Keren había pasado los próximos días muy a gusto en compañía de Set, omitiendo algunas pocas horas del día en el que él salía con sus amigos y volvía hasta muy tarde.
Ya había tenido su primer día de clases y quedó maravillada. Consiguió hacerse amiga de una chica muy buena onda que se ofreció a ayudarla a estar al corriente.
Y en la casa, los padres de Set se comportaron muy amables con ella, pero Keren sabía de antemano que solo lo hacían para tenerla contenta y tranquila, y no porque realmente fueran una gran familia unida.
-¿Ya te vas, Keren? -le preguntó Meredith, la única amiga que tenía en la Universidad cuando la campana sonó; avisando la hora de salida.
Tanto ella y Keren se hallaban en el aula, acomodando sus cosas en la mochila.
-Sí. Es solo que se me dificulta llegar a mi casa de acogida por mi cuenta -se mordió el labio mientras se echaba las correas de la mochila sobre sus hombros.
-¿Y cómo es que vienes a la escuela? -su amiga ladeó la cabeza con curiosidad.
-El hijo de la familia en la que estoy me trae y me lleva a casa, pero hoy no podrá venir por mí porque tiene asuntos que atender.
-Oh, nunca lo he visto.
-Es porque me espera a unas calles de aquí -se encogió de hombros.
-Bueno, ¿Qué te parece si te llevo a casa? Hoy traje el auto de mis padres.
-Claro.
Ambas salieron al estacionamiento trasero donde un sinfín de estudiantes se deslizaban en sus coches y se iban a toda leche.
Meredith era una chica sumamente rubia, tan rubia que incluso su cabello parecía blanco y sus ojos demasiado azules para ser reales. Y era una de las que más era presa de las miradas de los estudiantes y Keren se sentía abrumada por ello, pero trató de no prestarle atención.
En esos dos días que llevaba en la escuela, extrañaba de lleno a sus amigos de Nueva York y a su hermano.
-Sube -le dijo su amiga, señalando hacia el Cadillac color plata que estaba frente a ella.
Keren sonrió y abrió la puerta del copiloto dispuesta a subirse cuando sintió que alguien le agarraba el hombro con suavidad. Se dio la vuelta bruscamente y se encontró con los ojos aqua de Set, sonriéndole.
-¡Set! ¿Qué haces aquí? -esbozó usa sonrisa y se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja, un tanto ruborizada, ya que no estaba acostumbrada a que los muchachos la miraran de tal manera en la que él lo hacía.
-Vine por ti. Cancelé el asunto con Miles -puso los ojos en blanco sin borrar su sonrisa -lamento el retraso.
-Eh, no. No hubo ningún retraso -dijo Keren, mirando a su amiga con nerviosismo -mi amiga iba a llevarme...
Meredith tenía los ojos entornados fijos en Set.
-Oh por Dios, ¿sales con Set Rex? -canturreó la rubia con excitación y Keren parpadeó confundida.
-No, él es el hijo de los señores con los que estoy viviendo -explicó, titubeante-¿Lo conoces?
-¿Conocerlo? Fue el novio de mi hermana hace un año -dijo, estupefacta -jamás lo había visto en persona.
-¿Tu hermana? -preguntó él, con interés.
-Marybelle Reeves -contestó Meredith.
-Ah, Marybelle -repitió él, sin mucho interés. Su sonrisa se borró por unos segundos y cuando cruzó la mirada con Keren, sonrió de nuevo -bueno, gracias por querer ayudarla, pero la llevaré yo.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...