🎶VEINTIUNO🎶

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-siempre hay un lado positivo, incluso de las peores cosas.-respondio confiada.

-¿y en este caso es?

-bueno, si vinieran seguramente sólo hablarían de negocios con otros de los benefactores y ni siquiera prestarían atención a la música - explicó muy segura de lo que decía - si no vienen no lidiaras con el enfado que provoque eso.

Lo pensé un mometo, en cierto modo dijo que era preferible que no asistieran y lidiar con su falta de interés, a que fueran y su desinterés fuera obvio para otros. Era casi lo mismo, pero sin duda tenía un buen punto.

-tu no podrás librarte de eso, ¿verdad? - le pregunté.

Despues de todo su padre era el benefactor estrella este año.

-no, aunque realmente desearía que si pudiera - confesó entristecida.

Quise decirle algo para hacerla sentir mejor pero no se me ocurrió nada. La vida de los herederos así era normalmente y rara vez mejoraba.

-otra pregunta -dijo después de un rato.

-realmente me haz analizado bastante, ¿verdad? -le dije y me gire para dejar mi taza vacía.

-si, eres muy complicado, con tu mera presencia ya es demasiada curiosidad, - explicó--no me puedes juzgar por ser curiosa, además todo el mundo alimenta esa curiosidad. - se cruzó de brazos y me miró con recelo- por ejemplo, ¿a que se refería Julieta el jueves?

Seguí dándole la espalda sin atreverme a girar para comprobar su expresión.

-¡volvimos! -anunció Lian. Se percató de la presencia de Emmaline y añadió- ah, señorita, buenos días.

-Buenos días - saludo alegre Emmaline.

-hemos salido por las compras pero enseguida preparo el desayuno -explicó Lian, apresurados a entrar a la cocina.

-no se preocupe, ¿puedo ayudarle? - pregunto Emmaline- en casa solía cocinar con mi madre, además me gustaría ayudar en algo.

Salí de la cocina y me aleje de ahí. Escuché a Lian decirme algo pero simplemente lo ignore.

Terminé en el balcón de mi recamara, deseando poder salir, nada me lo impedía pero sabía que si me marchaba Julieta saldría tras de mi para traerme de regreso y darme un sermón.

-señor Lei, el desayuno ya esta- me informó Yu desde la puerta sin abrir.

-iré en un momento - respondí.

Inhale profundamente para armarme de fuerzas y poder bajar. ¿Por qué le daba tantas vueltas al asunto?

Al llegar al comedor, solo estaba Lian y Emmaline esperando, Yu venía detrás de mí.

-supongo que Julieta y Alexander están muy cansados - habló Lian cuando nos vio llegar.

Me senté a un lado de Emmaline y ella me miró curiosa, evite su mirada. Comenzamos a comer, estaba delicioso más de lo normal.

-te esmeraste esta vez - felicite a Lian.

-¡ah, gracias! Pero de hecho Emmaline preparo casi todo - respondió ella.

Mire a Emmaline y alce las cejas sorprendido.

-no eres el único con múltiples talentos - me dijo un poco ofendida.

Me encogi de hombros y seguí comiendo. Lian y Emmaline hablaron sobre recetas de cocina y condimentos. Yu leía su periódico y yo me debatía de nuevo.

-Lei, porque no llevabas a Emmaline a conocer la ciudad - sugirió la cocinera cuando terminábamos. - me ha contado que no ha tenido oportunidad de conocerla realmente y les vendría bien algo de distracción.

De nuevo mire a Emmaline como esperando respuesta, ella me sonrió inocente y junto las palmas de las manos.

-por favor - pidió emocionada.

-de acuerdo - respondí.

Quizá podría ser la ocasión perfecta para hablar bien con ella.
Después de eso, subimos para terminar de prepararnos y 10 minutos más tarde estábamos en la puerta.

-¡los veré en la comida! - nos despidió Lian.

Salimos a la calle y caminamos tranquilamente hacia la avenida principal.

-¿a donde iremos? - pregunto emocionada mi acompañante.

Lo pensé un momento, había un lugar que era mi favorito y donde si tenías suerte podías encontrar un concierto callejero.

-bueno, hay mucho que visitar aquí pero creo que te gustara el lugar donde te llevaré -le respondí sonriendo de lado.

-por favor no digas que la torre Eiffel, sería muy cliché - me dijo haciendo una mueca.

-me temo que será para después - le dije.

Llegamos a la avenida principal, hice que se detuviera un taxi y subimos a él, le di la dirección y se puso en marcha.

Durante el camino, que más o menos era de 20 minutos en auto, Emmaline miró por la ventana emocionada, me recordaba a una niña pequeña que recién sale de casa. Sonreí con tan solo verla feliz.

El taxi nos dejó frente a la entrada, pagué y bajamos.

-¿donde estamos? - pregunto Emmaline.

-en el Jardín de las Tullerías - respondí.

Comencé a caminar hacia dentro del jardín.

-a la izquierda más allá, está la Place de la Concorde - dije señalando la dirección. Luego cambié la señal al lado contrario - y la derecha está el Museo del Louvre.

Ella me seguía emocionada por el jardín mientras le mostraba algunos de los lugares más emblemáticos de ahí mismo, era como su guía de turistas. Preguntó muchas veces sobre algunos lugares y se emocionó aún más al ver la rueda de la fortuna.

Pará cuando mire el reloj apenas eran las 2 de la tarde y ya habíamos recorrido superficialmente gran parte del Jardín.

-eres un buen guía de turistas - me dijo cuando nos dedicamos a caminar solamente.- si la música no funciona ya tienes a qué dedicarte.

Me acerque a una pequeña tienda ambulante, eran como partes traseras de camiones, y pedí dos cafés fríos. Le di una Emmaline.

Pará disfrutar el café nos sentamos frente al lago que había.

-en verdad que cada vez eres más un enigma, Lei - me dijo mientras me miraba con curiosidad- me agrada...

EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora