BÁILAME (+18)

65. Nadie puede (+18)

Este capítulo contiene violencia y mucha sangre.

NATASHA

Casi llegando a la zona VIP se detiene sacando su celular de la chaqueta, mira la pantalla, que me ciega con su luz, y como si fuera un milagro, maldice por lo bajo, me suelta y sin dar ni una maldita explicación se da la vuelta y baja las escaleras apresuradamente. De todos sus movimientos fugaces solo logro captar cuando saca un arma, la carga y aprieta molesto.

No vuelvo a respirar hasta que alcanzo la calle. De nuevo todos esos malditos sentimientos negativos me atrapan, el hecho de que él sepa quién soy, que ahora me haya visto claramente, que me haya vuelto a tocar y esta vez en contra de mi voluntad...

Mi cuerpo tiembla, no por el frío sino por el miedo que me generó verlo. No importa si al rozarnos mi cuerpo enloquece, no le quiero cerca y no sé porqué él ahora parece querer lo contrario.

- ¿Natasha?...- la voz de Morgan me abraza con calidez. Rápidamente me seco las lágrimas y finjo una sonrisa. - Creí que ya te habías ido, no estabas por ninguna parte...

«Sí estaba, estaba siendo cazada por un maldito animal abusivo que me estaba arrastrando a la fuerza », quiero decirle eso pero me lo callo, de verdad que quiero dejar de pensar en Christopher, quiero sacarlo de mi mente.

- ¿No íbamos a tomar una botella de vino?...

CHRISTOPHER

Salgo a la calle, mi auto ya me está esperando. Taylor, mi hombre de mayor confianza entra conmigo y salimos disparados en dirección a la salida de la zona urbana. Piso el acelerador matando el maldito motor, mi mente se nubla de ideas negativas y por dentro siento una ira que me hace desear matar a varias personas esta noche.

Desde el inicio supe que era mala idea que Christian tuviera su propio negocio, pues sus enemigos sabrían dónde encontrarle y lo habían hecho. Esos malditos no pudieron elegir peor día que uno en el que ese idiota esté más drogado y al borde de una sobredosis.

Esta noche solo me traía un mal sabor de boca, la conversación con él y Verónica fue una mierda, luego a eso se sumó ver a Jen, sé que es ella, no me olvidaría de un rostro que he sostenido por mucho tiempo, no importa si solo es un parecido, sé que sí es ella. Tuve que verla besándose con aquel idiota que se quedaba corto cuando de hombres se trataba. Dejó que la bese, la toque y la acaricie donde yo lo hice. Tuve que contenerme para no matarlo ahí mismo, además, ¿Qué sentido tendría? Ni siquiera ella es una de mis chicas, solo la quería follar y lo hice; sin embargo, creo que eso no es suficiente, una vez no calmó mi sed.

La tuve entre mis brazos, me la iba a llevar a una de mis propiedades y tratarla como la perra que es. Christian tuvo que joderlo.

- ¿Cuánto falta?...- le pregunto al moreno que está a mi lado. Él revisa el GPS de mi hermano y me mira de reojo.

- Cinco minutos...

- ¡Maldita sea!...- acelero sin importar que sea una calle de velocidad restringida, paso los autos como en una carrera y en movimientos arriesgados pero necesarios.

A mis espaldas van siete autos 4×4 ocupados por mis hombres y algunos de Christian, a los que mataré si a él le pasa algo. Son sus malditos guardias, ¿De qué mierda sirven si lo dejan ir solo ?.

- Christopher tranquilízate...- me pide Taylor y le asesino con la mirada.

- Estaré tranquilo cuando tenga la cabeza de esos malditos...- respondo teniendo un maldito deja vu.