🧶VEINTIDOS🧶

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Como esperaba, logre fastidiar a Ximen todo el vuelo, hasta el punto de que tuvo que cambiarle el lugar a Ah Si, pero igual no funcionó pues nuestro amigo disfrutaba verlo sufrir.

Finalmente, una vez en suelo chino, se dieron por terminadas mis pequeñas vacaciones y no sólo por el hecho de que ya estaba de regreso; como si fuera acosado por mi secretaria su llamada fue la primera en entrar tan pronto pusimos un pie fuera del aeropuerto.

-¡señor Feng! ¿Ya ha vuelto? Tiene reuniones pendientes, los del equipo de marketing quieren una reunión con ustes, necesito que apruebe los colores de pintura para las decoraciones de la galería y... - comenzó a atacarme Akiko en cuanto respondí.

-respira - le dije calmado, observando como mis amigos se reían por todo lo que ya se estaba agregando a mi agenda - programa todo para mañana, desde temprano iré a la oficina.

Volviendo a ser una persona normal, mi secretaria aceptó y colgó. Ximen se burló por mi exceso de trabajo y yo amenace con acusarlo con Xiaoyou, eso pareció ser suficiente para que se detuviera. Serían unos largos días los que estaban por venir. Ahora me arrepentía de haber viajado a Francia en esta época.

Al llegar a casa me tuve que obligar a desempacar y luego me permití descansar. La rutina del día siguiente sería pesada: salir corriendo a la oficina, entrar a reuniones, firmar papeles, correr a la galería, organizar la exposición de noviembre, atender nuevos clientes, reunirme con lo F4 para el proyecto de Ah Si, volver a casa, organizar mis trabajos, dormir poco, repetir lo del día anterior. Asi por el resto de la semana, la única variante sería llamar a Mi-suk, vernos el fin de semana y luego repetir todo.

Ya estaba esperando tener que arreglarme de todo solo, pero cuando llegue a casa y me recibió mi ama de llaves, me di cuenta de que realmente sería así.

-señor Feng, bienvenido - me saludo después de cerrar la puerta tras de mi.

-gracias - respondí sonriente pese a lo cansado que estaba.

Algo no andaba bien, la casa estaba muy silenciosa, normalmente llegar a casa era escuchar la televisión, alguna música de fondo, el ir y venir de los tacones, o la cálida bienvenida de mis padres... Ah, era eso.

-¿y mis padres? - pregunté, llega un punto en la vida en que ellos no son los que cuestionan el lugar a donde fuiste, más bien eres tu el que controlas todo lo que ellos hacen. Yo ya estaba en ese punto.

-a la señor Chang se le ocurrió hacer un viaje a Estados Unidos aprovechando una invitación que recibió la señora Zhen y bueno... - explicó mi ama de llaves evitando no reír por mi escena de hijo protector - ya sabe como son, se fueron esta mañana, dijeron que le llamarían en cuanto usted volviera a casa.

-¡pero que rebeldes! ¿Acaso se mandan solos? ¿Con permiso de quien se fueron? - me queje dramáticamente.

-ah si, dijeron que si decía eso, le respondiera que se fueron con el permiso que tienen por ser sus padres y que prácticamente ellos mandan - recordó divertida la mujer.

-¡ah, la traición! - dramatice aún más.

Últimamente a mis padres se les había hecho la costumbre de hacer pequeños viajes de semanas o meses por todo el mundo, su argumento era que ya me habían dedicado más de 20 años de su vida, que era su turno de disfrutar. Cuando decían aquello, no podía alegar más, era cierto y yo no era nadie para negarles disfrutar de tantos años de trabajo duro. Resignado y acostumbrado subí a mi habitación a hacer lo que ya tenía pensado.

Apenas si sentí que dormi, la alarma amenazó con reventarme los tímpanos y no hubo forma de que me librará de ningúna de mis obligaciones. En un abrir y cerrar de ojos ya era viernes, lo cual era bueno pues después de toda la semana trabajando Ximen y Ah Si esperaban descansar un poco.

Nos reunimos en el casa de Té, donde Ximen nos daría a probar el proyecto de Xiaoyou, una nueva receta de té o algo así. Estaba por atardecer; rodeando la mesa principal estabamos: Ah Si, Shancai, Ximen, Xiaoyou y yo, en ese orden.

-no está nada mal - comentó Shancai después de darle el primer sorbo al té.

Ximen le había dado clases a su novia sobre el té y ahora parecía que el alumno había superado al maestro.

-me gusta, ¿ya tiene nombre? - pregunté deleitandome la bebida.

-aún no, quería ver que opinaban antes de nombrarlo - respondió Xiaoyou con su misma timidez de siempre.

-y yo le dije que debía confiar en su creación y darle nombre antes que nada - se quejo Ximen.

-no lo escuches, de joven el nos pedía probar la misma combinación en diferentes días para ver en qué estado de ánimo servirla - recordó Ah Si divertido.

-ah, ¿recuerdas la vez que su combinación resultó alta en vitaminas y nos causó una alergia por tantas veces que nos la dio? - me burle.

-¡Hey! Jamás estuve tan mal - se quejo Ximen.

-claro que si - comenzó Ah Si.

-que no - le siguió Ximen.

Así comenzó todo el desorden, Xiaoyou reía por la discusión, yo me limite a intervenir cuando se me venía a la mente algo que me permitiera seguir molestado a Ximen y Shancai después de un rato se distrajo por la llamada entrante de su teléfono.

-¿Lei? ¿Hola? -respondió Shancai, no hizo falta más para que la absurda pelea que teníamos dejara de existir - ¿te encuentras bien?

Nuestro amigo le respondió algo, que seguramente preocupo a Shancai pues en seguida puso el altavoz para que todos pudiéramos escuchar a Lei.

-¿qué es lo que quieres decir? -volvió a hablar Shancai, su voz temblaba y todos estabamos esperando a escuchar que es lo que pasaba.

Tenía el mal presentimiento de que algo no andaba bien, Lei nunca llamaba, es más ni siquiera respondía los mensajes frecuentemente. Así que el hecho de que justo en este momento estuviera del otro lado de la línea era un mal augurio. Pero lo peor, ¿por qué llamó a Shancai y no a Ah Si o a Ximen o a mi? La traición.

Unplanned Love (Feng Meizuo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora