🧶CUARENTA Y CINCO🧶

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El resto de la noche, hice lo que debía por inercia mas que consciente de lo que hacía. No podía sacarme de la mente las palabras de Mi-suk, que aunque no eran reproches, sabía bien que la había lastimado.

Ximen y Ah Si prácticamente desaparecieron, no los vi después de que se alejaran dejándome con Alisa y, ahora que lo mencionaba, esta última tampoco había estado por ningún lado. Ivanov charlo un par de veces conmigo y otros benefactores, el resto de los bailarines hiban y venían entre la gente siendo halagados a cada paso, pero en ningún grupo o conversación estaba Alisa.

Cuando el evento acabó, la gente se fue retirando de a poco, hasta que los únicos que quedamos fuimos: la directora de la academia, mi asistente y yo.

-que excelente trabajo, gracias señor Meizuo por esta noche - me agradeció Ivanov cuando estaba por irse - lo seguiré viendo un par de semanas más, pero aprovecho para decirle que ha hecho un excelente trabajo.

-no agradezca, la mayor parte la ha hecho usted con sus alumnos, ustedes fueron la estrella esta noche - le dije.

A estas alturas, mi cortesia y mi amabilidad eran toda una actuación, algo que aprendí a dominar bien hacia tanto tiempo. Hubo un par de comentario aduladores más y luego por fin se marchó.

Suspiré cansado y en su mayor parte, estresado por lo que estaba por venir.

-señor Feng, ¿desea que posponga la desmantelaron de la recepción y la limpieza para más tarde? - pregunto Akiko al ver mi frustración.

No tenía caso, el personal que había atentado a los invitado ya estaba limpiando y poco a poco la galería volvía a su normalidad. La vida seguía incluso cuando yo sentía que había cometido un crimen imperdonable, quizá exagerada pero el remordimiento no me dejaba tranquilo.

-no, sigamos con el plan - ordene y me encamine a mi oficina.

Una vez dentro, lo único que hizo que me olvidara de todo fue comenzar a trabajar, por lo menos hasta que amaneciera y pudiera ir a arreglar las cosas. Había que revisar los reportes de las otras locaciones de proyectos, dar órdenes de que los de contabilidad preparan un reporte de ganancias, agendar citas con los contratistas y mucho más, bastaría para distraerme.

Pará cuándo fui consciente de la hora, ya eran las 7 am.

-señor Feng, los de limpieza, el servicio de meseros, los de audio y video y el equipo de montaje ya concluyeron su trabajo - anunció Akiko después de llamar a la puerta y entrar.

-bien, ¿la transferencia del pago ya esta? - le pregunté sin alzar la mirada del papeleo que estaba revisando.

-si, también ya confirmaron ellos de recibido.

-de acuerdo, creo que es todo Akiko, puedes irte a casa - le dije dándole una sonrisa tranquila. - te veré el lunes.

-si, señor Feng - dijo, sabía que estaba preocupada, nunca había sido buena ocultando sus emociones.

Lo dejé pasar y ninguno de los dos dijo nada. Cuando la puerta se cerró nuevamente y estuve seguro de estar solo me deje caer sobre el escritorio.

Todo había ido demasiado rápido, apenas si había tendió tiempo de procesar algo cuando ya tenía otra cosa encima. Lo frustrante, más que la velocidad, era el hecho de que la armonía con la que marchaba mi vida estaba alterandose, nada estaba saliendo como lo planeado.

Conocer a Mi-suk había sido perfectamente planeado, nuestra cita había sido planeada, toda nuestra relación era algo que esperaba... Y aún así, no estaba contento... Y aún con eso, había sido tan terco como para seguir dándole esperanzas de que fuera diferente, o quizá era yo el que me hacía esas esperanzas. Con Alisa era todo caos, desde el momento en que la vi, mi plan había fracaso, incluso cuando espere que las bromas fueran un modo de darle orden en realidad fue un fracaso más, ella hiba un paso adelante. No, ya lo estaba pensando demasiado de nuevo.

La única solución que se me ocurría o por lo menos, la única opción que tenía para entender que tenía que hacer, era llamarla. La última vez que hablamos fue en año nuevo, cuando me dijo que pasaría las fiestas con el arquitecto y que aunque no sabía que sucedería a continuación con su relación, no le preocupa pues estaba feliz y todo gracias a mi. De entre todas las personas, ella era la que podía entender esto y quizá hasta sabría que hacer.

Tome mi teléfono, fui a contactos y elegí la opción de llamar cuando encontré su numero. Debía borrarlo pero aun no me decidía hacerlo, por decidia o porque quizá, borrar un contacto no borraba los recuerdos.

-¿hola? - respondió después de 3 timbrazos.

-¿Caina? - pregunté asustado por no reconocer su voz, ¿será que poco a poco la había olvidado?

-Meizuo, quien mas seria - respondió ella, seguramente sonriendo desde del otro lado.

-lo siento, no te reconocí la voz, fue más alegre de la que la recordaba -me disculpe sonriendo automáticamente.

-entiendo, haz llamado en buen momento, de hecho si que estoy más feliz que nunca - confesó sonando más emocionada que antes. - Terence y yo nos comprometimos hace unos días, estaba por llamarte para darte la noticia e invitarte a mi boda.

-¡oh, vaya! Felicidades... - sabía a la perfección que mi oportunidad con ella, ni siquiera llegaba a oportunidad, pero saber esto de algún modo...

-¡gracias!... Pero supongo que no llamaste por eso precisamente, ¿verdad? - pregunto, debía ser el buen humor, pero estaba más intuitiva que antes.

-si, lo siento, de verdad me alegro por tu compromiso, ambos serán muy felices - comencé a decir tratando de sonar realmente feliz - pero, tienes razón, no hable para ver como te hiba.

-dime, ¿en qué te puedo ayudar? Después de lo que hiciste por mi y Terence es lo menos que puedo ofrecerte - añadió, todo el mundo era muy comprensivo, me estaba molestando todo aquello.

-necesito un consejo, una solución o simplemente que me digas que no soy un completo idiota - le pedí, o suplique.

-¿qué ha pasado? - pregunto preocupada.

Tome aire y me solté a contarle la historia de los últimos meses, no fue detallada, pero tampoco pasé por alto lo importante. Mucha o poca explicación debían bastar para que ella entendiera.

-Meizuo...

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora