Capítulo 36: Desconfianza

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Tengo poca conexión y puede que no suba en días.

Puedo hablar contigo a solas Ninfadora-dijo Lockhard cogiendola del brazo. Ella lo siguió hasta que entraron a su cuarto y cerro la puerta con llave. De que quieres hablar-pregunto Ninfadora mirando la puerta preocupada. Severus no está en el castillo verdad-dijo sirviendo vino elfico en una copa. No... Pero para que quieres saber eso-pregunto Ninfadora mientras él le tendía la copa. Tomala te sentará bien, quizás no te guste saber que Severus se a estado viendo a escondidas con Alecto  Carrow-dijo bebiendo un sorbo de vino. Tienen un hijo en común, es normal-dijo Ninfadora acercándose a la puerta. A estas horas está en su casa besándose con ella-dijo Lockhard. Crees que te creeré-dijo Ninfadora intentando abrir la puerta. Tomó su varita y la abrió-Si me disculpas debo irme.

Ninfadora salió sin creer ninguna palabra de Lockhard no sabía cómo pero ese tipo estaba intentando acostarse con ella a cualquier precio.

Llegó a las madmorras exhausta, quería darse un baño y tranquilizarse.

Cuando se metió a la bañera sintió que algo se estremecía en su cuerpo. Álex no estaba en casa de Alecto esos días, si no con un amigo de ella. Y si Lockhard tenía razón, pero no era posible confiaba en Severus.

Cuando salió eran aproximadamente las ocho de la tarde. Fue al gran comedor. Ceno y volvió a las madmorras, estaba muy cansada y tenía ganas de dormir.

Ninfadora-dijo Severus entrando a la habitación. Severus-dijo Ninfadora dando un salto al asustarse. No pretendía asustarte-dijo cogiéndola por la cintura mientras abría la cama. Déjame Severus-dijo dándose la vuelta y empujándolo suavemente. Vio que tenía los labios manchados de rojo y él se los limpio.

Donde has estado-pregunto disimuladamente. Con Alex-contesto Severus. Con Alex, está con un amigo de Alecto. Me lo dijiste no te acuerdas-dijo enfadada cogiendo un pequeño frasco. Estaba con Alecto, le he dicho que controle su ira enfrente del niño, que no le pegue más...-dijo Severus intentando ocultar lo que de verdad había pasado. Crees que soy tonta has estado con ella-dijo Ninfadora-Os habéis besado. Yo... Ella me beso a traición-dijo cogiendola suavemente. A traición-dijo Ninfadora dándole una bofetada. Severus no la soltó, sin embargo la acercó todavía más a él-Jamas te sería infiel, tú eres lo único importante en mi vida, tú y Álex. Le acarició una mejilla y la beso dulcemente.

Ella rodeo su cuello con los brazos y correspondió al beso. Severus la cogio y la tumbó en la cama acariciando cada parte de su cuerpo-Eres hermosa. Ninfadora lo volvió a besar.

Esta tarde Lockhard me a hablado de tu infidelidad-dijo Ninfadora separandose-En un principio no lo creí, pero luego me acordé que Álex no estaba con ella. No te he sido inf...-no termino la frase porque ella lo beso y dijo-Lo se amor.

Severus se despertó con pesadez. Dejo a Ninfadora a un lado y se levantó, le dolía todo el cuerpo. Y la idea de ocultarle todo a Ninfadora le aterraba.

Miro la cama y luego se levantó la camisa. La cicatriz que Rodolphus le había hecho años atrás seguía hay. Sabía que su mujer podría ayudarle a pasar todo aquello, pero no la quería preocupar. Ese dolor de cabeza no se debía a nada del otro mundo pero si a una persona que se llamaba Tobías. Lo estaba volviendo loco, quería ver a su madre y le estaba intentando convencer. Incluso podría pensar que le estaba dando algo para que se pusiera malo.

Mi amor te encuentras bien-pregunto Ninfadora frotándose los ojos. Si-contesto Severus volviendo a la cama y abrazándola. Seguro que estás bien-pregunto Ninfadora posando una mano en su pecho. Si, pero ahora durmamos-dijo recostándo la en su pecho.

Harry cayó de la escoba cuando la burged le golpeó. Cuando la gente se acerco tenía el brazo roto. Lockhard lo intento arreglar pero lo empeoró más.

Dumbeldore y Mcgonagal llevaban a Colin Crews a la enfermería. Había visto al basilisco através de su cámara fotográfica y Harry que se hacía el dormido lo había escuchado absolutamente todo.

Ninfadora no lo podía creer, el basilisco andaba suelto por hay y un alumno y la señora Noris habían sido petificados. Se alegraba de que no lo hubiesen visto directamente a los ojos, pero todavía corrían peligro todos los demás alumnos. No se le ocurría quien abría abierto la cámara de los secretos.

Desde el principio: Mortifagos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora