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-Grrrr....

Beatrice rodó los ojos con exasperación a la milésima vez que escuchó los gruñidos de su hermano. Ya era de noche y había pasado varias horas desde la llamada de Keren. Y Set estaba furioso, furioso de que la batería del teléfono de Beatrice se hubiese acabado.
Y habían corrido con suerte, puesto que Adam se apresuró a anotar el número de donde su hermana los había llamado antes de que el teléfono se apagara completamente.
-¡Deja de estar gruñendome!-le espetó Beatrice cuando su paciencia ya no pudo más.
-¿En qué cabeza cabe no cargar tu teléfono?-contraatacó Set.
-Pues todo fue tan precipitado que se me olvidó-titubeó.
-Teniendo en cuenta que casi nos matan a todos, es más que obvio que Beth no iba a perder el tiempo cargando el teléfono-añadió Adam con recelo.
-Lo cargué en el hospital pero la batería no iba a durar para siempre-masculló Beatrice, recargando su cabeza en el hombro de Adam.

Sin embargo, al cabo de media hora, se detuvieron en otra gasolinera. Estaban demasiados cansados y hambrientos, en especial Set y Jack, quiénes habían recorrido casi todo el mundo ilegalmente sin haber descansado.
-Bien, bajen los que tengan que ir al baño y comprar comida. Yo me quedaré a descansar diez minutos en lo que vuelven-dijo el rubio tras dar un gran bostezo que le dejó los ojos llorosos-Jack les dará dinero por si necesitan.
-Estás muy cansado-dijo Carla con el ceño fruncido-¿Podrás continuar conduciendo así?

Set ya había cerrado los ojos y había recargado su cabeza en el respaldo. Y cuando oyó su voz, resopló.
-He pasado por peores momentos-farfulló en respuesta sin abrir los ojos mientras los demás bajaban del Jeep.
Carla se quedó en el auto sin despegarle la mirada de encima. Él aun continuaba sin playera y se miraba muy tranquilo con los ojos cerrados. Ella le encontró cierto parecido a un ángel adormecido con un tatuaje rudo en uno de sus brazos y un piercing en la ceja. Set no parecía ser tan maldito en ese momento pero en cuanto abriera sus ojos aqua, aquella tranquilidad que emanaba se esfumaría.
-¿Podrías dejar de mirarme? No soy Adam, así que pierdes el tiempo conmigo. No hay otra chica que me interese a parte de Keren-dijo él entre dientes. Carla dio un respingo.
¿Cómo era posible que el rubio se diera cuenta de su escrutinio, si tenía los ojos cerrados?
-¿Acaso te sientes tan superior a todos, que incluso quieres prohibir mirarte?
-Sí. Así que aparta tus ojos de mí. No me conoces en lo absoluto.

Carla no dijo nada al respecto pero obedeció. Se cruzó de brazos y miró en dirección a la carretera, siendo consciente que ahora era Set el que la miraba, pero no de una manera normal, sino salvaje y lúgubre. Como si quisiera despedazarla viva y tirar sus pedazos a un río. Y se sintió tranquila cuando vio a Jack de vuelta con una bolsa de plástico en sus manos. Se había humedecido el cabello y sus ojos mostraban el mismo cansancio que Set.
Ella le dio espacio para entrar y después se sentó de nuevo en sus piernas. Aquella posición le había provocado dolor lumbar pero se prometió no quejarse de nuevo para evitar problemas.
-Deberías ir al sanitario. No vamos a detenernos hasta dentro de cinco horas quizás-le sugirió Jack, husmeando dentro de la bolsa. Sacó una soda fría y una bebida energizante "Monster" para Set-hey, amigo. Compré esto para ti.
El rubio abrió solo un ojo y agarró la lata de un litro.
-Gracias-susurró y la sostuvo entre sus manos, volviéndose a dormir.

A regañadientes, Carla se movió rotundamente para bajar. Jack se apresuró a deslizarse fuera del asiento y la ayudó a ponerse en pie a pesar de tener la pierna enyesada.
-Puedo ir sola al baño. No te molestes...
-Yo seré tu muleta. Recargate en mí todo lo que quieras-le cortó él, sonriendo dulcemente y a ella se le revolvió el estómago.

Se encaminaron a los sanitarios a paso lento. Ella se apoyó lo menos que pudo en el hombro de Jack y entró sin su ayuda al baño de chicas. Él prometió esperarla afuera.
Y ahí dentro se encontró con Beatrice lavandose las manos en el lavabo.
Ambas hicieron como si ninguna existiera y continuaron con lo que estaban haciendo.
Diez minutos más tarde, todos ya abordaban el Jeep de nuevo y Set se tomaba a pecho gran parte del Monster para despertar. Tenía los ojos muy enrojecidos e irritados.
-Deja que conduzca-dijo Jack-estás muy cansado.
-Estoy bien-se frotó los ojos con arrogancia-solo necesito...
Soltó un largo bostezo y sacudió la cabeza.
-Hazle caso al pelirrojo-dijo Egon desde atrás-o te quedarás dormido a mitad de camino.
La mirada enrojecida de Set se postró en el techo del auto y asintió.
-De acuerdo. Tú conduces, Jack, pero no se te vaya a ocurrir desviarte del camino porque te mataré-se quitó el cinturón de seguridad y Jack vaciló-hablo en serio, Sky.
-Yo también. Tranquilo.

Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora