-¿y bien? ¿Qué tal estuvo? - pregunto Julieta cuando llegue a la mesa, durante la cena.
Alexander también me miró con curiosidad. Sabía que Emmaline no cenaria, así que podía hablar con libertad de lo ocurrido. Les conté todo sobre el ensayo, para cuando les explique lo último, ambos tenían muecas de disgusto.
-la misión se ha vuelto imposible - concluí dejando mi cena a medio comer de lado.
Julieta me acerco de nuevo el plato y puso mala cara.
-la verdad hace tiempo que no hablo mucho con ella - confesó Julieta preocupada - en los últimos días, cuando la vi ella decía que tenía cosas que hacer y se hiba.
-¿realmente estamos hablando de la misma Emmaline? - pregunto Alexander pensativo.
-ya no se, ya no es explosiva y cuando habla su tranquilidad da escalofríos - le explique alejando la bandeja una vez más.
Esta vez, mi amiga ya no acercó la comida nuevamente, se había quedado pasmada y una sonrisa le apareció en el rostro, a la vez tomó la mano de su prometido y este la miró sorprendido. Ambos intercambiaron miradas, odiaba que hicieran eso, ellos parecían tener su propia conversación que no estaba accesible para mí.
-¿qué sucede? - pregunté desesperado, cada segundo que no decían nada me provocaba ansiedad.
Ambos asintieron con la cabeza y soltaron una carcajada, que llamó la atención de todos a nuestro alrededor.
-¿qué es tan gracioso? - pregunté nuevamente.
Siguieron riendo unos segundo más, los mire con enfado y me cruce de brazos para esperar a que terminarán.
-¡Dios mío! Es tan obvio, como no lo notamos -comentó Julieta aún riendo.
-¿qué cosa? - le insistí.
-ya lo habíamos dicho y ni así nos dimos cuenta - dijo Alexander.
-cuando quieran contarme, estaré en mi cuarto - comente levantándome de la mesa, estaba aún más fastidiado que al llegar a cenar.
-¡no, espera! - pidió Alexander- que Julieta te explique.
Me volví a sentar de mala gana y espere a que su prometida comenzará a hablar.
-¿recuerdas el viaje a Canadá? - pregunto ella y yo asentí -¿recuerdas el día que fuimos a esquiar?
Lo recordaba perfectamente, esa misma noche había ido a arreglar las cosas con Emmaline y había entendido otras más.
-si pero, ¿que tiene que ver con...? - comencé a decir.
-esa vez te dijimos que Emmaline se había comportado de mal humor durante la excursión - me interrumpió ella - y no solo eso, ella había actuado como tu.
Se detuvo, yo seguramente tenía cara de confusión porque ella suspiro y siguió explicando.
-estaba muy sería, respondía sarcásticamente y parecía querer más estar en cualquier otro lugar que ahí - volvió a hacer una pausa-apenas si dijo una palabra y tenía esa expresión de “no me importa nada", algo muy tuyo.
-gracias - dije fingiendo una sonrisa.
-no es un cumplido - intervino Alexander.
-¿a qué quieren llegar? Si, ya recuerdo esa parte pero, ¿eso de que me sirve? - pregunté ignorando a mi amigo.
-¡estas viendo y no ves! - dijo Alexander en tono de obvio.
-Emmaline sigue actuando como tu - respondió Julieta desesperada- así como tu actuabas en principio con ella o como eras a inicio del año escolar, así ella.
-se volvió como tu mini copia -simplifico su prometido.
-¿no haz notado que hasta tu eres más explosivo? - pregunto Julieta - es como si hubieran intercambiado personalidades.
Como solo pasaría en una película o serie, escuché el click que se hace cada que hay un gran descubrimiento.
-así que, ¿para poder acercarme a ella, tengo que hacer lo que ella hacía para acercarse a mi? - pregunté emocionado por la idea.
-de manera simple si -coincidió Julieta.
-¿y cómo haré eso? - pregunté desanimandome de nuevo.
Los tortolos suspiraron y se dieron una palmada en la frente, era más difícil explicarme a mi que componer una canción.
-okay, te explicaremos con bolitas y palitos - sugirió Alexander hablando incluso más despacio.
-sigue hablando así y el siguiente año no te recordaré tu aniversario - le amenace en parte a modo de broma.
-¡Ay, niños! Esto es serio - nos regaño Julieta.
Si, era una cosa seria, pero me ponía de buen humor ya tener una alternativa y una pizca de esperanza.
El resto de la cena y el desayuno del día siguiente organizamos un nuevo plan tomando en cuenta lo que habían descubierto. Este consistía en varias etapas:
1. Coincidir con Emmaline más seguido, sobre todo en los salones de práctica, y tratar de que no saliera corriendo de mi.
2. Aún que fueran comentarios sarcásticos, hacer que me hablara, prácticamente provocándola como ella lo hacía.
3. Recordarle que la música es más que unas notas vacías, ayudarla a que volviera a ser lo que era y dejara de imitarme.
4. Los tortolos buscarían volver a integrarla con nosotros, aún cuando ella se resistiera (esto igual era urgente).
5. Lograr que me tolerará y que el dueto saliera perfecto, así ella entendería el mensaje.
6. Y finalmente, explicarle todo lo sucedido y resolver el problema.
Sonaba tan sencillo de decir pero, la práctica no parecía ni un medio de fácil. Me preocupaba que no hubiera tiempo, me había tomado casi 3 meses aceptar a Emmaline en el grupo y en el proceso me encariñe de ella, eso había sido fácil.
Ahora, la cosa era distinta, ella me odiaba más de lo que puede ser capaz y no podía en un mes borrar ese resentimiento, el plan era bueno, ¿realmente sería suficiente para conseguir que Emmaline volviera a confiar en mi? Ya no me preocupaba si me amaba o no, solo quería que confiara en mi.
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanfictionAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...