Unplanned Love (Feng Meizuo)

🧶TREINTA Y CUATRO🧶

-... si debería estarlo, ya que quien se ha encargado de los eventos de su hospital los últimos 5 años he sido yo y no mi padre.

-entonces usted es el aprendiz - comentó la directora tratando de recuperarse de la sorpresa, de nuevo tratando de minimizar mi lugar.

-soy el nuevo CEO del Grupo Feng - la corregí amablemente. - y si de ahora en adelante requiere de nuestros servicios, no duda en llamar, me aseguraré de dejarla en espera.

Dicho lo último volví a tomar la mano de Mi-suk y seguimos caminando por la fiesta hasta la barra del bar. Había dejado con las palabras en la boca a la directora y con suerte le habría dado una lección.

-lamento eso - se disculpo Mi-suk apenada por la situación - no esperaba que se comportará así aún cuando venía acompañada.

-¿así que siempre es así? - le pregunté sabiendo la respuesta.

-¡vaya, vaya! Si es nuestra novata preferida - grito alguien impidiendo que Mi-suk respondiera.

-enferma Cong, doctor Fán - saludo Mi-suk.

-que gran novio tienes Bae - comentó el doctor.

El doctor parecía un par de años mayor que Mi-suk y seguramente era de los que se creían los galanes del hospital, junto con la jefa de enfermeras que debía ser la tal Cong. Ellos dos y la directora, eran el trío problema de lugar, tan predecibles: él seguramente acosaba a las nuevas, la enfermera les complicana la vida y la directora adquiría siempre un beneficio. Sería divertido esto, aunque no superaría a Alisa.

-escuchamos su conversación con la directora, debimos esperar que nuestra novata tuviera alguien tan importante como ella a su lado - respondió la enfermera. - Bae, tu familia y la de tu novio deben ser grandes amigas, ¿no?

-sabe enfermera Cong, creo que el preferiría que lo llamaran señor Feng - quizo remediar Mi-suk, pero no funcionó.

-oye, “señor Feng", nuestra novata deber ser muy fácil para ti, ¿no? - pregunto el doctor.

Esto había dejado de ser divertido y mi buen humor se esfumó. Mi-suk parecía trabajar en un nido de víboras, como aquellas que Shancai tenía por compañeras en Ming-De, lamentablemente yo no era de lanzar vino.

-Cong y Fán, ¿cierto? - pregunté aparentando qué hacía memoria, ellos asintieron - lamento si lo olvido, esque personas tan insignificantes son fáciles de olvidar y con respecto a su pregunta “doctor" - puse todo el sarcasmo cuando dije si profesión, no tenía intenciones de ser tan bueno como lo había sido antes - dos cosas, la primera: no debería tutear a alguien a quien apenas se conoce y quien tiene un rango superior al suyo...

>> no olvide que habla con un CEO - le recordé con una sonrisa - y en segundo lugar: quizá debería ir a pedir un reembolso a la escuela de medicina, por darle el título a alguien tan despreciable que no cuenta con ningún valor de respeto hacia sus compañeras de trabajo - hice una pausa y mire a la enfermera, ella tampoco se salvaría - y usted, ¿le parece bien entrometerse en la vida de los demás? ¿Acaso su vida es tan miserable que prefiere hacerle lo mismo a los demás? Debería avergonzarse de recurrir a algo tan cobarde, más cuando sólo es una empleada más en el sistema.

-¿y usted quien es para hablarnos así? - pregunto el doctor ofendido.

-ya lo saben, soy el novio de Bae Mi-suk y no permitiré que le falten al respeto - respondí confiado, aquí hiba de nuevo con la etiqueta de novio.

-quizá sea mejor irnos - comentó Mi-suk, me tomo de la mano y me arrastró diera del bar.

Debía haber otras 20 personas ahí dentro y la cumpleañera no apareció en ningún momento, seguramente era como las 3 personas que nos habían abordado.

-uff, juraría que pensé que seria buena idea venir - comentó Mi-suk una vez afuera del local - quizá por esto no hiban a venir los pasantes y los de laboratorios con los que hablo.

-¿quisiste venir a pesar de que no te agradará nadie de aquí? - pregunté incrédulo.

El del valet parking estaba por traernos el carro, había sido una salida tan abrupta que lo había sorprendido.

-si, son mis compañeros doctores y enfermeros con los que trabajo seguido, no podia ser grosera y evitarlo - explicó ella, pero no parecía molesta - en casa pasaba lo mismo, supongo que es el peso del apellido Bae.

El auto llegó y la ayude a subir, antes de yo hacer lo mismo y comenzar la marcha rumbo a su casa.

-al menos pude sentir lo que tu en aquella cita con tus amigos - dijo de la nada, minutos más tarde - debiste estar entre la espada y la pared, defenderme a mi o defenderlos a ellos, me alegra comprenderlo ahora.

Era de lo creer, la situación había sido difícil, yo solo había buscado problemas con sus compañeros de trabajo, ella era constantemente tratada de aquel modo en el hospital, cargaba con el peso de su herencia familiar y aun así, había usado la experiencia de hace unos momentos para comprenderme a mi. Si había algún modo de nombrar a este sentimiento de culpa, compasión, autodesprecio y admiración, sería exactamente como me sentía en este momento. Culpable por tratarla como la forma para escapar de otra cosa, compasión por la vida que llevaba, autodesprecio por no corresponderle como merecia y admiración por como ella estaba enfrentando todo lo que se le ponía en su camino.

Quizá Zhou Caina se había sentido del mismo modo cada que me vía, después de todo, ella no había podido corresponderme y aun así de vez en cuando inconscientemente me había dado esperanzas, tal como acababa de hacer con Mi-suk al defenderla de sus compañeras. Estaba mal en más de un sentido, pero no tanto como lo que estaba por venir.

Sin decir nada más, seguimos el resto del camino. Su casa era en realidad un complejo de lujosos edificios en el centro de la ciudad, no estaba demasiado lejos por lo que llegamos pronto. Al llegar, baje primero y le abrí la puerta (el portero hiba a hacerlo pero me adelante).

-lamento lo de hoy - se disculpo ella después de bajar del auto y mientras yo cerraba la puerta del copiloto.

-no hay problema, quizá lo merecia por aquella mala cita triple - dije bromeando.

Ella sonrió en respuesta, seguía sorprendió que no estuviera molesta en lo absoluto. Camino hasta su edificio, pero antes de llegar a la puerta se detuvo, giro sobre su lugar y me miró.

Antes de que yo supiera que pasaba, ella estaba de regreso frente a mí, estaba demasiado cerca. Se puso de puntillas y aprovechando mi estado confundido me beso, pero lo peor fue creer que era Alisa la que me besaba...