🧶CIENTO DIECISIETE🧶

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✨Hola, hola✨
¡Ya se! Hace mucho que no saben de mi, ni de la novela. Me disculpo por eso, no tengo excusas y la verdad esque simplemente me vi atrapada en una crisis de escritor, 0% de inspiración y 0% de creatividad. Aún así estiy de vuelta, para este último anuncio 👀. Primero, muchas gracias por todo el apoyo, por sus votos y lecturas, vi cuanto creció la novela en mi ausencia y solo puedo darles gracias por ello 🥺. Segundo, había planeado grandes cosas para Meizuo, pero por la forma en que lo he desarrollado todo, me parece que el final está cerca; así que, finalmente la novela está por llegar a su fin. Lo que me lleva a mi tercer punto, antes de año nuevo estará finalizada la novela.
Me despedire adecuadamente más adelante, así que por ahora, sólo disfruten de los últimos caps.
¡Gracias!
Atte: la escritora✨
Pd: ¡FELIZ NAVIDAD! 🥳

Después de colgar, le conté a los chicos las buenas nuevas y volvimos al mismo punto de siempre: Fingir no saber nada. Y así fue cuando Lei llamó para decir que había ganado su enfrentamiento con Shì Zhi Chao y el resto del mes en realidad.

Las siguientes dos semanas pasaron con tranquilidad, si es que a la rutina de trabajo se le podía llamar así. Octubre comenzó y transcurrió en ese tiempo, ya eran mediados cuando la tan esperada chica de Lei hizo acto de presencia en China causando la alegría de mi amigo. La escena era conmovedora, pero nuevamente yo solo podía pensar en mi persona especial que estaría por ver en un par de días.

Y esos dos días pasaron de prisa o casi pues en realidad al día siguiente de la reunión por la tarde tome un vuelo a Rusia a donde tendría que ir a recoger a la madre Alisa; la cual ya me esperaba en el aeropuerto cuando llegue.

-que gusto volver a verte - me saludo con aquel animo característico de la familia.

-el gusto es mío - le dije con educación - ¿como ha estado, señora Romanov?

-bastante bien, preocupada por Lisie, pero bien - me dijo Ekaterina.

Había olvidado lo directa que podía ser la madre de Alisa, o casi directa pues pese a que hiba sin rodeos al asunto tenía un tono sutil de hablar. Ahora, deseaba que el vuelo no durará demasiado.

-sobre eso... Lamento el ser parte de esa preocupación - dije apenado, ¿qué más podía decir?

Antes de que la señora Romanov dijera algo anunciaron nuestro vuelo y la rutina de abordaje aplazó nuestra conversación lo suficiente para que yo buscará palabras más adecuadas que las que había dicho en ese momento. Así pues, cuando estuvimos en el avión y apuntó de despegar, de nuevo Ekaterina me bombardeo con el tema.

-¿ser parte de mi preocupación? - comentó pensativa mirando por la ventana.

-si, bueno, le hice pasar a Alisa varios malos momentos... Aunque, quizá no se lo contó - dije bajando cada vez más la voz.

Si hablar con mi madre era intimidante cuando estaba molesta. Hablar con la madre de Alisa era el doble de terrorífico, porque no tenía ni idea de cómo reaccionaria, bien podía ser pacífica como Nadenka o podía ser algo más explosiva como su hija.

-de hecho si me contó - me corrigió la mujer, suspiro y luego me miró. Esperaba ver su ceño fruncido y disgustado, pero en su lugar un semblante de alivio impacto a mis ojos - pero ciertamente no fuiste, de ninguna manera, parte de mi preocupación, Meizuo.

-¿eh? ¿Cómo, perdón? - dije confundido.

El avión anunció que comenzaría su ascenso y unas pocas sacudidas lo confirmaron.

-debo confesarte que en realidad no temía volar sola - comenzó a decir pese a las sacudidas del avión, si que estaba demasiado tranquila en comparación a lo que le había hecho creer a su hija - esperaba que Lisie te enviara para poder charlar contigo.

-lo siento, sigo sin comprender... - dije igual que antes.

Adiós esperanzas de un viaje rápido y corto. Todo auguraba una travesía larga y atemorizante. ¿Cómo podía bajar de más de 10,500 m de altura?

-verás, estoy al tanto, como por Alisa como por mi cuñada, de lo que paso entre mi hija y tu los últimos meses - aquí hiba aquel tono de madre que lo sabe todo - debo decir que es algo que veía venir, pero que aún así me enfado demasiado, como a cualquier madre... Pero...

-¿pero? - interrumpí ansioso, ganandome una mirada que haría callar hasta el susurro del aire. Me calle.

-pero, conozco a mi hija, se quien fue su padre y se lo que puede llegar a ser - dijo Ekaterina con normalidad - sería injusto que a pesar de ello te culpara por lo que pasaron... Además, también fui joven y se más que ustedes del amor. Y por todo esto junto, esque supuse que hablar contigo era necesario, antes de que sigas con mi hija y antes de que te hagas malas ideas al respecto...

-señora, no es por ser irrespetuoso o querer ponerme en una posición de superioridad, pero le aseguro que todas aquellas ideas erróneas que supone que me hice, han sido disipadas cuando hable con Alisa - explique interrumpiendola.

-y aun así, te disculpaste en cuanto mencione que estaba preocupada por ella - dijo Ekaterina con una sonrisa divertida - Meizuo, Meizuo, una madre no se equivoca nunca y tu, mi querido niño, sin pensarlo haz cargado con un arrepentimiento que no te corresponde.

-de acuerdo, me descubrio - acepte. No hacía nada bien negarlo, aunque siendo honesto no era algo que hubiese pensado en los últimos meses - pero, ¿qué le hace pensar que no es mi culpa su sentir? Después de todo, si sabe la historia, entonces estará consiente de que no siempre trate a su hija como debía...

-si, lo sé, pero ya he dicho que también conozco bien a Alisa - dijo Ekaterina cruzandose de brazos - esa niña siempre ha tratado de cumplir y estar a la altura de todo aquel que la rodee, la razón por la que siempre se ha esforzado demasiado por su cuenta para ser bailarina es porque espera ser tan buena como lo fue Nadenka, pero si hubiese crecido con su padre seguramente se habría esforzado de la misma forma por ser policía como el. Aunque quizá ya de por sí es muy similar a él.

» Meizuo, las presiones de su relación fueron producto de las propias personalidades de ambos, no es culpa de ninguno y en todo caso, mi preocupación no era por sus discusiones o sus celos y dudas, después de todo son jóvenes que experimentan lo que es el amor y todo eso era parte del proceso. - hizo una pausa - Me preocupaba más que Alisa se obsesionara con aquella idea que tenía a raíz de sus discusiones y de su propio noviazgo. Se bien que ella pensaba que merecías a alguien mejor, que debía esforzarse para cumplir tus expectativas y de cierto modo, todo eso la volvió insegura pero más talentosa a la vez. Este contraste me hizo recordar aún más a su padre... - su mirada era un cúmulo de sentimientos encontrados, era nostalgia o era orgullo, añoranza o lástima - mi esposo era un oficial poco destacado, pero con un futuro prometedor, aspiraba a ser detective y cuando tuvo la oportunidad de tener una probada del trabajo que anhelaba se obsesiono con ello. Ser detective le daba la emoción y satisfacción de prevenir el supuesto mal que podría lastimar a su hija y a la vez le abría los ojos a lo cruel del mundo, de eso modo según el, podría educar mejor a Alisa... Pero su primer caso, lo llevó a un camino que no estaba listo para recorrer y en su deseo por lograr su propósito se corrompió así mismo.

Sabia que no podías esperar una historia completa y tampoco era nadie para exigirá, así que aquello me debía bastar para comprende lo que quería demirne y vaya que lo comprendí. Temia que Alisa terminada como su padre.

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora