🧶SETENTA🧶

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-la sorpresa es mía, creía que seguirías de viaje, ¿qué te trae a casa, Jing? - le pregunté, ella siempre solía llegar de sorpresa pero en cada ocasión a nosotros era a los primeros que veía.

-ah, bueno... - comenzó a decir un tanto nerviosa, lo cual era raro en ella pues siempre era una chica segura de lo que decía.

El chico que parecía esperarla se aclaró la garganta detrás de ella, impidiéndole continuar.

-ah, Nathe, lo siento - se disculpo como siempre, con aquella sonrisa amable - ¿recuerdas que te hable de mis 4 grandes amigos?

El chico se había acercado hasta nosotros. ¿4 grandes amigos? O más bien, 3 grandes amigos y un amor no correspondido. No era mi asunto, pero no podía evitar pensarlo, además tampoco estaba molesto con ella, la entendía, sabía que a donde ella iría a cumplir sus metas no podría llevarse a Lei, aunque desaprobaba el modo en que lo había rechazado.

-mm, si, los F4, hijos de magnates y grandes empresarios, ¿verdad? - respondió el chico con el mismo rostro amable que ella, no me daba buena espina.

-exacto, el es Feng Meizuo, hijo del CEO fundador del Grupo Feng - me presentó Jing.

Extendí la mano hacia el chico y mostré una sonrisa un tanto cínica para reforzar mi falsa modestia de mi comentario siguiente.

-en realidad, ahora soy el CEO, pero llamame Meizuo - corregí.

-un placer, entonces fuiste tu quien organizó la recaudación de fondos de este año y el que logró reunir 1.7 millones de dólares - pregunto más entusiasmado el chico.

La recaudación de fondos era una de las muchas caridades que hacía el grupo Feng, pero había una en específico que se había realizado a comienzos del año donde logramos reunir la cantidad de dinero que el había dicho y que estaría destinada a precisamente África.

-si, fue una sorpresa la cantidad de donaciones, esperaba menos de la meta de medio millón - confesé un tanto apenado, como lo reunido se iría a África, no muchos estaban interesados así que no aspire mucho.

-pues parece que fue un éxito y también el modo de inversión, conseguimos construir un hospital bien equipado en una de las comunidades más alejadas y que sería punto de reunión para Médicos sin Fronteras - explicó, se notaba que sabía de lo que hablaba, quizá había sido uno de los planificadores de la embajada con los que estuve en contacto o quizá hasta el mismo arquitecto encargado de diseñar el hospital.

-me alegra saberlo, pero entonces, eso significa que se conocieron allá - quise saber un poco curioso.

-ah si, Meizuo el es Nathaniel Bristol - presentó Jing, apenada por olvidar presentar a su acompañante, era raro en ella.

Pero más allá de que ella estaba comportándose raro, lo que destacaba era el apellido de su acompañante.

-¿Bristol? - pregunté en voz alta sin darme cuenta.

-no, perdón siempre lo olvido es Nathaniel Shì - se corrigió Jing, su nerviosismo no estaba siendo de gran ayuda, acaso...

El tal Nathaniel me volvió a dar la mano, amablemente.

-perdón, recientemente he vuelto a tomar el apellido de mi padre - confesó el chico.

-debes ser hijo del CEO de Shì-Tec y la famosa abogada Isobel Bristol - comenté como señuelo, dudaba mucho que fuera un hijo legítimo pero si se había presentado como Bristol significaba que era el primogénito de ambos y digo primogénito pues se veía algo mayor que la novia de Lei.

-así es, no esperaba que mi madre fuera tan conocida - comentó Nathaniel con nerviosismo.

Algo anda muy mal aquí, para empezar que hacían los dos aquí juntos, o porque el no usaba el apellido Shì y porque nunca lo oí mencionar. Esto no me estaba gustando en nada, tenía que haber la forma de obtener respuestas.

-ah, esque tu padre solía mencionarla mucho - dije distraídamente, el trato de contener una mueca, acaso... - pero entonces eres hermano de Emmaline Shì.

De nuevo pareció perder la cordura solo un instante, Jing estaba igual, me encargaría de ella después.

-¿la conoces? - cuestionó el chico Shì.

-no en persona, hace unos años tu padre quizo que mi grupo le organizará un recital pero ella aún no estaba lista según mi padre, así que rechazo el negocio - no era una total mentira, sabía que nuestros padres se habían relacionado alguna vez y sabía del talento de Emmaline así que solo había distorsionado un poco la historia.

-bueno, tengo entendido que ahora va a una prestigiosa escuela en Francia, así que ya puedes reconsiderar esa negativa - bromeó el chico, ciertamente si lo había pensado desde el momento que la escuche tocar con Lei, pero ese no era el punto.

-si es eso cierto, entonces lo haré - acepte amablemente y luego fingi estar apenado - pero por ahora, creo que interrumpí su encuentro...

-para nada, me alegro verte Meizuo - respondió Jing con una sonrisa sincera.

-a mi igual, quizá deberías llamarnos pronto para vernos, a todos les gustara saber que haz vuelto - ella no debía saber que Lei no estaba, si ella sabía que el estaba tambien en Francia cosas malas podían pasar.

Aunque ahora que lo pensaba, ni Lei debía saber que ella había vuelto, ahora que parecía tan feliz con la chica Shì, no creo que el regreso de Jing le sentará bien. Bueno, ahora tenía algo con lo que distraerme estos días.

-por supuesto, los llamaré a todos - aceptó, aunque ella y yo sabíamos que del todos hiba excluido Lei.

-bueno, antes de dejarlos en su encuentro, ¿planean quedarse mucho tiempo? - pregunté lo más normal que pude, tenía que saber que tanto peligro se acercaba.

-quizá sólo las fiestas - confesó Nathaniel lanzandole una mirada algo rara a Jing.

-nuestro trabajo en África terminó pero pensábamos ir a Londres a ver a la madre de Nathe - explicó Jing igual de nerviosa que antes - pero será más o menos por año nuevo.

-ya veo, entonces tendremos un buen tiempo para ponernos al día - dije fingiendo emoción.

Ambos accedieron y tras una serie de despedidas formales y comunes (esas donde decías que que bueno verse de nuevo y donde se repetían muchos cumplidos), ellos volvieron a su mesa y yo me fui de la cafetería. Me hiba por varias razones, pero la más importante era que tenía que pensar sobre lo extraño que era ver a Jing con otro chico, sino mal recordaba se había comprometido, pero dudaba mucho que fuera con el.

Ojala que a Lei no se le ocurriera venir por las fiestas, tendría que hablar con los F4 con urgencia, aunque tampoco hoy mismo, antes tenía que resolver mis propios problemas mentales antes de someterme a un juicio que seguro me harían por lo de la mañana.

La hora de que fuera a la galería se acercaba, así que subí recogí mis cosas de mi habitación, para finalmente entregar la llave de mi habitación en recepción, todo lo cargaron a mi tarjeta personal, no quería que el grupo pagará por mi tiempo de meditación. Aún tenía mucho que pensar, pero no había modo de que lo hiciera camino al trabajo, ojalá que la distracción de Jing fuera suficiente para mantenerme sereno el resto de la semana.

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora