Las rigurosas disputas y miradas desdeñosas entre Austin; Thomas y Gabriel y Egon eran tan notorias que no hacía falta abordar el tema para saber que continuaban furiosos.
Esa misma mañana, le informaron a Gabriel que el cuerpo de Caroline ya estaba listo para darle sepultura. Y ante la presión, él se desmayó en pleno pasillo y tuvieron que trasladarlo a la misma habitación de Egon, la cual solo los dividió una cortina.
-Pero, ¿Qué pasó?-preguntó Egon con incertidumbre.
-Se desmayó. Al parecer la señora Caroline ya puede ser sepultada-le contestó Beatrice con lágrimas en los ojos-y el señor Gabriel no lo soportó.
-Ay Dios-añadió con serenidad y miró directamente a su amigo a pesar de que las cortinas los atravesaba-el funeral de Caroline no se puede aplazar y tampoco puedo quedarme por más tiempo aquí sin buscar a mis hijos-y con determinación, se puso en pie y todo le dio vueltas. Beatrice corrió a auxiliarlo de inmediato-fabuloso. Aun tengo mareos.
-Lo mejor será que llame al médico.Y antes que de Egon pudiera impedirselo, la pelirroja ya había salido corriendo por el pasillo.
Consternado, observó un reloj muy viejo que descansaba sobre su cabeza y tuvo que torcer el cuello para darse cuenta que eran las diez de la mañana con veinte minutos.
Se dio de golpes en la frente con la palma de su mano y cerró los ojos con angustia. Él siempre había sido fuerte. Ningún golpe lo había tirado en cama por mucho tiempo y se enfadó consigo mismo de que gracias a la edad que tenía, todo era tan diferente.
No obstante, se obligó a levantarse a como diera lugar y todo a su alrededor le dio vueltas y sintió que iba a caer, por lo que se aferró a la cama y gruñó.
¿Con qué magnitud había sido el golpe que le habían propiciado en la cabeza? ¿Acaso con la fuerza de Hulk?
Molesto, volvió a recostarse y optó por cerrar un momento los ojos para tranquilizarse. Pero cuando volvió a abrirlos, notó que el sol estaba más radiante que nunca y volteó en dirección a Gabriel y lo halló en su cama sentado con la mirada ausente. Las cortinas estaban corridas hasta la pared.
Sintió un ligero dolor en el brazo izquierdo y notó que tenía dos agujas incrustadas en la piel que estaban conectadas a un cable que se deslizaba hacia arriba hasta alojarse en una bolsa de plástico que parecía ser suero.
Y casi pegó un grito cuando percibió la presencia del médico a unos pasos de distancia.
-No quería asustarlo, señor Landon-repuso el médico con solidaridad e hizo unas anotaciones en unas hojas-está muy débil, por lo visto y no puede intentar levantarse de nuevo de esta cama.
-¿Qué hay de la esposa de mi amigo?-susurró, echándole una mirada a Gabriel.
El médico esbozó una triste sonrisa.
-La señora McCall no se irá a ninguna parte. Nosotros vamos a hacernos cargo de ella y cuando estén dispuestos, podrán sepultarla como es debido.
-¿Está diciendo que la van a tener aquí en el hospital, el tiempo que sea necesario?
-Exacto.A Egon le horrorizó esa idea pero no añadió nada.
-Por cierto-agregó el médico luego de una pausa-en media hora un oficial de policía vendrá a verlo. Dice que habían quedado para hablar acerca del incidente.
Egon volteó a verlo con fiereza.
-Nunca quedé con nadie.
-Dice que tiene que preguntarle ciertas cosas y que había un retrado hablado de por medio.
-No lo deje pasar. Estoy muy cansado como para recordar la famosa escena del día anterior-fingió estar asustado y médico interpretó su actuación como genuina y apretó los labios.
-No se preocupe. Voy a ordenar que nadie los moleste en todo el resto del día-se acomodó la bata blanca y miró con desdén a Gabriel-más tarde volveré a darles un chequeo general. Pase buen día, señor Landon.Lo observó abandonar la habitación y obligó a su mente a poner en pie su cuerpo. A pesar de tener el suero conectado a su brazo, arrastró el tubo metálico y caminó titubeante hacia la cama de su amigo.
Le molestó darse cuenta que lo habían desnudado y le habían colocado la típica bata celeste sin nada de ropa interior debajo. Se sentía más desnudo que nunca.
Y notó que Gabriel estaba en las mismas condiciones, solo que él tenía más agujas conectados a sus brazos.
-¿Te sientes bien?-le preguntó con cautela. No quiso acercarse más y se mantuvo alejado de él a una distancia apropiada.
-Me siento bien físicamente pero sentimentalmente estoy hecho mierda-contestó Gabriel sin mirarlo. Sus ojos estaban fijos a la pared.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...