Desde el principio: Mortifagos ✓

Capítulo 40; Lago

Que pasa-pregunto calmadamente. Le has dicho al hombre lobo que le suministraremos pociónes-pregunto Severus cerrando la puerta de un golpe. Si Severus, no tiene nada de malo-dijo Ninfadora mientras se descalzaba. Claro que no, hacerle un favor a alguien que nos hizo daño durante la infancia-dijo Severus sarcásticamente. Mi padre te lo a dicho, que se las suministremos y quiero que dejes de pensar lo que estás pensando o volverás a dormir en el sofá-dijo Ninfadora desvistiendo se.

Severus la miro e hizo lo mismo. Solo ella era capaz a derrumbar sus murallas y entrar a su mente pero la idea de que se estuviera enamorando de otro lo mataba por dentro y le daba ganas de mostrar que solo era de él y de nadie más.

Ninfadora sintió el brazo de Severus rodear su cintura mientras apagaba la luz con un Nox.

Se despertó en mitad de la noche al oír la puerta cerrarse. Miro la cama y estaba vacía.

Eran las dos de la mañana ella sí que tenía motivos para estar celosa. Tenía demasiadas pretendientas en el castillo tanto profesoras como alumna. Pero sabía que él no le haría lo que estaba pensando, solo eran celos.

De hecho a la mañana siguiente oyó varios comentarios desafortunados sobre Lupin. Algunas lo comparaban con su marido y otras tantas se mordían los labios al pensar en el. Claramente llamaba la atención entre tanto estudiante ya que llevaba tacones y un vestido morado oscuro que se aferraba a sus curvas.

Ninfadora-llamo Sinistra a su espalda. Dime Sinistra-dijo ella parándose. Vienes a Hosmeden, hoy hace buen tiempo e iremos al lago a nadar-dijo Sinistra caminando junto a su compañera. Si está bien pero has visto a Severus-pregunto. Si estaba en la aula cuando le fui a entregar un par de pociónes que Poomona no podía llevarle-dijo Sinistra sonriendo.

Cuando llegaron al lago pusieron un campo protector por las criaturas y se metieron dentro. Todas excepto Trelaweny que no sabía nadar y siempre se sentaba en el muelle. A pesar de que el clima era calido los dementores lo hacían sentir demasiado frío.

Aguanto la respiración y se hundió completamente. Necesitaba aclararse las ideas.

Cuando salió todas miradas se volvieron hacia la persona que volvía a lo lejos hasta allí. Claramente era su esposo.

Ninfadora salió del agua y cogió la toalla. Se cubrió con ella y se acerco a él. Tengo que dejarte sola esta semana, hay problemas con unos asuntos de tu padre y míos-dijo mientras le prestaba atención. Espera no vendrás a dormir-pregunto alarmada. No, pero intentaré regresar cuanto antes-dijo para salir de allí cuanto antes no le gustaba que le escucharan hablar con ella cuando eran sus amigas y se lo contaba casi todo. Ninfadora le dio un beso en la mejilla y le dijo al oido-Te amo, celoso.

Snape metió la mano disimuladamente por la toalla y acarició su cintura. Y yo te amo a ti Ninfadora-dijo separándose de ella.

Cuando se acerco a Trelaweny metió los pies en el agua y la miró. Que pasa-pregunto mirándolas a todas. Nada-contestaron riéndose. No es normal en vosotros demostrar esas cosas en publico-dijo Sinistra. Esta bien-dijo Ninfadora sonriendo. Se cambió con la varita.

Sinistra sonrió al ver a Remus aparecerse cerca de ellas. Profesora Black me puede dar lo que le pedi-pregunto Remus sonriendo a todas. Si lo tengo en mi despacho-dijo mientras desaparecían los dos y aparecían en su despacho.

He buscado a Severus pero no lo he encontrado-dijo Remus sonriéndole. A salido, no volverá hasta la semana que viene-dijo ella mientras abría un cajón y sacaba la poción de allí. Al agacharse Remus no pudo evitar dos cosas. Mirar la llave que colgaba de su cuello que le hizo sentir curiosidad y ver sus pechos que le hizo sentir cosquilleos en su parte más íntima.

Ninfadora se levantó y guardó la llave. Le entrego la poción y lo miro hasta que salió por la puerta.

Se había dado cuenta de cómo le había mirado y eso era lo que quería evitar. Que Severus se sintiera celoso por algo que jamás existió y existiría. Ella solo lo amaba a él y no le había gustado nadie más.

Las noches habían sido largas sin él a su lado pero llegó antes de la última noche de la semana. Ninfadora-dijo Severus abrazándola. Ninfadora se levantó soltando el libro y se abrazó a él.