🧶CIENTO CUATRO🧶

83 4 0
                                    

Al final nos separamos, ella coloco sus manos sobre las mías y pego su frente en la mía.

-maldito seas... - me dijo en voz baja sin poder contener las lágrimas pese a que cerraba los ojos con fuerza.

-perdón... - le susurre, tenía tanto por decirle, pero había una sola cosa que necesitaba que supiera antes - no puedo aguantar un día más sin ti, te amo más de lo que pensaba que lo hacía, por favor, perdoname...

Había visto a Alisa preocupada, agobiada, enfadada, riendo, alegre, emocionada, decidida y demás, pero jamás la había visto tan vulnerable como ahora; lloraba sin parar y temblaba un poco, la acerque a mi y la abrace sintiendo como volvía a estar completo.

-¿por qué tardaste tanto? - me reclamo apretando sus manos contra mi playera.

-lo siento... - repetí con un nudo en la garganta. - intentaba no romper mi promesa...

-al diablo con eso, te necesito... - confesó ella, se soltó de la mano derecha y me dio un golpe con su puño en el pecho - ¿por qué creíste todo lo que te dije? ¿Por qué me dejaste hablarte así? ¿Por qué no sólo hiciste lo de ahora? ¿Por qué no me hiciste ver mis errores antes? ¿Por qué no estamos juntos?

Cada pregunta era un golpe, uno físico que sustituia al emocional de los últimos meses. La abrace aún más fuerte y escondí mi rostro en su cabello.

-por favor... - comenzó a suplicar cuando se canso de golpearme - por favor, que este no sea el fin, no quiero que así sea...

Si voz resonaba en todo mi cuerpo, pero yo ya era incapaz de moverme, las fuerzas me abandonaban y la paz que sentía ahora era tan abrumadora que me estaba mareando.

-cómo podría dejarte ir, si eres el amor de mi vida - le dije en un susurro casi inaudible.

Caí de rodillas, tomándola por sorpresa, estaba tan cansado.

-¿Meizuo? - dijo asustada por mí caída.

-estoy bien... - le dije del mismo modo que antes.

¿Había comido aquel día? No lo recordaba. ¿Había dormido? Hace semanas que no lo hacia. ¿Qué me mantuvo en pie hasta ahora? La esperanza de volver con ella. ¿Por qué me sentía tan cansado ahora? Porque ya todo estaba bien, todo había acabado.

Lo último que recuerdo es a Alisa sonteniendome e intentando que no me durmiera, no me gusta su expresión en mi recuerdo, pero tampoco podía hacer nada para evitarlo.

-... El tercer suero del día, dos más y estará mejor - escuche que decía alguien, pero el dolor de cabeza me impidió identificar la voz. -... Descanso... Trabajo...

No tenía ni idea de qué decía, escuchaba a medias y aunque quería abrir los ojos y ver quién hablaba, seguía cansado. Dormiría un poco más.

Un ruido insesange me despertó, quizá más tarde o de inmidiato, no estaba seguro. Me movi en la cama con un quijido, pero me deje de mover cuando sentí un piquete en mi brazo, entre abri los ojos; de mi brazo derecho salía un delgado tubo o lo que fuera y seguía hasta la parte de arriba de la cama conde había una bolsa con un líquido en ella, ¿suero?

-¿qué es esto? - me pregunté saliendo de mi estado adormilado, me enderece y sentí un dolor de cabeza muy intenso.

-buen día bello durmiente - saludo aquella fastidiosa voz con la que había lidiando el último mes.

-¿sigues aquí? - me queje volteandolo a ver.

Estábamos en mi habitación del hotel, claro que recordaba todo y no necesitaba demasiado para entender que pasaba, incluso con lo que recordaba de la conversación del doctor (si había sido un doctor ahora que lo pensaba) bastaba para entender.

-a mi me agrada menos que a ti, pero estoy relevando a tu amigable secretaria - respondió Lev con una mueca.

-¿de que me perdí? - pregunté con desagrado, levante mi brazo derecho y me las ingenie para quitarme el suero, dolió.

-parece que después de llegar y medio arreglar las cosas con Alisa te desmayaste - explicó sin estar seguro de lo que decía - Alisa llamó a Viktor toda preocupada y te trajimos aquí, donde tu secretaria (previamente informada) ya nos esperaba con un médico, te resviso y dijo...

-exceso de trabajo, que necesitaba descanso y volver a alimentarme bien - lo interrumpí sabiendo lo obvio.

-si lo sabes, ¿por qué me haces hablarte? - se quejo Lev, apenas me di cuenta de que estaba tumbado en la silla de mi escritorio con los pies sobre el mismo.

-porque eso no es lo que quería saber-le dije sentandome en la orilla de la cama.

-no creo que debas hacer eso - me sermoneo pero sin mucho entusiasmo - si lo que quieres saber es que dijo Alisa y lo que dijo tu secretaria, prefiero esperar a que ellas te lo digan, no quiero arruinarme la diversión...

Suspiré fastidiando y me puse de pie, ya no estaba mareado, pero si sentía un insoportable dolor de cuerpo, somo si hubiera corrido la maraton.

-¿cuánto tiempo dormi? - le dije buscando mi teléfono.

Si, no me estaría quieto.

-un día y medio, nada grave, ese suero te mantuvo bien alimentado e hidratado, aunque creo que no debías quítartelo - volvió a responder medio en sermón.

-¿no lo dices un poco tarde? - le dije sarcástico.

-solo me dijeron que debía estar aquí, nunca me dijeron que debía cuidarte o algo por estilo, además ya te dije que estoy en contra de mi voluntad - me respondió viéndome ir y venir por mi habitación - tu teléfono se lo llevó tu secretaria, la cual no tarda en llegar.

-llevo buscándolo los últimos 5 minutos y apenas me lo dices - le reclame parandome frente a él.

-¿debía decírtelo antes? - cuestionó con falsa inocencia.

-de todas las personas, tenían que dejarte aquí conmigo - me queje en voz baja.

Había esperado que fuera Alisa quien estuviera cuando despertará, o Akiko, o ya de última instancia Viktor, pero la vida no me estaba dando lo que quería últimamente.

-¡Meizuo! - me grito alguien desde la puerta de mi alcoba, era mi querida secretaria. - te recetaron descanso absoluto por una semana y dijeron que no te quitarlas ese suero...

Se veía molesta, bueno siempre estaba molesta conmigo, por lo menos durante los últimos meses.

-justo la persona que esperaba, ¿mi teléfono? - le pedí ignorando su regaño y su actitud, ella suspiro y me lo dio. - y ¿de que...?

-su padre vino, se está encargando del poco trabajo que queda, Ivanov lo está apoyando - me resumió mi secretaria a sabiendas de cuáles serían mis siguientes preguntas - no tiene que preocuparse por el trabajo y en cuanto a la señorita Alisa pues...

-justo ahora quiere matarte...

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora