Capitulo 41; Distanciamiento

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No tengo mucha inspiración últimamente y los anteriores capítulos los subí seguidos porque no tenía conexión para subirlos. Por eso me tarde tanto. Un beso y espero que voten y comenten. Sigan con esta historia sacada de mi mente.

Me has echado de menos-pregunto Severus acariciando su hombro. Demasiado-contesto Ninfadora levantando la cabeza de su pecho.

Que has echo-pregunto Ninfadora mientras le apartaba el pelo hacia un lado. E tenido que ir a una ciudad muggle-dijo Severus sentándose en la cama. Sabía que vendría una charla larga con ella.

Profesora-dijo Hermione abriendo la puerta. Pasa Hermione-dijo Ninfadora dejando de escribir. Hermione paso y se sentó con cuidado. Dime Hermione-dijo Ninfadora sonriéndole dulcemente.

Después de una agradable charla con la que era su hija recogio todo y fue al gran comedor.

Severus todavía no había llegado y la cena todavía no había comenzado así que se dispuso a hablar con Remus.

Severus la acorraló en la cama besando su cuello-lo último que necesito hoy es hacer el amor, Severus. No estoy dispuesto a dormir esta noche Ninfadora-dijo besando sus labios. Pero yo si-contesto quitándose lo de encima.

A la mañana siguiente fue directa al comedor, no tenía ganas de discutir con Severus cuando se despertara. Además de que tenía hambre, y necesitaba comer. Remus no le quitó la vista de encima hasta que se sentó. Severus no tardó en llegar pero no venía de buen humor.

Te miro los pechos Ninfadora, ese lobo te...-Severus dio un puñetazo en la pared. Severus basta el no lo hizo intencionadamente, me agaché y no pudo. No pongas escusas, ayer no quisiste y tú siempre quieres, te estás acostando con él-dijo Severus mirándola a los ojos. Ninfadora le pegó una bofetada y le dijo-Que te quede claro Severus yo no soy esa clase de chicas y solo me he acostado contigo en mi miserable y maldita vida así que si quieres recriminarme algo que no he hecho ya puedes ir pidiendo a los elfos que te preparen otra habitación, porque yo no me he acostado con nadie más que no seas tú. Y tus malditas manías de meterte en la mente de los demás sólo ocasionará más problemas en nuestro matrimonio. Y ahora espero que no vuelvas a pensar o imaginarte o lo que sea que hayas tenido en tu mente que yo me he acostado con Remus-dicho todo esto cogió su túnica y salió para dar clases.

Severus la miro salir y luego se sentó de sopetón. Era imbécil, demasiado.

Ninfadora entro a clase y empezó a impacientarse al ver que había pocos alumnos en el aula. Llegaban tarde.

Ninfadora se acostó a su lado de la cama cerrando los ojos. Necesitaba descansar.

Severus llegó a las dos de la mañana y se acostó a su lado. Apestas a alcohol-dijo Ninfadora adormilada. Severus no le hizo caso y se quedó dormido enseguida.

A la mañana siguiente Remus tocó a la puerta despertando los. Severus abrió con dolor de cabeza.

Que quieres-pregunto mientras Ninfadora se levantaba.

Quería saber si Ninfadora...-no terminó la frase porque Severus lo interrumpió. Ni se te ocurra acercarte a ella, y si quieres la poción matalobos me la pides a mi-dijo con frialdad y asco. Severus déjame hablar con él-dijo Ninfadora saliendo con sueno afuera.

Que quieres Remus-pregunto cerrando la puerta de la habitación. Quería hablar contigo después de clases pero como veo que tú marido no quiere que me acerque a ti mejor nada-dijo Remus saliendo de allí. No, espera está... Si se puede decir que está celoso, lo está-dijo Ninfadora sonriendo-Luego hablaremos iré a tu despachó.

Remus se marcho y Ninfadora abrió la puerta y vio que Severus se estaba duchando. Se tumbó, no me apetecía dar clases y se quedó dormida. Severus la despertó cinco minutos después moviéndola mientras se vestía. Vamos debemos ir a desayunar-dijo fríamente. Ninfadora se levantó mirándolo mal y se vistió con la varita. Se primo el pelo y se hizo una coleta.

Estas más guapa sin ella-dijo Severus a su espalda soltando le la coleta. Y acomodando la barbilla en su hombro. Ninfadora le quitó el coletero y se la volvió a hacer no le pensaba dirigir la palabra en todo el día hasta que le pidiese perdón sinceramente.

Cuando estaban desayunando una lechuza color negra con rayas marrones entro y dejo una carta en las manos de Ninfadora. La lechuza salió de nuevo y antes de que saliera, Ninfadora se asustó al ver las iniciales.

Creo que ahora me he puesto on fire así que si puedo publicaré más y no haré como estos días

Desde el principio: Mortifagos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora