-¿han visto a Emmaline? - pregunto Julieta a unos chicos con los que luego estaba.
-de hecho no la hemos visto desde el viernes - respondió uno de los chicos.
Esto no ayudó a los nervios de Julieta que sólo empeoraron conforme más personas le aseguraban no haberla visto. No siquiera un poco del concierto que improvisaron los mismos profesores pareció minimizar su preocupación.
Alexander y yo nos vimos obligados a buscarla en toda la academia, para el final del día regresamos a buscar a Julieta para decirle que Emmaline no estaba por ningún lado, la encontramos charlando con las chicas a las que me enfrente el primer día.
-... Si, salió con maletas y no la volvimos a ver - respondió una de ellas, me parece que se llamaba Celine.
-¿no les habrá dicho algo? - pregunto Julieta con voz temblorosa.
-nada de nada, pero quizá se deba a lo que todos dicen - respondió la otra, cuyo nombre era Amelie.
-¿que es lo que todos dicen? - pregunto Julieta.
Alexander y yo nos miramos, seguramente se trataban de rumores falsos como siempre.
-cómo es que no sabes, tu y tu grupito seguramente por eso la hicieron una de ustedes - dijo Celine con una clara envidia.
Julieta la miró mal y si no la conociera bien, diría que parecía muy tranquila, cuando en realidad estaba apuntó de estallar.
-bueno, todo el mundo sabe que es otra niña mimada, seguramente se fue porque no tenía talento - comenzó a contar Amelie - muchos la han oído tocar y la verdad hasta un gato podría hacerlo mejor
-es verdad, además pobrecita lloraba cada noche de manera insoportable - coincido Celine - a nadie le sorprende que se haga la mosquita muerta con el asunto de sus padres.
-ni que lo digas, la discusión que tuvo con el director Russo para que usarán si sosa composición - Amelie siguió diciendo--seguramente le prometió una gran suma de dinero o lo acusó con su padre.
No podía seguir ahí parado sin hacer nada, camine en dirección a ellas soltandome de Alexander que en cuanto me vio dar un paso me detuvo del brazo.
-creí haber sido claro con ustedes--les dije alzando la voz.
Ellas dieron un brinco asustadas y Julieta me miró sorprendida.
-¿al menos conocen a la chica que tan abiertamente critican sin parar?- les pregunté. - seguro que no, pero eso no les interesa, su falta de talento propio hace que suelten su veneno a cualquiera que esté por encima de ustedes.
-ah, ¿qué es lo que haz dicho? - dijo ofendida Celine.
-me parece que oyeron muy bien, antes de soltar estupideces de alguien mirense primero - les dije aun más molesto que antes.
-a la directora Dupont le sorprenderá ver como se comporta uno de sus alumnos - me amenazó Amelie.
-adelante, a tu pobre familia le alegrará recibir mi demanda por difamación - respondí con una sonrisa de lado - ya se quienes son.
Tome a Julieta de la mano y la arrastre conmigo fuera del edificio de los dormitorios. Alexander nos siguió hasta la terraza.
-¿qué ha sido eso? - pregunto Julieta - puedes meterte en problemas por eso.
-y debía seguir escuchando las tonterías que decían - respondí aún alterado.
-no, pero... - respondió.
-bien, calmense todos - nos dijo Alexander - esas dos chicas solo decían idioteces y se lo ganaron lo que hizo Lei.
>>pero Lei, debiste dejar que siguieran hablando, nosotros conocemos a Emmaline y sabemos la verdad - concluyó.
Les di la espalda y mire la ciudad, de nuevo había perdido los estribos por nada. No me arrepentía, había defendido a alguien cercano a mi. Aunque quizá, Alexander tenía razón, no debí actuar así, pero no tenía ánimos de seguir quedándome con los brazos cruzados.
El resto de la tarde hasta la cena Julieta siguió enviandole mensajes a Emmaline y llamándola cada 5 minutos. Alexander trató de tranquilizarla con todo lo que podía: comida, bromas, música y conversaciones alejadas a la chica aparentemente desaparecida. Yo por mi parte, solo miraba a Julieta sin decir palabra, con las manos dentro de mis bolsillos y esperando que para la cena Emmaline regresará y Julieta se relajara. Pero no fue así.
En la cena tampoco hubo rastro de ella, ni a la mañana siguiente en el desayuno. Aún sin decir palabra, sólo comí y me marche a un salón de ensayo donde toque sin parar hasta que la hora de la comida llegó.
-ni siquiera Dupont sabe de ella pero eso no le preocupa - decía Julieta enfadada cuando llegue a la mesa.
-aún debe estar con su familia, quizá está en Inglaterra con ellos - le repitió por milésima vez Alexander.
Comí en silencio, para cuando termine Julieta se percató de mí presencia y su ira la dirigió hacia mí.
-¿dónde haz estado? - pregunto.
-ensayando - me limite a responder.
-¿cómo puedes estar tan tranquilo cuando tu amiga está desaparecida? - me regaño.
-ayer me haz dicho que no me alterará - le dije tranquilamente.
-si pero esto es diferente, hace días que no sabemos de nuestra amiga, ¿cómo puede no importarte? ¿Por qué eres un insensible rico más? - soltó casi gritando.
Me cruce de brazos y observe como las mesas de alrededor se callaban y observaban.
-chicos... - dijo Alexander - Lei, no lo dijo enserio.
Julieta siguió mirándome de la mala manera.
-ni siquiera lo vas a negar - dijo de la nada.
-July, no... - le habló su promedio.
-que lo niegue no cambiará lo que piensas - respondí, me puse de pie- gracias por dejarme en claro lo que soy para ti.
-¡Lei! - oí que me grito Alexander.
Salí del comedor con aun más indiferencia que la que normalmente aparentaba. Sabía que lo que dijo Julieta era lo que en el fondo pensaba de mí, no me sorprendía.
ESTÁS LEYENDO
EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
FanficAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...