire con duda pero la solté, miró a su hermano pero en lugar de atacarlo se sentó en el sillón frente a él. Nathaniel suspiro aliviado y se dejó caer en el sillón. En algún punto la mayordoma se había ido.

-¿y bien? ¿Por qué la urgencia por cometer un homicidio? - pregunté sentandome a lado de mi prometida.

-¡eso, cuñado!, llamale la atención--me animo, a la par que me interrumpía, Nathaniel emocionado.

-entiendo que es un total fastidio, pero no había necesidad de matarlo con tus propias manos - continúe, ignorando el comentario de mi “cuñado"-en todo caso, los asesinos a sueldo son mejor opción.

-¿de que lado estas? - me recriminó esta vez Nathaniel.

-¿no te dije que te callaras? - le dijo su hermana y él guardo silencio muerto de miedo. - la reunión con mi padre fue mejor de lo que esperaba.

-si es así, ¿por que lo quieres matar? - pregunté confundido.

-porque sólo se dio de tal modo, porque el idiota de Nathaniel hizo un trato con mi padre -soltó endureciendo de nuevo, ¡ah, así que se había enterado! - mi padre nos dejara en paz, si y solo si mi hermano se casa con Jing y continúa siendo el títere de mi padre y la empresa.

Mire a Nathaniel, el había mencionado que la empresa no era su máximo pero no creí que lo dijera enserio, después de todo, se le daba muy bien dirigirla.

-ya lo sabías, ¿verdad? - pregunto Emm sacándome de mis pensamientos.

-no, de hecho esperaba lo peor al llegar - me apresure a mentir.

Nathaniel me miró enfadado pero enseguida entendió que era mejor así, si Emm enfurecida con ambos, no habría escapatoria alguna.

-si, bueno -sospechosamente Emmaline no insistio, seguro ella ya esperaba que supiera - por más que le busque sentido no lo había, así que vine a romperle la cara a mi hermano por seguir preocupado por mi cuando le dije que se preocupara pos si mismo.

-y yo te dije que no lo haría - su hermano se enderezó de un salto y la miró mal - lo haz dicho, es mi vida y yo decido que hacer con ella. Mi decisión es hacer lo posible porque tu vivas una vida feliz, lo demás no me importa.

-¡idiota! ¿Necesito decirte lo importante que es tu felicidad para mi? - le reclamo Emm - todos esos años sin ti, lo único que pedía era que estuviera bien aún cuando estuvieras lejos. ¡Entiéndelo!

-si lo se, pero lo hecho, hecho esta y no puedes cambiar nada - respondió Nathaniel resignado- tendrás tu boda soñada y mi padre te dejara en paz el resto de tu vida, con eso soy feliz.

-idiota... - dijo Emm, tenía los ojos cristalinos, aún cuando trató de contenerse no pudo y se soltó a llorar.

La abrace y deje que soltara todo, Nathaniel solo observó con expresión de dolor. Se había sacrificado por su hermana, el creía que era lo correcto, pero ahora le dolía ser la causa del sufrimiento de ella. La situación era más complicada de lo que parecía.

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora