Nueva York, 12:00 am.
Adam abrió los ojos bruscamente tras escuchar un extraño golpecito en la ventana. En su ventana del segundo piso. Se levantó rápidamente y se deslizó hacia el borde de la ventana y entornó los ojos al ver el rostro de su padre casi estampado al cristal. Estaba a punto de abrir la ventana pero Egon negó la cabeza.
-Te espero abajo—le dijo en un susurro lo suficientemente alto para que le entendiera a través del cristal—despierta a Keren.
Adam asintió y corrió a ponerse la chaqueta y a calzarse los tenis en medio de la oscuridad.
Salió de puntillas de su pieza y se dirigió sigilosamente a la de su hermana. Abrió lentamente y asomó su cabeza al interior. Divisó a Beatrice profundamente dormida en la cama de su hermana y a su hermana en el colchón sobre el suelo. Irritado, rodó los ojos y se puso de cuclillas frente a ella.
-Cariño, despierta. Tienes que ver algo—murmuró suavemente y ella estiró la mano para acariciarle el cabello entre sueños—vamos, levántate, princesa. Es muy importante.
Sin embargo, Keren no despertó y él se impacientó. No quería que su padre se fuera sin antes verla.
-¿Qué estás haciendo aquí? Fuera—le oyó decir a Beatrice, quien lo miraba a través de la oscuridad y él gruñó. Volvió el rostro para verla pero solo vio una pequeña silueta entrecortada.
-Mira panterita—siseó, tratando de no perder la cabeza—esto no es asunto tuyo. Así que cierra la boca.
Y al ver que replicó, se las ingenió para sacar a su hermana de las sábanas y la cargó en sus brazos.
-¿A dónde la llevas?—Beatrice se levantó, horrorizada.
-Es mi hermana y jamás le haría daño. Así que deja de hacer preguntas y vuelve a la cama.
-Hablar con tus tíos, ahora—lo amenazó, y trató de correr a la puerta antes que él.
Adam, perdiendo la paciencia, volvió a recostar a su hermana en el colchón con sumo cuidado de no despertarla en ese momento, y se encargó de agarrar a Beatrice con rudeza. Le tapó la boca y le sujetó los brazos con una sola mano. La arrastró a su habitación y cerca de soltarla, la estampó de nuevo a la pared como cuando se conocieron pero esta vez no tenía deseos de soltarla, sino de quebrarle su frágil cuello.
-Beatrice, Beatrice—susurró, iracundo y con los ojos ardiendo en llamas—esta es mi casa. Es mi familia, es mi hermana y son mis tíos. Por lo tanto, son mis putas reglas y el que manda aquí soy yo; y si no puedes lidiar con ello, te aconsejo que te largues.
Entonces ella le mordió la mano y él gruñó. Apretó los puños y reaccionó sin pensar. El puñetazo estaba dirigido directamente a la femenina cara de Beatrice pero se incrustó en la pared, haciendo añicos parte de la estructura.
La respiración de Adam estaba agitada y estaba haciendo todo lo posible para no masacrarla a golpes. Nunca había golpeado a una chica y no deseaba que esa noche fuera su primera vez.
-No te metas conmigo—le susurró al oído y ella se encogió—no me conoces y no querrás conocerme jamás. Así que sé buena chica y vuelve a la cama, ahora.
Y era tanto el miedo que ella sintió, que comenzó a temblar y asintió mecánicamente cuando él la dejó ir.
Dio traspiés al entrar a la habitación de Keren y él fue por su hermana. La cargó de nuevo en sus brazos con una sábana encima, pero no se fue de ahí sin antes enviarle una mirada asesina a la pequeña pantera que aferraba una almohada en su pecho con fuerza.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...