🎶CIENTO TRES🎶

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Después de que todos nos calmamos los suficiente para hablar, le explique a Isobel lo que había pasado con el drama de las empresas. Luego de las malas noticias de Emmaline yo menos quería dejarla, pero fue la misma Isobel la que insistió en que fuera a arreglar las cosas de mi familia.

-es lo que Emmaline querría - me dijo para animarme a irme.

-de cualquier forma, Alexander y yo estaremos aquí - me aseguro Julieta.

No importo cuanto me dijeran que estaba bien que fuera, aún sentía odio al padre de Emm y hacía mi propio padre. Después de mucho insistir, Isobel prácticamente me corrió para que fuera a resolver el problema en China.

De mala gana, fui a casa a empacar y a despedirme de los Wang, quienes me aseguraron que cuidaría bien de Emm, Julieta e Isobel. Hora y media más tarde ya estaba por abordar el avión a China. Poco antes de despegar y tener que apagar el teléfono, me llegó un mensaje:

Julieta: aún continúa la operación, cuando sepa algo más te avisaré.

¿Por qué sentía que hace unas horas seria la última vez que tendría la mano de Emmaline entre las mías? Con malos pensamientos el vuelo comenzó. 12 horas en las que no sabía que pasaría con Emmaline, 12 horas que usaría para tratar de no seguir odiando a todo el mundo y 12 horas para ver como salvaría mi empresa.

-pasajeros del vuelo 6373 con destino a Shangai, estamos próximos a aterrizar, abrochen sus cinturones - dijo la azafata por el comunicador - gracias por volar con FlyShi-Tec.

En unos minutos más, la presión se sentiría el doble, el estrés ya se podía sentir. Una vez fuera del avión, mientras esperaba mi equipaje, mi teléfono sono.

-¿ya haz llegado? No puedo creer que me hicieras venir tan tarde - se quejo Nathaniel en cuanto respondí su llamada.

-no tenias que venir, igual pude llamar a mi chófer - le respondí, mi maleta apareció ante mi y la tome.

-si bueno, habia que ponerte al corriente y además, tengo noticias de Emm - dijo un poco menos quejoso.

-¿noticias? - pregunté nervioso.

-si, noticias, date prisa - me apresuró.

Sin responder sólo colgué la llamada y camine a la puerta del aeropuerto. Apenas comenzaba septiembre y ya se sentía el gélido aire otoñal. No pensé que volvería a China de esta manera, pero aquí estaba y me sentía fuera de lugar, solo un año me había ido y ya habían pasado tantas cosas que hasta la ciudad parecía diferente, aunque fuera la misma de siempre. Quien había cambiado era yo.

-cuñado, podrías darte prisa - me apresuró Nathaniel apareciendo de la nada frente a mi.

Arruge la nariz como siempre hacia Emmaline, el recordarla me causó un extraño dolor punzante.

-que afán de llamarme así - me queje y lo seguí hasta el carro.

-los negocios nos hicieron familia- comentó sarcástico y con una sonrisa tan fingida que en lugar de ser grata, daba escalofríos.

Suspiré fastidiado y subí al auto, Nathaniel también subió y comenzó a conducir.

-¿qué tal el vuelo? - pregunto y lo voltee a ver mal - okay, okay, yo solo quería hacer platica.

Negué con la cabeza y me recargue en el respaldo del asiento.

-¿cuándo dejaras de ser tan amargado? - pregunto sarcástico.

-cuando dejes de ser tan fastidioso - le respondi del mismo modo.

-uff, necesitaré consejos de Emmaline para aprender a tratarte, eres un caso perdido - dijo entre dientes.

Lo ignore, cerré los ojos y respire profundamente para no tratar de golpearlo.

-bien, iré al grano...

-al fin - suspiré.

-después de que te gritara por teléfono por la mañana, regrese a la sala de juntas y tus padres ya estaban firmando un acuerdo - comenzó a decir ignorando mi comentario- mi padre los convenció de que el grupo Huaze podía crecer si vendían y que si lo hacían después podrían tratar de recuperarla...

>>tu padre fue inteligente y le pidió tiempo para ver si aun podía hacer algo antes de venderla, así que Zhi Chao, les propuso que presentarán un nuevo plan en dos semanas, pero claro no sólo debe convenirles a ellos - volví a cerrar los ojos, tenía que calmarme- Zhi Chao les pidió que el plan le diera el doble de beneficios y ganancias que la compra del grupo Huaze. Trate de pedirle más tiempo, pero lo único que logré fue que me dijera que me callara y observará como se hacían negocios, realmente dudo que la empresa llegue a ser totalmente mía algún día. - hizo una pausa para ver si lo estaba escuchando, así era - lo peor es que el contrato que firmaron era para garantizar que si la propuesta no satisfacía las demandas de mi padre, entonces el pasaba a tomar el poder automáticamente del Grupo Huaze.

-grandioso - susurre sarcástico.

-hay algo más - añadió deteniéndose en el semaforo- si tu propuesta le parece bien a mi padre, tendrás que hacerte cargo oficialmente de él puesto de CEO del Grupo Huaze, de lo contrario mi padre igual se quedará con el.

-¡¿qué?! - pregunté abriendo los ojos de golpe.

-eso fue lo que dijo el abogado de tu padre, desde hace 3 años eres el CEO legal de la corporación, pero necesitas haber ejercido el puesto mínimo un año para que tengas total derecho sobre lo que sucede con del grupo - hizo una pausa esperando para que dijera algo, cuando no lo hice añadió- por eso tu padre firmó el contrato, si hubieras estado más pendiente de la empresa quizá esté contrato no sería válido.

¡No es verdad! Mis padres jamás lo mencionaron, ¿por qué no sabía de eso?

-no lo sabias, ¿verdad? - pregunto.

-si lo hubiera sabido, crees que tendría esta expresión - le respondí entre dientes.

-creo que nos parecemos más de lo que creía - dijo con tono cansado.

Quizá si, después de todo nuestros padres eran amigos, no debía sorprenderme que las mañas del otro las imitaran. La ciudad estaba muy tranquila a esta hora de la noche, no tardaríamos en llegar a mi casa.

-dijiste que tenías noticias de Emmaline, ¿que sucedió? - pregunté despues de unos minutos.

-ah si, bueno pues...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora