Casi 3 horas más tarde solo yo, 3 chicas y 2 chicos más éramos los que nos ganamos un lugar en la primera línea, los demás quedaron de pie detrás de nosotros. Muchas cuerdas se rompieron, varios se quejaban de lo mucho que tocaron y otros más se quejaron por estar de pie las 6 horas de clase. Pará cuando llegó la 1 de la tarde, todos corrieron fuera del salón.
Me despedí del profesor y salí a paso tranquilo hasta llegar al comedor. Emmaline ya estaba en el comedor, me senté con ella y solo nos miramos con recelo hasta que llegaron Julieta y Alexander.
Una hora más tarde Emmaline se fue a clase y un rato después los enamorados también.
Salí del comedor y me dirigí a la terraza. Como siempre, estaba vacía. Mire el paisaje por un largo rato, sin ningún pensamiento en la cabeza.
-¡ahí estas!
Di un brinco de sorpresa y me gire a ver quien estaba ahí. Era Julieta.
-te hemos buscado por media hora, te llamamos y no contestaste, creíamos que estabas dormido - me reclamo.
Mire mi teléfono y efectivamente había llamado muchas veces, pero lo tenía en silencio desde la clase así que no lo había escuchado.
-perdón, perdí la noción del tiempo - me disculpe y camine hasta donde estaba.
Bajamos de la terraza y nos encontramos con Alexander y Emmaline en la fuente del jardín.
-¿donde estabas? - pregunto Alexander con un poco de enojo.
-en el lugar de siempre - respondí, el sabría a que me refería.
-bueno, ya lo encontramos, vayamos a un café, necesito cafeína - pidió Julieta.
Caminamos hasta nuestro café habitual y estuvimos ahí por un buen rato, solo hablando de las clases, de música y de todo y nada a la vez. Emmaline se había adaptado bien a nosotros aunque aún me daba cierta desconfianza, ni siquiera sabía quién era y ya era una de nosotros en solo 2 días.
Regresamos a la academia para la cena y después cada quien se fue a su dormitorio, había sido un día tranquilo pero pese a eso, al tocar la cama caí rendido.
Al día siguiente, llegué 6:40 al comedor, lo que hizo que solo tomará un jugo antes de ir a clase.
Descubrí que compartiría teoría de composición con Alexander, estudio de notas con Julieta y los 3 estaríamos en Historia de la música y de allí iríamos al comedor.
Como esperaba, una clase con Alexander era pura diversión aunque prestamos atención la mayor parte del tiempo. Con Julieta solo se trató de hacerla callar para que no nos metiera en problemas. Pero el verdadero problema fue cuando estuvimos juntos, casi nos sacaron de clase después de que Alexander comenzará a imitar los retratos de los músicos del siglo XVI.
-había olvidado lo difícil que es tomar clase con ustedes - les dije de camino al comedor.
-ah, pero nos extrañabas, no lo puedes negar - respondió confiado Alexander.
No vimos a Emmaline durante la comida, no es que me preocupara pero Julieta lo menciono cuando salimos de allí.
Teníamos 2 horas libres hasta nuestras clases privadas así que subimos a la terraza.-así que, ¿por qué desprecias a Emmaline? - pregunto de la nada Julieta cuando ya teníamos rato arriba.
Lo pensé antes de responder.
-no la detesto - me limite a responder.
-si no lo haces, ¿por qué eres así con ella? - insistió Alexander.
Al parecer tenían mucho tiempo queriendo preguntar eso. No los mire a los ojos en ningún momento y solo seguí con la vista al frente.
-ella empezó - aclare.
-buen punto, pero debiste haberle hecho algo para que ella actuará así - razonó Julieta.
Esta vez si que la mire.
-¿me crees del tipo que anda por la vida buscando a quien insultar o herir? - pregunté un tanto insultado.
-la verdad no - respondieron mis amigos al unísono.
Asentí y seguí mirando la ciudad. Por un momento pensé que quizá si era así, no me había molestado en pensar en lo que sentirían esas chicas el lunes y tampoco me detuve a pensar en qué pasaba con Emmaline. Había estado fingiendo desinterés como antes de conocer a Shancai, pensé que ella me había cambiado, aunque quizá no del todo.
No insistieron más en el tema y pasado el rato fuimos a los salones de práctica a las clases privadas.
Alaric llegó puntual a las 4.
- ¡hola! Si que ha pasado tiempo - saludo sonriente.
-sin duda, oí que conseguiste un premio después de nuestra pequeña colaboración en Shangai - le dije.
-ah si, nada importante, creo que de hecho ese premio lo merecía alguien más - dijo encogiendo los hombros.
Alaric era francés pero de los barrios bajos, por lo que había trabajado duro para ser quien era hoy en día. Siempre creía no merecer los reconocimientos que ganaba y creo que era eso lo que me hacía identificarme con el.
-bien, veamos que tanto haz avanzado desde nuestro último encuentro - dijo cambiando de tema.
Las 3 horas y media siguientes intérprete una de las piezas más famosas y Alaric me detuvo cada cierto tiempo para hacerme correcciones o para que repitiera alguna parte. Era buen maestro, muy perfeccionista.
Pará la última media hora sugirió que tocaramos juntos.
-¿por lo viejos tiempos? - pregunté.
-por los viejos tiempos.
Y así comenzamos a tocar la misma melodia que interpretamos años atrás.
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EL SALÓN DE LAS MELODÍAS (Huaze Lei)
Hayran KurguAh Si al final se caso con Shancai, Ximen tiene Xiaoyou y Meizuo espera a su chica indicada. Pero, ¿qué pasa con Huaze Lei? ¿Jing volverá? El corazón de Huaze Lei toca una melodia perfectamente incompleta, que con el tiempo se podrá terminar. . . ...