Capitulo 88; No puedo

52 3 0
                                    

Lo siento por la tardanza

Cuando Alex llegó Ninfadora bajo. Severus había ido a otra reunión y la había dejado arriba. Donde está papa-pregunto mirándola. A ido a una reunión llegará pronto-contesto con los brazos en jarra. Colagusano la miro de arriba abajo. Os vais a... No-contesto leyéndolo la mente. Alex corrió a abrazarla-Me alegro mucho. Ninfadora puedo saber de qué estás hablando-pregunto sonriéndole. Ninfadora lo miró y Alex se separó. Eres un sirviente no...-paro al ver salir de la chimenea a Elisabeth junto a Amanda no dijo nada más. Que haces aquí-pregunto mirando a Colagusano. Es nuestro sirviente por ahora-dijo mientras le ayudaba con la bolsa de la niña-Largo.

Puedo cogerla-pregunto Alex señalando a Amanda con la cabeza. Si-contesto Elisabeth pasándole a la niña. Hola pequeña, como se llama-pregunto cogiéndola y besando su frente. La niña se abrazó a su cuello y cerró los ojitos. Amanda-contesto Elisabeth sonriéndole.

Hola Amanda eres muy hermosa. Iré a acostar la-dijo sonriendo las. Tía se que ya tenéis suficiente con Alex pero te lo suplico déjame quedarme aquí unas semanas. Yaxley me a pegado y amenazo con hacerle daño a la niña. Colin no estaba en casa y aún que lo estuviera no me haría caso-dijo asustada. Si está bien pero tú madre y tu padre-pregunto suspirando. Están bueno no quiero su ayuda no quiero que Amanda se crié en su entorno-dijo mirando la chimenea como esperando a que alguien se la llevará a la fuerza.

Cuando Severus llegó levantó una ceja. Eso ya parecía un orfanato. Hola-dijo Elisabeth tímidamente. Hola Elisabeth, pequeña-dijo pellizcando tiernamente la mejilla de la niña. Se quedarán aquí durante unas semanas-dijo Ninfadora mientras traía la cena. Y Colagusano-pregunto. Creo que en el armario no lo he querido comprobar-dijo ella cogiendo a la niña de los brazos de Elisabeth.

Lo siento-dijo ella aún manteniendo la lectura. Yo también-dijo él mientras apagaba la luz y se acostaba dándole la espalda. Sev tú no tienes la culpa de nada-dijo Ninfadora dejando el libro y apoyándose en su brazo. De toda y cada una de las cosas malas que nos han pasado-dijo Severus cerrando los ojos. Claro que no, si me pasarán cosas malas a tu lado ya me hubiera ido de esta casa-dijo sonriendo.

Severus solo pudo pensar en el trato que había hecho con Albus. No merecía más dolor en su vida ella no. Se intentaría distanciar de ella ese curso lo antes posible antes de romperle el corazón otra vez. Duerme si-dijo antes de que apagará la luz. Ella lo abrazó por la espalda y noto su sonrisa. Porque él, porque no otro porque lo tenía que haber elegido a él. Odiaba a Dumbledore en esos momentos.

Ninfadora lloraba sin consuelo mientras él la miraba desde la esquina. Eres un mentiroso me prometiste que no me harías más daño-grito entre soyozos.

Se despertó sudoroso llevaba semanas soñando con eso. Ninfadora lo ayudó a calmarse. Duermete-dijo Severus levantándose. Había sido un error haberse acostado con ella la noche anterior. Amor-dijo levantándose ella también. Olvidalo-dijo él mirando por la ventana.

Cuando el final del verano llegó Elisabeth ya se había ido, Alex se quedó una semana con los Smith y ellos fueron a Hogwarts.

Ninfadora entro a la sala de profesores con algunos pergaminos nuevos y los puso en su sitio. Se sentó en la mesa y abrió una barrita de chocolate antes de que su padre entrará con todos los profesores detrás. Ella se tapó la boca avergonzada y guardo lo que le quedaba. Buenos días hija-dijo Albus sonriéndole. Hola papa-dijo sonriendo sentándose en una silla. Severus se sentó al otro lado de la mesa y lo miró extrañada.

Cuando regresaron al cuarto no se dirigieron la palabra. Por mucha tristeza que le provocará alejarse de ella, romperle el corazón y joderle la existencia debía hacerlo por su bien. Si le seguía mostrando muestras de afecto llegaría a un punto en el cual no se podría defender de sus ataques cuando todo pasará. Se acostaron, la oyó sollozar pero no hizo nada. Suspiró resignado mirando a la pared pensando en el futuro.

Ninfadora daba vueltas en la cama. A veces necesitaba abrazarlo para dormir tranquila, más cuando pensaba en Colagusano. Él no lo podía hacer, no podía. No podía dar su brazo a torcer, no podía abrazarla y tranquilizarla. Cuando sintió como abrazaba un cojín se sintió un idiota.

Él tampoco podía conciliar el sueño, lo sabía. Su respiración no era la misma de cuando estaba dormido. Empezó a dar vueltas pensando en lo que le pasaba. Abrazo un cojín y intento dormir. Pero noto como se acercaba más a ella.

Severus acarició su mejilla antes de darle un dulce beso en los labios. El también tenía que desencantarse de ella. Tenía que olvidarse que la amaba a ella y pensar en Lily. Dejar de amarla pero no podía, por más que quisiera siempre la había amado aún que nunca se hubiera dado cuenta, o no lo quisiera admitir. Apartó un mechón de pelo y lo puso detrás de su oreja. Lo siento-susurro acariciándole de nuevo la mejilla. Se separó y volvió a cerrar los ojos intentando dormirse.

Ella contuvo el llanto y se quedó dormida.

Desde el principio: Mortifagos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora