♪♪Crayon ft Ayra Starr — NGOZI ♪♪
NATASHA
El olor a café recién hecho inunda mis fosas nasales, olfateo aún con los ojos cerrados para luego darme la vuelta en busca de su cuerpo. No está, solo acaricio un espacio vacío que todavía conserva su calor. Abro los ojos lentamente, me golpea la luz del Sol que entra por la ventana. La cortina está corrida a un lado, el día se ve hermoso, con nubes despejadas y una paz que dura hasta el momento en que pienso en Christopher.
Me bajo de la cama arrastrando mi cuerpo. Dormí bien anoche, sus brazos se sintieron cálidos, pero no dormí lo suficiente. El rubio fue un necio al negarse a ir al hospital, no tengo ni idea de porqué se empeñó tanto.
¿Era cierto que quería estar conmigo? ¿Abrazarme y ya ? ¿O solo fueron los efectos de la fiebre?. Ayer él no estaba en sí, tal vez solo fueron sus delirios.
Cruzo el marco de la puerta y llego al pasillo. Aquí el olor es más intenso, ya no solo se trata del café, también percibe a tortitas, deliciosas y calientes tortitas.
— ¡Dios...!— susurro frotándome el rostro. Recuesto mi cuerpo en el marco de la puerta de la cocina y suspiro. — Estoy agotada...
— Ya despertaste...— la voz de Christopher me sobresalta. Retiro mis manos y quedo sorprendida al verlo sostener una de mis sartenes y hacer tortitas.
Los músculos de su espalda se tensan bajo esa capa de tatuajes. Se sostiene mejor que ayer, ya no tiene la voz cansada, y cuando voltea a verme mi corazón da un brinco. Tiene la piel menos pálida, sus ojos, casi siempre inexpresivos, me miran con un brillo que nunca antes había contemplado. Lejos de esa tarde lluviosa y tormentosa, se ven con vida...— ¿Qué haces?...— susurro perdida en sus ojos.
Me sonríe divertido mientras retira la última tortita y la coloca en un plato lleno de ellas.
— Me desperté temprano y me entró hambre...— responde sosteniendo el plato con su brazo bueno. Pasa a mi lado y camina hasta mi pequeña mesa de comedor. — Trae el sirope...— me indica.
Miro el bote y luego a él, una sonrisa de incredulidad se dibuja en mis labios y me acerco a cogerlo.
— No sabía que Christopher Wagner cocinaba...— comento tomando asiento. Me lanza una mirada traviesa y sonríe.
— Nunca lo preguntaste...
— Nunca nos conocimos en realidad...— al decir eso su sonrisa desaparece, mueve su silla y se sienta frente a mí.
— ¿Quieres que nos conozcamos?...— pregunta sirviéndome el desayuno. El hecho de que esté trabajando con una sola mano me hace sentir mal.
— Puedo servirme sola...— acerco el plato. — No deberías hacer tantos esfuerzos...
Se acomoda en su sitio mientras acabo de servirme, sus ojos no se despegan de mí, se siente incómodo y me pone nerviosa.
— ¿Qué?...— me levanto para añadirle el sirope a sus tortitas. Cuando hago eso su mirada baja lentamente hasta mis senos, alzo una ceja y al darme cuenta de que lo que llevo puesto es revelador me siento de golpe.
— ¿Qué desayunas en las mañanas?...— su voz después de este momento me estremece.
— Creí que sabías todo de mí...— trato de ignorarle.
— Pero nunca te lo he preguntado...
— ¿Qué tratas de hacer?...— suelto los cubiertos. — ¿La estupidez de iniciemos de nuevo olvidando todas tus mierdas?...
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BÁILAME (+18)
Romance- Es lo que llevas deseando...- besa mi nuca e introduce dos dedos a mi interior. Gimo de inmediato contra la puerta, mis piernas tiemblan y siento que si no sostiene mi cintura acabaré desplomándome en el piso. Me embiste con sus dedos provocándome...