🎶CIENTO CINCUENTA Y CINCO🎶

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El resto del día fue risas y diversión, hubo bromas de la boda y planes también.

Ciertamente los días que siguieron fueron parecidos, la videollamada con la madre de Emm para darle la noticia fue una vista al pasado. Isobel nos mostró su álbum familiar y recordó con lágrimas en los ojos cuanto había crecido su hija. Incluso Trinity y Frederick, soltaron gritos emotivos al enterarse que su hermana de otra madre sería la primera en casarse de los 3. Los Wang se emocionaron como si de mis propios padres se trataran y prometieron asistir a nuestra boda sin importar las circunstancias, no se lo podían perder. Aquellas llamadas aunque de principio creí que serían un fastidio, finalmente solo me recordaron todas las personas a las que les importo, era una sensación cálida y que posiblemente perduraria siempre que estuviera con Emm.

Lo difícil llegó cuando fue hora de informar a nuestros padres, faltaban 15 días para navidad (había volado el tiempo). Habíamos decidido que sería mejor enfrentarlos a solas, quizá de esa manera Shì Zhi Chao se mostrará menos desagradable con Emmaline y quizá yo podría ser más rudo con mi padre a solas. Iría a Taiwán a ver a mis padres y Emm se quedaría a hablar con su padre. Cuando llego el día:

-volveré el domingo - le recordé a Emm que no quería soltarme, llevaba abrazándome 5 minutos.

Era viernes por la tarde, la primera nevada había pasado semanas antes y la nieve cubría ya todos los lugares posibles.

-¿debería de desearte suerte? - pregunto separándose un poco.

-la necesitarás más tu - le dije con una sonrisa, no había modo de que alguno de los dos se deshiciera de los nervios.

Le di un beso de despedida y salí casi volando al aeropuerto, me esperaba un corto viaje en avión de 2 horas y 20 minutos. Que en realidad se sintieron como solo unos minutos, era por mis nervios o por la preocupación de dejar sola a Emm. Esperaba que su padre fuera comprensivo por primera vez o que por lo menos se comportará como ella decia que fue en algún momento. No paraba de darle vueltas al asunto, de no ser por la auxiliar de vuelo quizá ni me habría enterado de que ya habíamos llegado a nuestro destino. Aún no estaba preparado para ver a mis padres, igual salí del aeropuerto y pedí que el taxi me llevara a la mansión Huaze.

El momento había llegado, sabía gracias a Mei que mis padres estarían en casa, así que no me quedaba más que entrar directamente a verlos.

-¿joven Huaze? - dijo el mayordomo cuando me abrió la puerta, se le veía realmente sorprendido pero me dejó pasar.

-ha pasado mucho tiempo - dije a modo de saludo.

-si, bastante - respondió el hombre, realmente mi relación con él era tan distante como con Mei.- puede pasar al salón, le informaré a sus padres que esta aquí.

Parecía que sólo era un visitante más, supongo que en si eso era para mí familia. Espere pacientemente a que aparecieran mis padres, la cocinera llegó y me ofreció agua, la cual rechace. 15 minutos más tarde, mi madre apareció seguida de mi padre.

-¡Lei! ¿A que debemos tu visita? No hemos sabido nada de ti desde septiembre - saludo mi madre acercándose para abrazarme.

Me puse de pie y le correspondo el abrazo, era confuso: en ocasiones la relación con mi madre era normal y en otras, el reflejo de las actitudes de mi padre aparecía.

-necesitaba decirles algo urgente- respondí aún nervioso.

-una llamada no pudo ser mejor--sugirió mi padre, intercambiamos miradas pero ninguno saludo.

-debia ser a la cara - explique.

Mi madre nos llevó a ambos a sentrarnos antes de que alguno dijera otra cosa.

-Wook, por favor que preparen una habitación para mi hijo - pidió mi madre llamando al mayordomo.

-no hace falta, solo es una visita rápida - me apresure a negar.

-¿rápida? ¿Por qué la urgencia? - pregunto mi madre preocupada.

-tengo que volver con Emmaline--solté sin pensarlo dos veces. - de hecho sobre ella quiero hablarles.

-¿qué hay con ella? - pregunto mi padre con su tono superficial de siempre.

-nos vamos a casar - solté sin más, entre más rápido fuera mejor para mí.

-¿qué? Tan pronto, después de nuestra llamada de hace un año pensé que tardarían más, además lo del accidente... - comenzó a quejarse mi madre.

-no fue tan pronto y lo del accidente no fue culpa de nosotros- dije interrumpiendola.

-Jia, igual tenían que casarse -comentó mi padre para calamar a su esposa.

-¿cómo que tenían? ¿De qué hablas, Xen? - así que mi madre no sabía nada...

-Shì Zhi Chao y yo hicimos un trato el año pasado - explico Xen.

-¿arreglaste el matrimonio de mi hijo, sin que me lo consultaras? - pregunto Jia.

Esto hiba de mal en peor, si salía ahora de la casa sería lo mejor, total la noticia ya la había dado.

-era lo mejor para Lei, después de Jing... - comenzó a decir mi padre.

-¿esa fue tu excusa? - pregunté sorprendido. - ¿tu excusa fue ella?

-si - se limitó a responder.

Debía conservar la calma, aún debía decir una cosa más.

-te demostré que podía con la empresa y te pedí que la dejadas en mis manos... - comencé a decir con la poca paciencia que me quedaba - ahora te pido... No, te éxijo que no te metas más en mi vida, ni en la de Emm...

-pero Lei... - comenzó a decir mi madre.

-no, ya no más pero's - le dije a Jia y luego me dirigí a Xen -tu y Shì, casi hacen que pierda al amor de mi vida y no pienso tolerar que sigan con esto. - mi padre estaba serio, pero tenía la sensación de que realmente le dolía todo lo que estaba diciendo- es lo último que te pido.

-de acuerdo - accedió más rápido de lo que pensé.

Mi madre nos miraba con lágrimas en los ojos, mi padre tan frío como un témpano de hielo que no sabía si realmente lo decía enserio, tendría que confiar en que si. Me levante para marcharme, no necesitaba un gran enfrentamiento con mis padres, solo debían saber mi decisión y ellos después eligirian apoyarme o no.

-antes de que te marches... - me detuvo Xen, me quede de pie - lamento todo lo que hice para que me trates así, lo merezco aún cuando yo solo busque lo mejor para ti y para tu madre... Supongo que no fue el modo...

>> a pesar de eso creo que creciste como un gran hombre, así que no me causa el mayor problema darte mi bendición para tu boda - siguió diciendo con aquel tono que le había oído cuando me pasó la empresa legalmente - no intervendre más y si puedo hacer que Shì cambie de opinión solo necesitas pedirlo... - hizo una pausa en la que nuestras miradas se encontraron, era la primera vez que lo veía tan indefenso - estoy orgulloso de ti, hijo, de todo lo que haz logrado y de la felicidad que haz encontrado...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora