Unplanned Love (Feng Meizuo)

🧶OCHENTA Y OCHO🧶

Sin descanso, con prisas y sin tiempo para pensar en nada, transcurrió mi día. Después de la junta, tras quitarme una preocupación de encima y sustituirá por una abrumadora sensación de fracaso, Akiko y yo corrimos al recinto donde sería el evento, los arquitectos ya habían comenzado a trabajar, el equipo de trasporte esperaba mi firma y yo estaba listo para ir y venir por todos lados corrigiendo cosas y gritando ordenes.

En algún punto, nos detuvimos a comer algo y luego reanudamos la marcha sin más tiempo que perder. Solo la llamada de Alisa pareció darme un respiro de tanto estrés.

-lo intente - dijo mi novia en cuanto Akiko me pasó la llamada.

-¿y que paso? No suenas bastante feliz - dije preocupado sin dejar de ver el plano y luego al trabajo de todos.

-fracase toda la mañana - confesó, sabía que necesitaba hablar, pero como lo había estado haciendo con todo, solo quería posponerlo o darle la vuelta.

-¿pero? - insistí en un intento o más bien con la esperanza de que yo no tuviera que hacer nada.

-pero aún tengo un par de horas, empecé a hablar con algunas chicas e incluso me acerque a los otros bailarines que me presentó Lev, es difícil lidiar con tanto... - respondió abrumada.

Debía decir algo, tenía algo que decir, quería decirlo, pero...

-señor Feng, necesitamos su confirmación en la entrada y los técnicos solicitan su aprobación para el cambio de planes - interrumpió Akiko dejándome con la boca abierta.

-supongo que es mal momento... - dijo Alisa, no era lo que quería, darle la vuelta y evitarlo no debía ser lo que ella viera, no lo merecía.

-lo siento - dije, pero antes de seguir a mi secretaria y colgar añadí rápidamente - se que la primera presentación es importante, pero considerando lo que lograste en menos de 24hrs no deberías ser tan exigente con ganarte la confianza de todos, no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero si todos comparten el compromiso de la presentación, saldrá bien esta noche, aún así no te rindas...

-directo y lo necesario - respondio ella, sonaba mejor, aunque no era ni la mitad de lo que me hubiera gustado decirle - con eso me basta por ahora, gracias... Te veré esta noche.

Y colgué, o ella colgó, quizá fuimos ambos. Por ahora esa suficiente, pero no todo; era lo necesario, pero para quien. ¿Cuánto tiempo será el límite para aceptar lo suficiente, lo necesario?

-Señor Feng... - me llamo Akiko.

Guarde mi teléfono y la seguí a toda velocidad, Alisa y yo podíamos esperar. ¿Por cuanto repetiria esa idea de ahora en adelante?

7 pm, justo a las 7 pm logramos que quedara listo todo.

-logramos lo imposible - comentó Akiko infiltradose en mis pensamientos.

-si, todos hicieron un gran trabajo - acepte admirando la escena casi artística.

Algunos trabajadores se limpiaban el sudor de sus frentes mientras daban un respiro, los arquitectos descansaban y observaban su obra maestra, los de decoración le daban el visto bueno y los de limpieza terminaban su parte. La hora de la verdad se acercaba, pero antes me asegure de terminar y agradecer el trabajo de todos, para por fin salir a toda velocidad al hotel para preparame y revisar los detalles de invitados. Y así, 10 minutos antes de las 8 pm, la verdadera tensión regresó.

-¡¿no lo consiguió?! - pregunté alterado.

Ivanov había llegado con los alumnos mientras yo salía corriendo al hotel, para tener tiempo de prepararse y calcular dimensiones, pero por su expresión y su preocupada llegada hasta mi posición al frente del teatro, ya esperaba malas noticias.

-no, repetimos el ensayo mil veces en la academia, pero la coordinacion seguía siendo torpe - explicó Ivanov, hiba de gala como yo, pero su expresión de derrota arruinada toda su presentación - y al llegar aquí, en el ensayo general final, casi tuvimos un accidente fatal, decir que se rompieran una pierna fue demasiado literal para todos.

-el tiempo necesario para posponer la presentación fue hace una hora - comentó Akiko preocupada - todos los asistentes ya han comenzado a llegar, es muy tarde para cambiar la fecha...

-lo siento, como directora experimentada debí ser inflexible, pero con la presión de la inauguración esperaba que se logrará de último momento corregir el error de nuestra antigua estrella - se disculpo Ivanov sin desviar la mirada o dejarse intimidar, con honor hasta el final.

-debí suponer que pasaría - dije en voz baja.

Había intentado guardar aquel pensamiento todo el día, tenía esperanza en que Alisa lo conseguiría, había sido muy ingenuo al creerlo así, aunque había sido poco profesonal al no ver lo obvio y negar todo pensamiento y presentimiento de que fracasaria.

-¿qué debemos hacer, señor Feng? - pregunto Akiko lista para enviar las ordenes a todos los equipos de planificación y desarrollo.

-todo plan es perfecto si confiamos en el - recordé en voz baja, se lo había dicho a Alisa en su primer presentación en China, pero no sólo aplicaba a los planes también a las personas, así que... - haré una apuesta arriesgada, confiaré en el talento de la academia de ballet y continuaremos con el proyecto...

-pero, señor Feng, si en la línea de salida comenzamos aún peor de lo que saldremos por el cambio de estelares, no podremos recuperar el interés del público, en seguida perderíamos todo el proyecto - me recordó Akiko nerviosa, preocupada y sobre todo, desafiando mi decisión.

-su secretaria tiene razón, es muy arriesgado para ambas partes continuar así - coincidió Ivanov.

-por eso es una apuesta arriesgada, será todo o nada y aunque el resultado fuera nada, tenemos planes de emergencia, confío en mi estrategia inicial, en caso de que fracase no todo estará perdido - explique más seguro de lo que estuve nunca, aunque la duda estaba en mi mente: ¿en quien estaba depositando toda mi confianza? ¿En Alisa o en mis plan? El peso de todo caía en ella y yo felizmente lo aceptaba. No arruinar el trabajo del otro, era fácil de decir.

-señor Feng... - comenzó a renegar Akiko.

-es mi decisión - sentencie firme - el plan continua

Si en aquel instante me hubieran dicho que esta sería la chispa que incendiaria a todo no lo habria entendido, ni siquiera lo habría creído. Algo tan trivial no podía arruinarlo todo, algo tan simple no podía ser la semilla que daría fin a lo nuestro, porque en realidad no era algo que nos implicará como pareja y aún así, esta decisión decidió todo.