-¡Yo me opongo!
Paralizado, esa era la palabra que describía a todos los presentes, aún cuando la atención se centro en la persona que lo había dicho nadie podia creerlo, ni síquiera yo que tenía a esa persona frente a mi.
-yo también me opongo.
-si, yo igual.
-¿qué? - solte sin entender.
-he dicho que yo me opongo a este matrimonio - repitió Ah Si decidido, el había hablado en primer lugar.
-y nosotros igual - le secundó Meizuo, hablando también por Ximen.
-¿cuáles son sus motivos por qué está bella pareja no pueda unir sus vidas en el sagrado matrimonio? - pregunto curioso el sacerdote.
-verá, Padre, en ningún momento se nos pidió permiso - comenzó a explicar Ximen, ¡Dios mio, ahora solo quería hecharlos a patadas! - usted debe saber que el señor Lei es como un hermano y un hijo para nosotros, esperábamos que pudiera permiso para casarse pero no fue así.
-no puede ser, ¡que drama! - se quejo Emmaline, lanzandoles una mirada furiosa.
Eso solo los divirtió más y se soltaron a reír.
-no, ya puede continuar - dijo Meizuo entre risas.
-bueno, si no hay otra persona más que se oponga a este matrimonio... - siguió diciendo el padre sin poder ocultar que también se divertía con la interrupción. - yo los declaró marido y mujer... ya puede besar a la novia.
Mi momento había llegado, lo que más había esperado todo el día, con una gran sonrisa me acerque a Emmaline y la bese, la bese por todas las veces que lo había hecho y por todas las veces que lo haría de ahora en adelante. Era oficial Emm y yo estábamos casados. No hay palabras para expresar la felicidad que sentía, el mundo se desvanecía y sólo podía pensar en lo hermosa que se veía Emm, en lo exquisito de sus labios y si era posible explotar de felicidad.
De no ser por la falta de aire que sentimos, no nos habríamos separado, ni habríamos vuelto a la realidad, donde todos aplaudían de pie, algunos con lágrimas corriendoles por el rostro y otros gritando emocionados. Los F4 se daban la mano en celebración, Julieta besaba también a Alexander seguramente recordando su propia boda. Isobel lloraba y abrazaba orgullosa a Nathaniel.
Vomo dicta la tradición Emm y yo caminamos por el pasillo central con nuestros invitados arrojando pétalos de rosa blancos y rojos. Salimos de la iglesia y el auto, o más bien una limosna, ya nos esperaba para llevarnos al lugar donde se haría la recepción. Pero, justo antes de subir al auto, de las sombras salieron un par de personas.
-fue una hermosa boda - dijo la sombra más cercana.
-¿padres? - pregunté sorprendido sin soltar la mano de Emm. - ¿qué hacen aquí?
-no nos perderíamos la boda de nuestro único hijo - comentó mi madre con lágrimas en los ojos, sin contenerse más se lanzó contra mi y me rodeo con sus brazos. - mi hijo casado... ¡Ay, Dios!
Le devolví el abrazo torpemente, no sabía cuanto necesitaba ese abrazo hasta que lo recibi. Por encima del hombro de mi madre mire a su acompañante, mi padre, el que había hablado primero.
-la última vez que hablamos no creímos que recibiríamos una invitación - comentó mi padre en respuesta de mi pregunta silenciosa.
-¿invitación? - pregunté aún más confundido.
-yo la envié - se apresuró a confesar Emmaline.
Los F4 que habían visto la llegada de mis padres, detenían a los invitados dentro de la iglesia para que no interrumpiera la conversación.
-después de lo que me contaste que hablaste con ellos, sabía que ellos decían estar presentes pero jamás lo aceptarías - siguió explicando Emmaline - tienes la oportunidad de tener a tus padres en tu boda, no es algo que te dejaría perder. Aunque igual no estaba segura que vendrían por eso no te conté.
-hemos estado al pendiente de ti Isobel nos ha contado todo - confesó esta vez mi madre, soltandome por fin.
-supongo que eso era de esperarse - dije mas brusco de lo que planee.
-quizá no nos quieres aquí, solo queríamos ver tu boda pero no interrumpiremos mas - dijo mi padre, nunca había sido bueno interpretandolo, pero ahora podía ver el dolor que sentía al decir que se marchaba.
Ciertamente, quería que se quedarán, eran mis padres y habían pedido disculpas por lo que hicieron. Además, era un buen día para olvidar los rencores.
-no será necesario - dije tras pensarlo un poco, ellos ya se marchaban - creo que hoy necesitaré a mis padres, además creo que aun no conocen formalmente a mi esposa...
Mire a Emmaline tenia una sonrisa enorme y brillo más cuando me escucho decir lo último. El rostro de mi madre también se iluminó y mi padre pareció no creer lo que decía pero igual se detuvo.
-lo veré en la recepción - dije con sinceridad.
Volví a mirar a Emmaline y juntos subimos al auto, el cual comenzó a moverse segundos más tarde.
-hiciste lo correcto - comentó Emm sin soltarme la mano.
-no podía seguir enojado con ellos, después de todo son mis padres - dije mirando por la ventana.
-y ellos te quieren mucho, cuando les llamé hace unas semanas me dijeron que... - comenzó a decir para hacerme recapacitar mis duras palabras.
-Gracias -solté interrumpiendo, lo que haya hablado con ellos era algo que prefería no saber, quería disfrutar su llegada. - gracias por enviarles la invitación y por llamarles.
Mobi la cabeza para verla, se le veía sorprendida (seguramente esperaba que me enfadada, pero la verdad había sido un buen regalo de bodas), cuando se recuperó sonrió y me acerque a dejarle un corto beso en los labios.
Poco a poco, las piezas habían caído en su lugar. El último capítulo que tenía con mis padres, Emmaline me había ayudado a cerrarlo. Estaba tranquilo, mis primero minutos como casado me habían demostrado que me había casado con la persona correcta, ya lo sabia pero había quedado más claro. Emmaline, era mi alma gemela, la persona destinada a mi y a quien yo amaba infinitamente. No podía esperar a empezar nuestra vida como matrimonio. Todo estaría bien.
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanfictionAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...