Unplanned Love (Feng Meizuo)

🧶CUATRO🧶

Y el gran día del viaje llego, había logrado convencer a mi padre de que viniera también temprano conmigo, ya que el era el único que conocía Rusia, específicamente San Petersburgo, nuestro destino.

Serían 6 días, bueno prácticamente 4 si descontabamos los días de los vuelos. Uno menos si contamos el día de la reunión, quedando 3 días; menos uno más para la planeación de la propuesta. Me quedaban 2 días para investigar, supongo que he trabajado con menos antes.

Tenía 14 horas y 25 minutos para organizar un plan de investigación, ¡quien diría que el viaje sería tan largo!.

1. Llegar, descansar, desempacar y cosas básicas.
2. Tomarme un día para visitar la sala de ensayos de la clienta. Hacer un poco de trabajo de espionaje (conseguir un disfraz).
3. Investigar sobre lo que sea que tengan planeado (esperando encontrar algo útil)
4. (opcional) entrar en crisis por no tener ni idea de que hacer.
5. Aprovechar el momento de claridad milagrosa y llamar a los F4 con urgencia.
6. Terminar la propuesta.
7. Reunirnos con la clienta.
8. Cerrar el trato.
9. Respirar después de tanto estrés (recomiendo unos tragos con mi padre)
10. Regresar a China y buscar a la doctora Bae Mi-suk.

Y después de aquel largo vuelo, el punto uno lo cumplí a la perfección. Mi padre y yo nos hospedamos en un hotel muy famoso de la ciudad. La verdad toda la ciudad era famosa, era la segunda ciudad más poblada de Rusia, yo podría decir que era la capital del arte y la cultura con sus más de 200 museos, un importante sitio histórico para los rusos y además era la ciudad que menos se parecía al pais que pertenece. Prácticamente era como la matrioska o muñeca rusa, aunque pareciera que quitaras una capa de ella, en realidad tenían muchas esperando por ser descubiertas.

-... Y por allá esta la fortaleza de San Pedro y San Pablo - decía mi padre.

En tono el camino al hotel después del vuelo no había parado de hablar de los lugares por los que pasábamos.

-ah, a tu madre le encanta el teatro Mariinski - dijo cuando pasamos frente al gran teatro, muy famoso, donde se cree que el mismiso Tchaikovsky presentó una de sus piezas.

Si tan solo tuviera más tiempo, tendría suficientes lugares para planear un recorrido turístico, pero no estaba por negocios. Ya buscaría el momento para organizar un viaje.

Pará cuándo llegamos el hotel, seguía sin comprender toda la energía que tenía mi padre para hablar, no había parado desde que bajamos del avión. Y ahora tenía que encontrar un espacio en sus respiros para decirle mi plan para los siguientes días.

-papá... - comencé a decirle una vez en la habitación.

Diría que es una habitación simple, pero ciertamente no lo es: parecía un departamento, con su sala, comedor, 2 habitaciones, 2 baños completos, una vista increíble de la ciudad, tecnología de punta y muy muy alto.

-... Ah, la bella San Petersburgo, que bueno que tenían la habitación disponible... - se estaba encaminando a la ventana mientras el botones dejaba las maletas dentro.

-papá... - insisti divertido por su sordera temporal.

-¡mira, Meizuo! Debimos traer a tu madre y... - siguió ignorandome.

Suspirando me acerque a su lado y le deje caer la mano en su hombro, volteo a verme un tanto desorientado por tanto tiempo que estuvo hablando.

-papá, olvidas respirar de nuevo - bromee y lo obligue a tomar aire.- mañana iré a ver que está preparando nuestra clienta.

-¿qué? ¿Por qué? - pregunto regresando en sí mismo.

-digamos que no podía preparar una propuesta sin información - le explique haciendo muecas pensativas.

-¿información? No recibiste la carta con los detalles - pregunto mi padre frunciendo el ceño.

-¿Carta? ¿Qué carta? - pregunté a punto de entrar en pánico.

No, no podía ser que la olvidara, jamás olvidó nada. Tampoco podía ser que la tirara pues no importa si son recibos o lo que sea, siempre revisaba el correo. Un e-mail, aún cuando se fuera al spam, esa carpeta siempre está vacía y la reviso diariamente. Quizá olvidara entregármela akiko, no tampoco era posible, ella es incluso más minuciosa que yo.

-esta carta -respondió mi padre.

En lo que analizaba si la había perdido o no, mi padre busco en su teléfono, resultó ser un e-mail. Tras revisarlo me di cuenta de que si lo había recibido pero no decía nada sobre la idea o algo que diera alguna pista.

-pero solo es la petición de la reunión - le dije confundido.

-ah, entonces fue mi error - se disculpo mi padre con un sonrisa sincera.

Suspiré, no podía culparlo, aunque en los últimos años el seguía activo como director del grupo Feng, había estado preparándome para ser yo el nuevo CEO. Yo hacía todo y el solo firmaba, así hasta dentro de 2 meses.

Después de esa breve situación de pánico, terminé de contarle lo que haría, lo cual ayudó mucho pues me dio la dirección del lugar de ensayos de la clienta, así como una llave maestra para entrar sin llamar la atención.

Modo espía activado.

Inclusive la ropa estaba lista para hacerme ir de incógnito, pantalones, camiseta, sudadera de capucha y gorra negras. Casi a las 12 en punto del siguiente día, después de prepararme y desayunar con mi padre, salí del hotel esperando no perderme con las indicaciones de mi padre.

El inglés ayudó un poco, no demasiado pero sí lo suficientemente para conseguir un auto y poder recorrer casi media ciudad buscando la dichosa academia. Al final, tras un par de estresantes horas logre llegar.

Imponente. Imponente era la única palabra con la que podía describir la Academia de Vaganova de Ballet, con sus fachada impecable que parecía hecha de mármol, su altura y construcción tradicional, era sorprendete que fuera una academia. Ojalá pudiera admirarla un poco más, pero ya hiba tarde. Segui un poco más de las indicaciones de mi padre para encontrar la puerta trasera a él teatro, esa fue la parte sencilla.

La parte más difícil fue conseguir acercarme sin causar sospechas, con una actuación de saber lo que hacía fue como finalmente me anime a caminar a la puerta. Introduje la llave confiado y desee que no hubiera seguridad del otro lado de la puerta, si la había sería mi fin.