🧶SESENTA Y SIETE🧶

118 11 2
                                    

-ahora entiendo de donse salio tu lado cursi... - comentó Alisa en tono alegre.

Después de la platica tan seria y profunda que habíamos tenido con mis padres, no pasó demasiado para que yo terminará de comer y ellos me hecharan a patadas de la casa para llevar a Alisa a su lugar de hospedaje, claro que insinuando que les gustaría verla más seguido. Así son los padres, no podía esperar menos de ellos.

-¿es tan obvio? - respondí un tanto apenado.

-si, pero me agrada - soltó para hacerme sentir mejor - a decir verdad me recordaron a mi madre, siempre responde con demasiada seriedad y también pareciese que no es el momento para que diga esas cosas, pero de alguna forma siempre es el momento.

No dije nada y seguí conduciendo, no tardando llegaríamos a su casa. Había muchas cosas que pensar respecto a lo que decían mis padres, pero lo más inquietante es que hablaran tan tranquilamente del amor, incluso a mi me costaba hablar de ello como un tema normal, no era algo tabú pero tampoco era algo trivial, simplemente muchas veces no había porque hablar de ello; pero ellos lo habían hecho y de alguna forma sentía que lo decían por algo.

-además, me dio la impresión de que no tendré esos clásicos dramas familiares en mi historia - comentó medio en broma.

-bueno no estés tan segura, a Ivanov no creo que le agrade esto, además haz dicho que es familiar tuyo - le recordé un tanto preocupado y divertido por la idea del drama - sin mencionar que aún no se si le agrade a tu madre.

-¿bromeas? Ivanov está más que encantada de por fin trabajar contigo, quedo bastante sorprendida con la propuesta que le diste y no paraba de hablar de ti antes venir aquí - soltó Alisa con una sonrisa divertida, esta chica realmente reia por todo, me encanta - y en cuanto a mi madre, estoy segura de que le agradarás, quizá no te entienda pero ella sabe cosas y es muy intuitiva así que confío plenamente en que tu esencia de chico bueno le encantará...

-¿chico bueno? Así me clasificas - dije riendo un poco, así solían describir a Lei, el chico bueno que no rompe ni un plato y por lo general yo estaba en la otra categoría con Ah Si y Ximen.

-¡por supuesto! - se burló Alisa.

Estaba dando la vuelta en su calle, así que espere hasta estacionar el auto para responderle:

-¿segura? - insistí alzando la ceja y retandola un poco con la mirada.

Ella hecho un vistazo a su edificio, como era casi medio día, la luz solar nos deslumbraba un poco, pero no lo suficiente para no ver su expresión divertida.

-bueno quizá no tanto por aquella tortura en la pista de hielo - lo pensó un poco, estaba fingiendo para provocarme.

Me acerque un poco y le sonreí malévolamente.

-¿segura? - repetí.

-humm, se lo que intentas Feng Meizuo, pero te advierto que tu madre me dio su número de teléfono por si te comportabas, citandola, como una bestia - amezo Alisa cada vez más sonrojada por mi constante acercamiento, pero no se alejaba.

Estaba a pocos centímetros de ella cuando me aleje y regrese a mi lugar sorprendiendola por el movimiento.

-¿bestia de verdad? - pregunté aguantandome la risa.

-así lo dijo ella, teme que perviertas mi pobre alma inocente - soltó juntando las palmas como si orara.

Eso sí me hizo soltar una carcajada, ante todo mi madre había sido muy estricta en cuanto respetar una mujer, así que a diferencia de la intimidación que usaba Ah Si, yo lo desaprobaba totalmente, al igual que el coqueteo desmesurado del Ximen de antes. Así que ella pensara eso, quería decir que no desconfiaba de mi pero si de mi cordura al estar con Alisa.

-supongo que bebio demasi... - comencé a decir cuando fui capaz de dejar de reír.

Alisa se acercó ágilmente y pesco mis labios entre los suyos impidiendome terminar, fui incapaz de pensar en otra cosa que no fuera ella. Quizá mi madre había acertado al hacer aquel comentario, Alisa me gustaba más de lo que yo podía manejar. Se separó dejándonos a ambos sin aliento, aún podía sentir sus labios rozando los míos mientras tratábamos de respirar regularmente de nuevo.

-quizá será al revés - susurro burlona.

Hice una mueca mientras me alejaba un poco para poder verla a los ojos, tenía una chispa de diversión en aquellos ojos grises. Apenas la vi olvide completamente lo que estaba por decir así que en su lugar me acerque nuevamente a ella y la volví a besar, ella correspondió gustosa.

La atmósfera era tranquila y parecía que el mundo a nuestro alrededor había desaparecido cuando escuché unos golpes en el vidrio de la ventanilla de Alisa. Abrí los ojos y lo que vi me aterro más que la seriedad de mi madre por la mañana: Ivanov estaba afuera del auto cruzada de brazos con una expresión indescifrable. Me separe al instante de Alisa y me cubrí la boca.

-¿qué su...? - pregunto Alisa girando hacia su puerta, en cuanto vio lo que me había aterrado perdió todo el color de la piel.

No esperábamos que Ivanov nos descubriera de esta manera, de hecho ni siquiera sabía si ya sabía de lo mio con Alisa. Ya podía firmar mi testamento.

-tía Nadenka... - susurro Alisa tan aterrada como yo.

-Alisa, baja ahora - pidió la directora con una voz gélida.

Hoy todo el mundo parecía destinado a provocarme un infarto. Alisa bajo del auto y yo lo hice detrás de ella, tendría que responderle a Ivanov. Yo y mi brujula moral, hoy parecía un buen día para morir.

-¿qué hacían? - pregunto Nadenka en el mismo tono que antes.

-tía se que no estas modernizada ni nada pero eso fue un beso... - explicó Alisa, dudaba que el humor fuera la mejor solución en este caso.

Aunque quizá demasiada seriedad tampoco era buena para la situación, después de todo pensaría Ivanov que estamos retandola. ¡Genial Meizuo, arruinaste un negocio!

-no juegues conmigo señorita, se bien lo que hacían - la interrumpió la directora, no parecía nada feliz- no nací ayer...

-bueno eso es obvio... - susurro Alisa, lo que provocó una mala mirada de su tía, yo también le lance una mirada preocupada.

-¿estuvieron juntos anoche? - me preguntó, era demasiado temprano para tanto miedo psicológico.

Me gire a ella en cuanto me habló, debía ser firme pero no demasiado, ser rápido pero no demasiado, en conclusión debía ser una respuesta perfecta. Estaba volviéndome presa del pánico.

-si... - respondí con seguridad.

-¿toda la noche? ¿A dónde fueron? - insistió Ivanov. Era yo o su voz parecia cada vez más furiosa.

-si, lo amigos de Meizuo me invitaron a salir con ellos y sus parejas - confesó Alisa por ambos, sin bajar la mirada en ningún momento.

-ya veo... - dijo Nadenka y nos analizó a los dos de pies a cabeza, seguramente estaba calculando cual sería el mejor castigo para ambos - ¿se puede saber por qué...?

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora