-Siento mucho frío, mamá. ¿Podemos volver ya al auto?
Asintiendo, Keren tomó en brazos a su hija y le dio un tierno beso en la mejilla.
Y tras pensárselo unos segundos, le dijo:
-Dile adiós a tu papá.
-¿Papá?-inquirió Lucy con perplejidad y volvió el rostro hacia el coche, donde Hunter hablaba tranquilamente con Adam y Beatrice.Todos se hallaban en la capilla que habían construido en el sitio donde alguna vez estuvo la casa de los Rex Calvin, luego de ser demolida.
-Algún día vas a comprender todo esto y cuando sea el momento, espero no me juzguez, ¿de acuerdo, cariño?
-¿De qué hablas, mami?
-Nada, mi amor. Nada. Despidete de tus familiares-le ordenó y la acercó hacia las urnas de madera que estaban sobre el altar.
Habían tres y de solo leer los nombres, a Keren le causaba escalofríos y un estremecimiento repentino.
"LOURDES CALVIN"
"TRENTON REX"
"SET LUTHER REX CALVIN"-Adiós a los tres-le oyó decir a su hija con cariño.
-Ahora ve con tu papá. En un minuto los alcanzo.La liberó de sus brazos y Lucy echó a correr hacia el auto, donde todos postraron su atención al verla llegar corriendo.
Beatrice había decidido darle su propio espacio para desahogarse apropiadamente como cada año y en ese momento no fue la excepción.Keren se arrodilló en las almohadillas de la capilla y juntó sus palmas en posición de oración. Cerró los ojos y respiró hondo antes de derrumbarse.
Habían pasado ya seis años de la muerte de Set y ella aún no lo superaba. Continuaba pensando en él, recordando los bellos y únicos momentos que pasó a su lado. Lo anhelaba. Tenía la esperanza de que todo fuese una pesadilla, una maldita prueba del destino.
Entonces, un aire helado se coló al interior de la capilla y la hizo estremecerse.
-¿Acaso el crudo invierno está probando de qué está hecho mi corazón y cuanto más podré soportar?-susurró.Ella no se arrepentía de haber vuelto a rehacer su vida, puesto que Liam, el bebé que tuvo con Hunter, era su tesoro, al igual que Lucy, quién fue una gran bendición luego de que Set se fuera.
Recargó su barbilla en la punta de sus dedos y resopló.
-Hasta pronto, amor mío. Algún día nos volveremos a ver-dijo con firmeza y se puso de pie con una sonrisa, alejando las lágrimas.
-Keren.
Ella volvió el rostro hacia un costado y se limpió rápidamente la cara.
-¿Sí, Beth?
La pelirroja apretó los labios y apretujó una hoja entre sus manos.
-Esto...-dijo Beatrice, titubeando-mira, acordé con Adam jamás darte esto-agitó la hoja de papel frente al rostro de Keren-pero creo que es necesario que leas esto. Te pertenece. Tú sabrás si conservarla o tirarla.
-¿Qué es?-preguntó, cohibida. Beth sonrió y se la entregó.
-Un sobre con una nota que encontré entre las cosas de mi hermano hace seis años, cuando traje sus cenizas a la casa.Con las manos temblorosas, abrió el sobre y desdobló la nota y le regaló una leve sonrisa a Beth cuando esta se alejó unos pasos para darle privacidad.
Keren sintió nuevamente aquel aceleramiento de su corazón, que tanto echaba de menos, y tuvo la extraña sensación como si Set se encontrase justamente ahí, con ella.
Abrió la hoja y comenzó a leer las líneas plasmadas en el papel. Al instante, se percató que no era solamente esa hoja, sino varias, y escritas con diferente bolígrafo.》Peitz Keren. Keren Peitz. Su nombre es incluso igual de exótico que ella. ¿Puede alguien ser tan interesante como lo es ella? Es decir, ¡Vaya mujer! Aunque es una maldita lástima que piense más en los demás que ella misma. ¿Acaso no se da cuenta que es más valiosa que todo el mundo entero?
Creo que el sueño me está afectando. ¿De cuándo aquí escribo acerca de una chica? Debo ser un imbécil.《Keren sonrió. Aquella primera nota seguramente lo había escrito en los primeros días de conocerla. Así que continuó leyendo.
》Estoy loco. Literalmente me he vuelto loco. Solamente cierro los ojos y la veo. Veo a Keren. Estoy pensando seriamente en ir al psicólogo.《
Casi involuntariamente, ella soltó una risotada y segundos después, se descubrió a sí misma llorando silenciosamente, mojando las hojas.
Había alrededor de tres escritos más donde simplemente hablaba de sus pensamientos con referencia a ella, dando a entender su inquietud.
Cuando llegó a la última nota, se percató que era un poco larga y estaba escrita en tinta roja y parecía que hubiese hecho de manera rápida y descomunal.
-¿Ya casi, amor?-le preguntó Hunter, acercándose un poco con Liam en sus brazos.
-Un segundo-le dijo, sin despegar los ojos de aquella hoja》Para el Amor de mi vida...
Es curiosa la manera en la que me siento al escribirte esta carta, que seguramente nunca llegará a tus manos y tampoco leerás y es por eso que me he tomado la molestia de plasmar estas palabras, sabiendo que solamente yo tendré la desafortunada dicha de saber de su existencia.
Estos días que tuve que quedarme a arreglar algunos asuntos luego de mi secuestro absurdo, llegué a la conclusión de que mi vida no tendría ningún... ¡Suena cursi! Pero no tendría sentido sin tu presencia a mi lado, por lo que pienso pedirte matrimonio en cuanto nos veamos de nuevo. ¿me aceptarás? ¿me rechazarás? Quién sabe... pero lo que si sé, es que aparte de tenerte grabada en mi corazón, te quiero tener grabada en mi piel...《Y ahí terminaba la última nota.
Y para ese momento, Keren apenas podía respirar a causa del llanto.
Volteó a ver la urna de Set y la fotografía que adornaba el altar donde él estaba sonriendo como si aún continuara con vida. Tenía los ojos llenos de vida y transmitía su alegría de ese instante.
Aquella fotografía, según Beatrice, fue sacada un mes antes de que Keren se fuera de intercambio y lo conociera.
-¿Podrás esperarme, Set?-le preguntó-¿podrás esperar por mí el tiempo necesario para volvernos a encontrar?
-Estoy seguro que espera ansioso por ti-contestó Hunter a su pregunta.Keren apretó los labios y lo miró un poco avergonzada. Estrujó las hojas y las guardó en su bolso antes de sonreirle a su esposo.
-Lamento que escucharas eso-dijo.
-¿Por qué?-quiso saber Hunter, extendiendo una de sus manos, la que tenía completa a decir verdad. Liam estaba demasiado entretenido jugando un muñeco de acción que le era indiferente la plática de sus padres.
-Porque sé que, aunque no me lo digas, detestas que piense en Set.Hunter le regaló una sonrisa conciliadora.
-Al principio me molestaba-confesó y le dio un apretón de manos a Keren-pero comprendí que jamás voy a poder borrar la historia que compartieron juntos y me doy por satisfecho saber que te tengo a mi lado y él no tiene por qué preocuparse, ya que siempre te cuidaré. Estoy haciendo algo que Set hubiera querido continuar haciendo: Cuidarte y protegerte. A ti y a Lucy.A ella se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas y sin pensarlo, abrazó a Hunter y besó a Liam en la mejilla.
-Gracias-agradeció. Y sin más, besó a su esposo en los labios.
Y no había pasado ni un segundo, cuando un aire repentino se coló a la capilla y apagó las velas repentinamente. Y por consiguiente, el retrato de Set se volcó sobre el altar.
-Lo siento, Set-añadió ella, estremecida-tengo que continuar con mi vida mientras transcurra el tiempo y llegue la hora de volvernos a encontrar.El aire se tornó suave y tranquilo, como si Set hubiese comprendido aquellas palabras.
-La cuidaré por ti, Set. Hasta luego-murmuró Hunter, sonriendo y tirando de la mano de Keren.
En ese momento, entró corriendo Lucy y se agarró de la mano de su mamá.Keren la cogió en brazos y junto con Hunter, volvieron el rostro hacia el altar.
Sorprendidos, observaron como tanto las velas y la fotografía de Set estaban intactas.
Las velas encendidas y el retrato bien colocado, dejando a relucir la hermosa sonrisa de aquel chico rubio al que alguna vez amo más que a su vida.Ambos, tomados de las manos, cerraron la puerta para continuar con sus vidas.
Keren siendo consciente que, a pesar de que Set ya no estaba, él seguiría estando en su mente y en su corazón para siempre.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...