Capitulo 121; La muerte de Alecto

42 4 0
                                    

De nuevo pido disculpas por estos dos días en lo que no publique.

Ninfadora trago y cerró los ojos. No se lo había dicho aún.

A por la primera que iban a ir sería a por ella. Sentía temor por todos los mortifagos. Las defensas cayeron, el cielo parecía que se caía. Se volvió de un intenso naranja como si de papel quemado se tratara.

Oyó explosiones y se temió lo peor. Es el puente lo han destruido-susurro Minerva. Gigantes de cuatro metros se acercaban y algunos mortifagos volando en escobas lanzaban hechizos. Todos dentro, todos a cubierto-grito Minerva mientras se acercaban a ellos.

Ninfadora corrió dentro tenía que buscar a Hermione, tenía que decirle ya que era su hija. No, no podía si lo hacía la podría poner en peligro. Sentía sentimientos encontrados y en su mente solo cabía preocupación por qué pasaría.

Black-grito una voz conocida a su espalda que le lanzó un hechizo. Lo esquivo y se puso a la defensiva. No sabes cuánto he deseado hacer esto-dijo sonriente Alecto lanzándole otro hechizo que desvío. Sabes que Alecto, quitarme del camino no te servirá de nada-dijo mirándola haciendo un puchero. Pero me sentiré aliviada de saber que ya no puedes disfrutarlo-dijo sonriendole de lado. Ninfadora le lanzó un hechizo esquivando otro. Alecto sonreía-Sera mío no lo podrás cambiar. Ninfadora-grito Alex que corrío con Carla a su lado. Esto es entre las dos hijo-grito Alecto apartandolos con un hechizo.

Te vas a sorprender Alecto pero ahora que estoy cien por cien segura de que te mataré debes saber que ya no eres tan joven. Eres vieja una abuela-dijo con suficiencia. Alecto abrió los ojos entendiendo lo que quería decir. Solpresa-dijo sonriendo Ninfadora mientras desviaba otro hechizo. Comenzaron un duelo. Uno en el que Alex y Carla no estaban incluidos. Cabrones-grito Alecto-No era tuyo si no de ellos. No era tu hijo. Fingisteis. Traidores. Traidores-grito haciendo que Ninfadora retrocediera mientras desviaba los hechizos. Derrepente paro y mando un hechizo a Alex-Crucio. Alex lo intento desviar pero se empezó a retorcer de dolor. No-grito Carla-Pare es su hijo. Ninfadora aprovecho, no tuvo otra opción. Conecto su mirada con la de Alex durante unos segundos pidiéndole perdón y lanzó la maldición perdonable justo a tiempo-Avada Kedabra.

Alex dejo de retorcerse y Carla lo auxilió besándolo. Ninfadora miro el cuerpo de Alecto caer sin vida. Por mucho que quisiera matarla sabía que Alex no merecía eso. Alex miro el cuerpo de su madre caer y suspiró levantándose con la ayuda de Carla. Otro hechizo los atacó pero Ninfadora lanzó un protego.

Unas imágenes vinieron a su cabeza-Alguien intentaba mandarle información. Vio a Lucius hablando con Voldemort en lo que parecía... El embarcadero. Narcissa-susurro preocupada por si le hacía daño. Le pegó. Las imágenes no eran claras eran flashes no las veía enteras. Solo escucho que fuera a buscar a Severus. Eso le preocupo.

Cuidaría-dijo saliendo corriendo hacía los embarcaderos a Alex.

Vio a Greyback comiéndose a una alumna que reconoció como la chica con la que había salido Ron en sexto curso. Lavander Brown-susurro antes de lanzar a Greyback por los aires.

Bajo las largas escaleras llorando. Sabía que le haría algo. Se escondió para que no la viera y vio llegar a tres chicos. Quién quería escapar-se pregunto pero cuando los vio se escondió mejor. Harry, Ron y Hermione llegaron y se escondieron también sin verla. Escucharon atentos.

Solo en las últimas horas, habéis logrado extraordinarias proezas con esta varita mi señor-dijo Severus. No lograba a alcanzarlo a ver pero por su tono de voz parecía nervioso aún que sabía disimularlo muy bien. No, no. Yo soy extraordinario. Pero la varita, se me resiste-dijo la voz de Voldemort. No hay varita más poderosa, Olivander mismo lo dijo-contesto Severus-Esta noche, cuando llegue el muchacho no os fallara. Estoy seguro de ello. Responde a vos y solo a vos. Ninfadora noto en su voz temor, tantos conviviendo con él. Era imposible no conocerlo. A sí-pregunto Voldemort. Mi señor.

La varita me obedece únicamente a mí, eres inteligente Severus seguro que tú lo sabes. A quien debe lealtad la varita-llego a ver a Voldemort durante un instante, creía que estaba dando vueltas alrededor de él. A vos por supuesto mi señor-contesto de nuevo Severus. La varita de saúco no me obedece como es debido porque no soy su auténtico amo. La varita de saúco pertenece al mago que mato a su último dueño. Tu mataste a Dumbledore Severus, mientras tú sigas con vida la varita nunca  será del todo mía. Has sido un siervo bueno y fiel Severus a diferencia de tu esposa. Una traidora a la que he de matar también. Pero yo solo puedo vivir para siempre-dijo antes de ordenar a Nagini que lo matara. Ninfadora se estremeció y cerró los ojos al escuchar su cuerpo caer y luego a la serpiente morderlo.

Vio a Harry y a los chicos entrar y se escondió más. Recógelas, recógelas porfavor-susurro Severus. Dadme algo un frasco lo que sea-grito Harry. Vio a Hermione dárselo.

Desde el principio: Mortifagos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora