Desde el principio: Mortifagos ✓

Capitulo 118; Te besaste con ella???

El último de hoy. Cuídense mucho.

Ninfadora salió de la enfermería pocos días después. Severus y ella habían tenido una leve discusión. Ninfadora no le paraba de preguntar que había sucedido aquella noche con Alecto y porque le había besado como si nada. Por más que le decía la verdad no le creía y se enfadaba con él.

Sus heridas no estaban curadas del todo, pero tampoco dejaba que Severus la tocará. Cuidaba de Daniel como si le fuera al ávida en ello.

Podemos hablar-pregunto Severus arto de la situación. Ella lo miró-Solo dime la verdad. Es la verdad, míralo-le ordenó dejando su mente abierta. Ninfadora entro.

Si no la besabas no te daba el anillo-pregunto alarmada. Él asintió tristemente sabía que la había decepcionado, volvió a cerrar su mente. Pero aún así te besaste con ella, no me importa el anillo Sev. Por mucho que signifique no importa tanto como para besarla-susureo mirando a la cama. Él le levanto la barbilla con cuidado de no hacerle daño. Yo siempre te querré a tí, y moriría por ti. Te amo Ninfa. Te amo como nunca ame a Lily-susurro acercándose para besarla.

La tumbo con delicadeza en la cama y le hizo el amor. No había prisas. Pero por más que le dijera aquellas palabras tan bonitas no podía olvidar el beso. Ni que hubiera o amara a Lily.

Se había quedado dormido mientras le acariciaba el hombro. Se incorporó y le dio un beso en la comisura del labio para vestirse y salir. Llegó al aula de DCLAO y tocó a la puerta del despacho. Alecto le abrió y sonrió de lado-La zorrita. Hola a ti también-dijo empujándola dentro.

Vuelve a besar a mi marido y te arrancó los cuatro pelos que te cuelgan de la cabeza. Si te atreves a mirarlo con lujuria te mato. Y ni siquiera lo toques. Vuelve a insinuarle algo y te mato. Me has entendido-pregunto mirándola a los ojos. Sus ojos regresaban su ira. No me vas a pegar-pregunto sonriendo de lado-Le pregunté si se la chupaste alguna vez. No me contesto. Una pena que no se dejase.

Ninfadora apretó los puños y se dio la vuelta. Un puñetazo sonó en el despacho. La nariz de Alecto comenzaba a sangrar. Zorra-grito de dolor llorando. Le había partido la nariz. No me subestimes Alecto-dijo agachandose a su altura y pisandole una mano en el hombro en modo de consolación.

Alecto cogió su varita pero Ninfadora fue más rápida y la para antes de volver a darse la vuelta. Recuerdas ese día en el colegio, que te humille delante de los demás alumnos. Haría los mismo contigo ahora. Te detesto más que tú a mí. Yo no te robe nada, nunca fue tuyo lo comprendes. Jamás fue de nadie no es un objeto tiene sentimientos. El día que sepas que es eso me avisas. Hasta entonces quédate con el recuerdo de la noche en la que te quédaste embarazada de MI MARIDO. Haciéndote pasar por MI. Y lo patético no fue eso, fue que me tuviste que encerrar en una cámara frigorífica porque no te atrevias a matarme. Eres una maldita estúpida, patética y irritante cucaracha-susurro siseando mirándola con demasiado odio en la mirada. Alecto se tapaba la nariz mientras la miraba con temor, iba a decir algo pero Ninfadora la corto. Aaa y si me vuelves a llamar zorra te mato-susurro antes de salir triunfante y con estilo.

Cuando llegó al despacho del director Severus seguía durmiendo. Era la única afortunada de verlo así, parecía un hombre amoroso dormido. Pero era tan distinto eso fue la que la enamoró. Se acostó a su lado tapandola a los dos y le besó los labios antes de quedarse dormida.

Amycus llegó y al ver la sangre la ayudo. Esa hija de puta me la a partido Amycus-dijo mientras la ayudaba a incorporarse para llevarla a la enfermería. Que le has hecho esta vez-dijo enfadada. Ella a venido y me a dicho que no me acerque a él. Pero lo único que a hecho es declararme la guerra-susurro quedándose quieta y mirando un punto fijo en la pared. A qué no había una guerra... Ya abierta-pregunto Amycus elevando las cejas. Ella sonrió de lado malévolamente y la acompaño hasta la enfermería.