🧶CIENTO VEINTIDÓS🧶

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La velada acabó sin novedades, lo cual era un alivio. Pasaban de las 3 am cuando por fin podía suspirar agotado mientras Akiko me recordaba que había trabajo por hacer al volver a China. Y vaya que lo habría.

Mi parada en el hotel después del evento paso en un parpadeo. En otro más me despedí de Alisa en el aeropuerto, pues ella volvería a Rusia unos días para llevar a su madre y hacer unas buenas reuniones con Nadenka sobre su trabajo; un día antes de nuestro viaje a la playa ella volaría a China así que no era problema. Así pues, durante mi vuelo dormi todo lo posible, aunque las risas y de más de mis padres en los asientos de atrás mío eran una gran distracción junto con el tamborileo nervioso de los dedos de Akiko, que ya parecía presagiar que algo no andaba bien.

Llegando a China y tan sólo con medio día de descanso, una vez de vuelta en mi oficina, llamé a Akiko para que se uniera a mi y al abogado con el cual ya me reunía como estaba planeado.

-Akiko... - le dije cuando entro en mi oficina con aire asustado.

-Meizuo - me dijo intentando sonar segura pero sin dejar de ver al abogado con cierto temor.

-¿abogado? - bromeó nuestro licenciado intentando romper la tensión.

Lo logró, pues mi secretaria sonrió y libero tensión. Yo por mi parte intente no remontarme a aquella película tan cómica que había visto cientos de veces.

-podrían decirme que pasa de una vez - suplico Akiko cuando tomo asiento frente a mi.

Le lance una mirada al abogado, quien con todo gusto le pasó un bolígrafo y un conjunto de papeles que debía firmar.

-dime que esto no es mi supuesta renuncia voluntaria - pidió Akiko alterada.

-no, pero si lees el título sabrás de que trata - le dije poniendo aún más misterio al momento.

Había esperado tanto este momento, que estaba a nada de explotar si no se daba prisa.

-aquí dice... “nombramiento de vicepresi...”-comenzo a leer pero se detuvo de golpe.

Se cubrió la boca con la mano derecha y me miró con lágrimas apuntó de derramarse.

-así como lo lees - le dije sonriendo orgulloso - tu haz apoyado a mi padre por varios años, sabes sobre esta empresa más de lo que cualquier otro empleado podría saber, tienes potencial y estas capacitada, sin mencionar de que eres de las personas en que más confío... - hice una pausa - por eso, desde hace meses he estado preparando tu nombramiento como mi vicepresidenta, estos meses con mi padre han sido tu última clase para el puesto...

-pero... Meizuo - intento decir pero seguía conmocionada. - no, no, no puedo...

-Claro que sí - le dije - ya te dije eres la única persona a la que le confiaría algo tan importante...

-pero, entonces, los nuevos reclutas...

-ah si, uno de ellos será tu secretario o secretaria y el otro mio... Los preparaste muy bien y están listos también... - hice una pausa - solo falta que firmes...

Se alejo la mano del rostro, se limpio las lágrimas que habían logrado escaparse y asintió. Un minuto más tarde era oficial, Akiko había dejado de ser mi secretaria para ser la vicepresidenta del Grupo Feng.

Hubo lágrimas, chillos emocionados, agradecimientos y demás durante la siguiente hora. Con eso quedaba, con eso terminaba mi casi un año de reajustes al Grupo Feng y no podía sentirme más satisfecho por eso.

En los días que siguieron, instrui a Akiko en cosas que le serían de utilidad; llegamos a la conclusión de que ella tendría a la secretaria y yo al secretario (el cual hablaba Ruso y sería un buen traductor). Los planes de hacer una cede en Rusia comenzaron a tomar forma, sobretodo por mi proyecto de becas para los talentos; pero aquellos planes serían desarrollados poco a poco, quizá dentro de unos 3 o 5 años estarían listos.

Así pues, entre mi rutina de casa, amigos y trabajo (y un día de fiesta de celebración claro), llego el día en que Alisa llegaría de Rusia. Como de costumbre fui a recibirla con más ansias de las que podía esperar si solo llevaba menos de una semana sin verla.

-¡vacaciones! - grito en cuanto me vio.

Ella se lanzó a mis brazos y yo la recibí gustoso. Como la había extrañado.

-aja, te emociona más unas vacaciones que verme, me dolió - dramatice dejándola sana y salva en el suelo.

-bueno, en realidad tu eres mis vacaciones, eres ese fin de semana que espero con ansias desde que es lunes - soltó pensativa.

Sonreí satisfecho y la bese. Si, me había vuelto adicto a sus besos, amaba oirla decir cosas cursis y extrañaba sus brazos cuando no estaba. Estaba perdidamente enamorado de ella y no me costaba nada admitirlo a los 4 vientos.

-por cierto, mis padres esperan - le dije cuando nos quedamos sin aliento- ya que solo estarás un día aquí, esperan que te quedes en nuestra casa.

-¿de verdad?

-si, mi madre hasta hizo de comer y ya preparo una habitación para ti, están perdiendo la cabeza...

Soltó una carcajada y se separó para tomar su maleta.

-entonces no los hagamos esperar más tiempo...

Sonreí y la tome de la mano. Salimos del aeropuerto y mi auto ya nos esperaba fuera. Conduje a casa mientras Alisa me contaba como Nadenka había dado mil felicitaciones a sus bailarines cuando volvieron a Rusia y como les concedió un mes de descanso, pero sobre todo, había decidido que todos eran lo suficientemente talentosos para graduarse, así que al volver de su descanso tendrían su merecida graduación. Las solicitudes para cada bailarín para unirse a alguna compañía de ballet nacional e internacional, les llovían por montón:

-Lev y Shura dicen que planear irse a algún país en latinoamerica - decía Alisa cuando faltaban unos 10 minutos para llegar a mi casa - quedaron fascinados con latinoamerica. - no necesitaba decirlo, yo mismo había visto cuán enamorados habían quedado de la gastronomía de esa parte del mundo - Viktor parece que se irá a Corea del Sur, el y la señorita Mi-suk de llevaron muy bien, no quieren acelerar las cosas, así que primero serán amigos, aunque dice Viktor que hubo química...

Aquello nos hizo reír a ambos, un único encuentro y Viktor ya se derretida por Mi-suk, ¿quién lo diría?

-¿y tu? - le pregunté curioso.

-me quedaré en Rusia - afirmó sin pensarlo dos veces - creci en Rusia, amo a Rusia, ahí están mis amigos y familia...

-pero eres un ave libre y aventurera, creí que te gustaría conocer el mundo...

-si quiero hacerlo, pero después de tantos meses fuera de mi país y lejos de mi familia me hizo entender, que puedo explorar el mundo y siempre volver a Rusia... - hizo una pausa pensativa - si me fuese, después me sentiría como una extraña en mi propio país...

-eso tiene sentido para mí... - le mire de reojo y le tome la mano - iré preparando mi apetito para todas esas delicias culinarias de tu madre...

-Meizuo vas a terminar como pez globo - se burló Alisa.

-pero un pez globo sexi, no lo crees...

-oh si, el más sexi del mundo...

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora