🧶CIENTO DIEZ🧶

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El más sorprendido de mi regreso fue Ximen, había olvidado por completo llamarle para avisarle que volvería; y en cuanto a Ah Si, el seguía en Francia con Lei, aunque ya no debía tardar más tiempo en volver, ya que Emmaline acaba de salir de cuidados intensivos.

-aja, pero apuesto a que tu madre te mato apenas llegaste - se burló Ximen por teléfono.

Solo había pasado un día desde mi llegada y ciertamente mi madre si se había soltado a gritarme por lo descuidado que había sido con mi salud, pero al final terminó sermoneandome por cómo había tratado a Alisa.

-matar es una palabra demasiado sueve para todo lo que me dijo - le confesé medio en broma.

-sigo diciendo que es un milagro que sigas vivo.

-por ahora, quizá se ponga peor cuando se entere de lo que quiero hacer...

-me alegra no ser tu justo ahora - sus palabras no me estaban dando ánimos, pero así era el, burlándose de mi desgracia sin piedad. - pero, ya que volviste vayamos al bar, desde que Ah Si se fue tuve que ir solo con Xiaoyou y casi terminó peleando con la mitad de los tipos que había ahí...

-¿don celoso se apoderó de ti? - pregunté aprovechando para vengarme.

-burlate lo que quieras, pero no fui yo quien tenía celos del mejor amigo de mi novia que resulto ser homosexual - me atacó Ximen.

-si bueno, después Lev me quería matar porque según le estaba coqueteando a Shura, cuando yo solo quería que me dejaran en paz - le aclare.

-a eso me refiero, pasaron muchas cosas y necesitamos un respiro, noche de tragos desconocidos, ¿si o si?

-solo si será como en los viejos tiempos.

-hasta quedar inconscientes si quieres, pero demandó alcohol - exigió Ximen.

Algo debió haber pasado esta vez, aunque dudaba mucho que tuviera que ver con Xiaoyou, ya que con ella seguía manteniendo una relación estable. Así pues, si quería saber que tenía, tendría que aceptar salir con él, aunque también me hacía falta; un desahogo en un lugar conocido no era mala idea, además, extrañaba la especialidad del bar.

-de acuerdo, ¿a que ho...?

-ya, justo ahora, llego en 10 minutos...

-oye, pero yo... - comencé a protestar, pero me colgó antes de poder escucharme.

Eran las 6 de la tarde, lunes y además, estaba a 20 minutos del lugar, ¿qué pensaba? ¿Qué me teletransportaria?

Pará cuándo llegué, cómo esperaba Ximen ya estaba ahí.

-¿por qué tardaste tanto? - me acuso apenas me vio.

-porque estaba a la vuelta de la esquina - le dije sarcástico mientras el barman me daba la señal de que enseguida salía una bebida única.

-bueno pues me tomé tus primeras 2 rondas mientras esperaba.

-bueno, ya estoy aquí, así que dime que pasa - le dije mientras recibía mi bebida - se que no es con Xiaoyou porque de lo contrario estarías como el año pasado.

-sabes, para ser mi amigo eres muy desconsiderado - bromeó Ximen con sarcasmo - pero tienes razón.

-soy todo oídos...

-bien, lo que pasa esque... - comenzó a decir con seriedad, mil temas se me vinieron a la mente y pensé en los peores escenarios, pero no estaba preparado para lo que dijo después - quiero proponerle matrimonio a Xiaoyou...

-¡¿qué que?! - dije atragantandome con el trago que me disponía a tomar.

-que desperdicio de vino - se quejo Ximen soltando una carcajada. - ¿de verdad creíste que pasaba algo?

-pues claro idiota, por mucho que amemos embriagarnos solo pides beber hasta la inconsciencia cuando algo pasa - le respondí tratando de limpiar el poco alcohol que había escupido al ahogarme - agh, me quemo la garganta por tu culpa.

-de nada, eso te pasa por ser un imbécil con Alisa - me reprochó pidiendo otra bebida.

-creía que lo habías superado... - hice una mueca de disgusto, tomándole por fin tranquilamente a mi bebida, de nuevo tenía los sabores de Rusia.

-ni hablar, me viste hacer la misma tontería a mi, a Ah Si y hasta a Lei, y en lugar de evitar cometer el mismo error, fue lo primero que hiciste...

-vale, ya entendí, ya que mi madre no me mato, quieres hacerlo tu.

-si algo así. - confesó sin darle importancia, con esos amigos quien quería enemigos.

-bueno, pues tu sermón llega tarde, además, ¿lo dices enserio?

-¿qué parte? - pregunto confundido.

-lo de Xiaoyou -respondí en tono de obvio.

-ah, no lo sé... - hizo una pausa y luego confesó- con lo de Emmaline y recordando el drama de Ah Si, pensé un par de cosas desde entonces... La vida es corta y amo demasiado a Xiaoyou así que porque no... Pero también no creo ser tan buen esposo como lo es Ah Si, ni siquiera se si es lo correcto... Pero me pareció un buen momento para usarlo de señuelo para una broma...

-vaya, vaya. El pequeño Ximen ya piensa en cosas serias - bromee para regresar al estado animoso de la conversación - pero ya hablando enserio, que Lei y Emmaline estén pasando por algo terrible o que Ah Si y Shancai hayan perdido la cabeza como para casarse, no significa que debemos apresurarnos nosotros...

-y lo dice el tipo que presiono un poco las cosas con aquella chef y que casi manda al carajo su relación por las presiones - dijo sarcástico y con una mirada desafiante.

-te afilaste en mi ausencia, ¿verdad? - le dije de mala gana. - pero tu mismo lo haz dicho, hemos visto mil un desastres amorosos, porque cometer lo mismo errores, no seas como yo y deja que las cosas sigan con Xiaoyou...

-lo haría, pero a veces es difícil dejarla en su casa cada día... - Ximen no estaba ni un poco ebrio.

Había tenido razón, algo había pasado y lo que fuese, había dejado atormentado a mi querido amigo; tenía una idea, una que involucraba el retorno de alguno de sus preciados padres o la visita de negocios por la herencia, no sabía el propósito exacto, pero ellos tenían que ver. No quise preguntar, ese tema era demasiado peliagudo para el inicio de la noche.

-ni que lo digas, miles de kilómetros me separan de Alisa justo ahora que arreglamos las cosas - recordé, sonreí con tristeza. Mire mi trago y lo levante al frente - ¡por el amor y el destino!

-¡por el maldito amor y el maldito destino! - me corrigió Ximen siguendome el juego.

El resto de la noche bebimos y bromeamos tal como prometió Ximen, como en los viejos tiempos. Olvidamos por completo que los años habían pasado y que ahora las responsabilidades y las relaciones amorosas eran un tormento. Era justo lo que necesitaba para recordarme porque quería con tanta urgencia hacer reformas a la empresa. Mi vida no era el trabajo de oficina al 100%. Mi vida era divertirme, trabajar de lo que me gustaba y sobre todo los nuevos planes aventureros.

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora