🧶CINCUENTA🧶

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-no lo cambie...-se quejo e hizo una pausa- Estaba por decir que ese no habría sido el problema si no me gustaras.

Había varias formas de reaccionar ante una declaración y a mi se me ocurría la más rara de todas: sus últimas palabras primero me hicieron sonreír, pero no lo pude evitar más y comencé a reír.

-¿y ahora a ti que te pasa? ¿Crees que es gracioso? - me pregunto, estaba lo que seguía de furiosa.

-esque... Lo S-siento... Esque - traté de decir entre risas, tenía que calmarme si no quería recibir un golpe o algo peor, de ella podía esperar cualquier cosa - esque todo el mundo hace y tiene declaraciones de amor planeadas, con detalles románticos y nosotros aquí estamos, en una oficina oscura, tras un error mío digno de tu enojo, ¿acaso no es gracioso eso?

Ni siquiera Ah Si que no entendía lo más mínimo de romance, se le habría declarado de esta forma a Shancai. De todas las formas en que yo podría decirle a Alisa que la quería, había tenido que hacerlo de este modo.

-bueno si tiene su gracia - acepto Alisa sonriendo un poco - después de todo, jamás imagine que mi primer amor seria totalmente diferente a un cuento de hadas.

-¿primer amor? - pregunté sorprendido parando de reír.

-no me hagas repetirlo dos veces - se quejo esquivando mi pregunta, era buena en eso.

-lo haré si tú no haces que repita dos veces lo que estoy por decirte - le propuse, pareció pensarlo pero accedió - quizá no eres mi primer amor, o quizá si, lo que sea, permiteme demostrarte que aun puedo hacerte sentir en un cuento de hadas.

En respuesta, Alisa se sonrojo y sonrió ampliamente, lo cual me motivo a moverme: de algún modo me las arregle para acortar la distancia entre ambos en un solo parpadeo y sin pensarlo dos veces la bese. Al diablo con la paciencia o la cultura de ser reservado, desde hace días quería repetir aquello que sucedió por accidente. Me siguió el beso y solo nos separamos por falta de aire, ambos sonrojados y sin saber que hacer a continuación.

-esto no quiere decir que seamos pareja, ¿o si? - pregunto Alisa rompiendo el silencio y en tino de burla añadió- no creo ser capaz de salir tan rápido con alguien que cambió a su novia demasiado rápido.

-auch, un disparo dolería menos - me queje, me lleve una mano al corazón y me aleje para dejarme caer en la silla, era un buen momento para un drama.

-de algún modo me tenía que vengar por tu mentira - se quejo.

-no mentí, solo lo omití - corregí en tino erudito.

-y yo solo jugué con tu corazón, estamos a mano - Alisa podía ser maquiavelica si así lo quería, me gustaba. - y hablando de estar a mano, me debes una broma.

-¿que no ya habíamos terminado con eso?

-ni hablar, aún tengo un par de semanas para divertirme - se cruzó de brazos y sonrió malévolamente.

-¿solo piensas en diversión?

-¿solo piensas en trabajo?

-eso dolió, ¿olvidaste mi épica broma del pastelazo? - me volví a dramatizar.

-ufff, okay vamos - fue su única respuesta antes de ponerse de pie.

-¿a dónde vamos? - pregunté confundido.

-a enseñarte como divertirte, joven anciano - respondió obligándome a levantarme. - y si no vas te seguiré llamando joven anciano por siempre.

-me amenazas con un apodo, ¿qué edad tienes? 10 - dije tratando de no reír, había perdido totalmente la cabeza.

Hace un par de horas había terminado con Mi-suk y ahora no paraba de coquetear con Alisa. Me sentía aún culpable pero se me olvidaba en cuanto veía su sonrisa.

-tengo 4 y medio - me corrigió divertida - pero digamos que son estos muchos - añadió alzando la mano y mostrando 4 dedos - y estos muchos te dirán a ti joven anciano, como divertirte.

Sin dejarme responderle, o siquiera cerrar correctamente la oficina o la galería, me arrastra hasta mi auto.

-llaves - pidió extendiendo la mano.

-no tienes permiso de conducir - me negué con una sonrisa de satisfacción - dime a donde vamos y yo te llevo.

-si tengo permiso pero no es vigente aquí, pero puedo conducir con un responsable como copiloto - tenía un buen punto, quizá no estaba improvisando tanto como me hacía pensar.

-okay, pero que conste que soy muy joven para morir - acepte sin dejar el drama pero si las llaves.

Alisa sonrió, desbloqueo el auto y antes de ir al lado del piloto, me abrió la puerta e hizo una reverencia.

-que amable persona - me burle subiendo al auto.

Cerro la puerta y emocionada llegó a su lugar, parecía niña con juguete nuevo... Y ahora que lo pensaba, ¿qué edad tenía?... Encendió el motor y se puso en marcha, condujo sin decir nada, solo tarareaba una canción que en mi vida había escuchado.

-¿haz ido a la playa en invierno? - pregunto de la nada, tomando la dirección a la playa justamente.

-claro, morir de hipotermia es mi meta en la vida - respondí irónico.

-excelente porque iremos a la playa.

-¿qué tiene de divertido ir en pleno invierno?

-más de lo que crees - dijo emocionada - si dejas de quejarte tal vez considere esto como una cita.

-el requisito para una cita es que sea romántico - me queje - y congelarme en el mar no es nada romántico.

-que anticuado, las citas son para divertirse y conocerse, así que para ya - me regaño.

Decidí no discutir más, era divertido pero no cambiaría el hecho de que ya hibamos de camino y que la verdad si sentía curiosidad por ver que haríamos. La dichosa playa estaba a una hora de distancia; jamás lo había hecho, un día despertar y decidir salir de viaje, las improvisaciones y yo no éramos tan compatibles como siempre les hacía creer a los demás. Y hablando de los demás, Ximen y Ah Si no me habían buscado, era raro considerando que horas antes habían disfrutado burlarse y seguramente me pedirían los detalles de lo que pasó cuando se marcharon. Bueno, quizá este viaje me haría sacarme de la cabeza todo, después de todo, Alisa hiba a mi lado y con eso era más que suficiente.

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora