Desde el principio: Mortifagos ✓

Capitulo 38; Petrificación

A la mañana siguiente la noticia de que su padre había sido hechado de su puesto y Hagrid llevado a Azkaban los mantuvo a alerta al igual que a los demás profesores.

Severus sintió la quemadura en su anular. Le dolió demasiado como para ser un simple rasguño en su esposa.

Recibió la noticia de que otra persona había sido petrificada. Cuando llegó a la sala de profesores no había nadie y fue cuando vio a toda la gente mirar cómo se la llevaban.

Que a pasado-pregunto con su frío tono hasta que vio a su esposa petrificada. Cuando llegaron a la enfermería empezarón a hablar. Lockhard llegó poco después.

Esto es muy grave hay que mantener a los alumnos bajo control. Ninfadora tubo suerte al ir mirando el suelo que reflejaba al basilisco-dijo Minerva mirando a los profesores. Severus tendrás que dar sus clases.

Yo puedo buscar el lugar del cual procede el mounstru-dijo Lockhard haciéndose el héroe.

Lockhard fue metido al área de psiquiatría de San Mungo después de lo ocurrido. Y Ginny y Harry llevados a la enfermería.

Cuando Albus volvio todos fueron despetrificados. Ninfadora entro en el comedor llamando la atención de todos pero la mirada fue posada en el efusivo abrazo que se dieron Hermione y Harry.

Ninfadora sonrió cuando se sentó esa misma tarde volverían a las hilanderas y tenía ganas de abrazar a su marido. Después de que Hagrid fuera aplaudido por todos el curso fue despedido gratamente tanto por estudiantes como por profesores.

Severus cogió a su esposa fuertemente de la cintura y los hizo aparecer en su casa. Alecto parecía estar allí.

Mmmm con que la petrificada volvió a la vida-dijo saliendo de la cocina con Alex detrás. Callate-dijo Severus soltando la y cogiendo al niño. Me voy ya espero que no te vuelvan a petrificar-dijo riéndose de ella.

Álex la abrazo muy fuerte en cuanto su madre se marcho tenía sueño y se frotó los ojos. Vamos Álex iremos a la cama-dijo ella subiendo las escaleras. Solo tenía diez años pero pronto tendría once y parecía un niño de cuatro por el hecho de que su madre no le dejaba hacer nada más que practicar maldiciones con una vieja varita.

Severus abrazo a Ninfadora en cuanto entro al cuarto, estaba muy guapa con la túnica roja pero le gustaba más con la negra. Ella respondió al abrazo mientras besaba su mejilla.

Estuvisteis demasiado tiempo petrificada-dijo Severus separándose muy poco para verle la cara. Me asusté, me estuvo siguiendo durante varios minutos pero se colocó delante y no pude evitarlo...-dijo Ninfadora asustada. Ahora ya estás aqui-dijo Severus besándola. Ella se sentó mientras él le desabrochaba el vestido.

Se quitó los tacones lo más rápido que pudo mientras le quitaba la camisa. Lo beso con pasión mientras le quitaba la ropa y la acariciaba.

A la mañana siguiente una voz infantil los despertó. Álex vamos sal, Ninfadora debe vestirse-dijo su padre acariciando el pelo del pequeño. Mamá me dijo que ella no podía tener hijos-dijo Álex bajándose de la cama. Ninfadora lo miro y iba a responder pero Severus lo hizo por ella-Alex tu madre no sabe lo que dice. Pero ella me dijo que no podía tener hijos, que tu no querías un hijo de ella-Alex se calló cuando recibió el gritó de su padre de que se largara.

Ninfadora se levantó corriendo y se vistió con la varita. Miro a Severus mal antes de salir. Cuando llegó a él salón abrazo al niño fuertemente y lo consoló. Tu padre no te quería gritar, sabes que estuve un tiempo petrificada y estuvo solo-dijo Ninfadora. Mamá me lo dijo yo solo...-Alex se calló cuando su padre entro.

Ninfadora sal-dijo Severus de mal humor. Álex trago saliva y soltó la mano de Ninfadora, que salió de la habitación hacia la cocina.

Álex se quedó en el salón acurrucado mientras su padre salía a por las pociones que le daba después de su grave enfermedad. Entra a vuelto a pasarle-dijo Severus corriendo hacia el laboratorio. Ninfadora trago malamente el agua y entro al salón corriendo. Ya cielo-dijo abrazándolo con cariño.

Mami-dijo el niño abrazándose a ella. Severus llegó con las pociones y se las dio. Álex se quedó dormido en los brazos de Ninfadora a los diez minutos. Alecto entro al instante por la chimenea. Severus le había mandado una carta para que fuera.