🧶VEINTIUNO🧶

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Me las arregle para ignorar a Ximen el resto de la noche y al llegar al hotel fui directo a mi habitación, para dejarme caer en la cama y terminar completamente dormido. De no ser por la fastidiosa alarma quizá habría despertado hasta pasando el medio día. Hice lo de rutina y baje al restaurante del hotel, donde nuevamente me encontré con Ah Si y Ximen.

Fue un desayuno tranquilo, sin mucho que decir (por el momento). Una vez que desayunamos, regresamos a nuestras habitaciones a empacar.

Por más que deseara quedarme un poco más de tiempo aquí en Francia, miles de responsabilidades me esperaban en casa, más cuando faltaba una semana para que iniciará noviembre la época más alta para la empresa.

Hiban a ser casi las 4 de la tarde cuando entregamos las habitaciones y nos encaminamos a casa de Lei, conocíamos bien la dirección pues miles de veces nos habiamos quedado en ella de niños. Quien nos recibió fue el mayordomo Wang Yu, un agradable hombre que prácticamente era como abuelo o padre de Lei. Nos saludo emocionado y nos dejó pasar.

-¡Dios santo! Cuanto han crecido - grito Wang Lian en cuanto nos vio, ella era la cocinera y nos quería como a sus propios hijos.

-veo que sigue igual de enérgica y joven que hace años - le salude halagandola.

-como cree, ustedes son los jóvenes - respondió ella apenada.

-qué bueno volver a verla, señora Wáng - comentó Ah Si, la niñera de él (la señora Tu) era especial amiga de Lian.

La casa no había cambiado nada, aún era acogedora pero la veía más pequeña, o se había encogido o yo había crecido (era lógica que fuera la segunda). Dejó admitir que se sentía como volver a casa.

-oh, pero mira que guapo ha crecido señor Daoming - le respondió Lian - escuche sobre su boda, felicidades, esa esposa suya es muy talentosa.

-y excepcional, ya sabe que no cualquiera le aguanta el ritmo a Ah Si - bromeó Ximen.

-Ximen, siempre tan bromista y alegre, que bueno que no ha cambiado, su novia de ser muy afortunada - le dijo Lian.

Si hogar, dulce hogar, escalofriante por el hecho de que supiera tanto sobre nosotros, pero a fin de cuentas era agradable.

Lei salió en cuanto escucho la charla con sus empleados, a diferencia de anoche se veía desorientado, supongo que después de todo no podía cambiar que le abrumaba tanta gente. Los Wang y el nos llevaron hasta la sala donde tomamos asiento.

-hace cuanto que no veníamos, unos 8 o 9 años - pregunto Ximen mirando la casa. - no ha cambiado en nada.

-deberían venir más seguido, hay suficientes habitaciones para todos-nos invitó Lian.

-no suena mal, quizá un año sabático ser una buena idea - acepte pensativo.

-¿tu? ¿Un año sabático? - pregunto Ah Si sarcástico.

Lo mire mal, pero no dije mas y en cambio hice conversación con la cocinera y el mayordomo. Me contaban sobre cómo había sido su vida los últimos años, cuando la señorita Shì y los amigos extranjeros de Lei aparecieron, no esperaba que ellos se quedarán aquí.

-vaya, así que hay casa llena - comenté entre risas a modo de saludo.

-bueno, Lei fue amable y los dejó quedarnos - respondió la chica Shì, no parecía tener problemas en decir lo primero que pensara.

-y hablando de amabilidad, cuentenos porque nuestro amigo apenas si nos envía uno que otro mensaje de vez en cuando - soltó Ximen oportunamente, si no lo conociera diría que eso sono a queja, cuando bien sabía que era su estrategia para enteros de lo que nos habíamos pedido.

Los primero en hablar fueron Julieta y Emmaline, al parecer las prácticas y el mal humor de Lei eran las principales causas por las que no llamó. Ah Si, Ximen y yo sabíamos que había más, pero no quisimos insistir y dejamos que la conversación fluyera. Leí por si parte parecía distraído y aunque trataba de que no se notará era muy obvio para nosotros.

Más tarde, la cocinera nos anunció que la comida estaba lista, por arte del destino el chófer se Lei también llegó en ese momento y todos comimos juntos.

La comida estaba exquisita, la mejor parte de Lian era su talento para combinar sabores y en esta ocasión algo con sabor a casa supo darle un nuevo sazón con sabor a Francia. La charla siguió, molestabamos a Lei o le pasábamos las buenas nuevas. Los primero en levantarse al terminar fueron los amigos extranjeros de Lei, pues al parecer necesitaban hacer unas llamadas. Poco después, los Wang y el chofer también se marcharon.

Al final los únicos en la mesa, éramos los F4 y la chica Shì, a la cual la curiosidad no la dejaba marcharse y tampoco parecía querer disimular. Le contábamos a Lei y a su invitada lo que haríamos al volver con la esperanza de que dijeran algo más, pero no funciono.

-Lei, ¿aún no sabes cuando volveras? - me pregunto Ximen desesperado por no saber más.

-espero ir para las fiestas -respondió Lei regresando a la conversación

Bueno, ni esa respuesta fue una sorpresa. Tenía el presentimiento de que no quería volver y quizá hasta se me ocurrían un par de razones, pero el no decía nada. ¿Qué necesitaba, embriagarlo para qué hablara?

Lo único bueno de todo esto, es que había ganado la apuesta y se lo haría saber a Ximen en cuanto estuviéramos en el avión. Pará lo cual, el tiempo llegó deprisa y en un parpadeo ya estábamos en el aeropuerto entregando el auto rentado y con Lei siguiendonos.

-oye Lei, sigue en contacto - le dije en tono un tanto confidencial y suplicante.

Si yo me sentía fatal, no podía esperar que el se sintiera diferente. Por lo menos, ahora tras convivir un poco con la señorita heredera, sabía que Lei estaba en buenas manos.

-envíenle mis saludos a Shancai y a Xiaoyou - dijo Lei en respuesta.

Nos despedimos con un movimiento de mano y antes de irnos por completo vi que la mencionada Emmaline llegaba a lado de Lei y le decía algo que no parecía agradarle a mi amigo. Sonriendo por ello alcance a Ximen.

-ahora si, gane - le recordé riendo triunfante.

-ah, ni me lo recuerdes - se quejo molesto.

Sería un largo viaje para el y yo lo hiba a disfrutar. Sería mi venganza.

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora