🧶CINCUENTA Y OCHO🧶

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Al final, tras muchos intentos para convencer a Ximen de que tenía todo bajo control y que pagaría su deuda después, logré hacer que se fuera a casa y descansará, su aspecto estaba espeluznante aún para mi.

Me duche y me arregle para el día, tenía que reunirme con varias personas para los proyectos faltantes de fin de año, pero de cualquier forma sería un dia tranquilo.

Fui a la oficina en lugar de a la galería, Akiko me recibió como siempre y ciertamente, el día transcurrió con monotoneidad. Salvo por la pequeña conversación que había tenido con Alisa, en la cual, reanudaba nuestra cita del día anterior.

“¿Estas libre esta noche?”, le escribí entre una reunión y otra, pero ella detestaba los mensajes, así que me llamó.

-¿esta noche? - pregunto en cuanto respondí.

-si, ¿estas libre o no? - insistí, realmente era más fácil un mensaje, pero ella creía que iba llamada era más rápida.

-depende... - respondió dudosa.

-¿de que?

-de sí tu amigo esta mejor...

Me sorprendió, en el mensaje había sonado divertida por la situación, jamás espere que realmente le preocupara lo que le pasara a mis amigos.

-ah, esta bien, se reconcilió con su novia, fue algo extraño pero supongo que terminó bien - respondí, la verdad ni yo había entendido que había pasado entre esos dos, prácticamente sólo escuché las quejas de Ximen y lo impulse a hablar con Xiaoyou, pero hasta ahí.

-bueno, pues ya me contaras al rato -comentó Alisa, seguro sonreía del otro lado del teléfono.

-entonces, ¿ese es un si? - pregunté emocionado.

-si, ¿me dirás a donde iremos?

-será sorpresa, pero te garantizo que no te aburriras. - le asegure viendo la pantalla de mi computadora, tenía abierta la propaganda del lugar.

-como podría aburrirme a tu lado, después de todo eres mi bufón - comentó burlona.

-debería sentirme ofendido, pero ya que aún eres una niña lo dejaré pasar - la contraataque.

- ja, ya veras de lo que es capaz de hacer esta niña - se defendió.

No me aburría estas discusiones que no lo eran realmente, solo queríamos divertirnos juntos y con una llamada bastaba.

La llamada terminó cuando tuve que ir a mi reunión y desde entonces el tiempo transcurrió más lentamente, miraba el reloj y solo parecían avanzar pocos minutos. No veía la hora para terminar con tanto papeleo y trabajo... Por primera vez en mucho tiempo deseaba salir de la oficina rápidamente, lo cual no fue posible gracias a la pila de papeleo que me entregó Akiko después de la comida.

-vamos, ¿no puedo hacerlo otro día? - me queje cuando casi daban las 7 y aun faltaba la mitad.

-no, mañana se pasa lo de contabilidad y esos de ahí - dijo señalando el montón de folders de mi derecha-, son confirmaciones que debió revisar el sábado, pero desapareció todo el día...

-¿entonces que hice el sábado para domingo? - pregunté quejoso.

-solo aprobó los diseños para el festival y enlisto a quienes debía llamar - respondió Akiko revisando su tableta.

Eso era malo, durante todo el año había estado al corriente con todo, tanto que Akiko era la que me suplicaba que dejara de pensar en ello y ahora, hiba atrasado con todo. Quizá me había adelantado a programar la cita con Alisa... No, no importaba como, pasaría por ella a las 8.

Y al final, ese «no importaba a como» significó posponer reuniones para el día siguiente y encargarme hoy del papeleo, no era algo especialmente malo, pero si que me limitaría en el programa que planee para cada evento.

-y finalmente, una firma aquí - dijo Akiko cuando dieron las 6:40.

-ya no siento la mano - me queje, más para mí mismo, después de poner la última firma.

-acostumbrese, como director las cosas que habrá que firmar serán el doble que esto - amenazó mi asistente.

Suspiré, quizá ahora me arrepentía de ser CEO, que me padre lo fuera me dejaba con mucho tiempo libre. Tiempo que, ahora que lo pienso, lo mal invertí en trabajar.

-por cierto, mañana tiene que ir a supervisar los proyectos activos, su itinerario ya está en su agenda - añadió revisando que no hubiera algún otro permiso, contrato o declaración que firmar.

-¿y las reuniones de hoy? - pregunté sacando mi teléfono y revisando la agenda.

-la más urgente la programe para mañana a las 6 y la otro para el jueves por la mañana - explicó Akiko pensativa.

Así que, miércoles ocupado, jueves ocupado, viernes semi libre si consideraba que tenía que estar en la galería por la tarde, sábado ocupado pues me vería con los F4 y domingo libre si no consideraba que mis padres organizarán su fiesta anual de fin de año. Y solo podía pensé que de eso podía eliminar para estar con Alisa, después de todo, no pasaría demasiado tiempo aquí, ella tendría que volver a Rusia antes de las fiestas, según tenía entendido.

Tan pronto Akiko me dejó libre, salí corriendo a mi auto y conduje a mi casa, si corría con suerte me daría tiempo de ir a cambiarme. Pero, la suerte no estuvo de mi lado.

-¿a donde vas? - me detuvo mi madre a media carrera en las escaleras, una vez que estuve en casa.

-ammm, tengo una cita esta noche - respondí tratando de seguir subiendo.

-aja, ¿con la doctora? - pregunto curiosa.

-no, con otra persona - respondí impaciente. - te lo explicaré todo más tarde, espero no volver tan de madrugada.

-muy bien, te dejaré ir, solo si invitas a esta persona misteriosa el día de la fiesta de fin de año - acepto mi madre deprisa, esto era parte de su maquiavelico plan.

-mm de acuerdo, ¿ya puedo irme? Quedé de pasar por ella a las 8 y ya son 7:20 - le dije mirando el reloj.

-si, ya puede irte - respondió divertida por mi prisa.

Mi madre era cruel, disfrutaba torturarme y engañarme para terminar haciendo lo que ella quería, aunque si lo pensaba bien, eso hacían las madres.

Terminé de subir a mi habitación, me di un duchazo de nuevo y me cambié de ropa, 20 minutos más tarde salía disparado nuevamente.

-¡Saludos a Romanov!

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora