Egon se quedó inmóvil, mirándola por encima del hombro. En rostro no había expresión alguna. No había ira, desasosiego, locura ni rabia. Había adoptado su famosa máscara de piedra, la cual era su especialidad para no darle acceso a las personas a descifrar lo que pensaba en ese momento y Keren apretó los labios, desconcertada. Jamás pensó que su padre tuviera aquella expresión neutra y siniestra.
-Defineme el significado del amor y después el de amar-le ordenó él al cabo de un minuto sin inmutarse.
Ella sentía sus oscuros ojos taladrandola con fervor, en espera de su respuesta.
-El amor es algo que surge espontáneamente de lo más profundo de una persona estando con otra-contestó con firmeza-y amar es cuando dejas fluir el amor que llevas dentro hacia esa persona especial en diferentes maneras, las cuales pueden ser por medio de un beso, una caricia, un abrazo o simplemente con una palabra cariñosa.
-¿Y crees amar a Set?-preguntó Egon con sarcasmo. En su voz no había ninguna piedad y Keren parpadeó.
-Sí.
-Quizás tu lo ames-sentenció, adoptando una expresión amenazante-pero él a ti no te ama. Él no cumple con ninguna descripción de tus definiciones. Si él te amara de vuelta, en vez de querer partirte la tráquea en dos, te hubiera besado, acariciado y amado en la cama; pero no. Decidió odiarte y tú decidiste amarle-espetó, furioso-¿y sabes qué decidí yo en este momento con respecto a él?-ella negó con la cabeza, a punto de llorar-matarlo.
-Papá, por favor...-murmuró, dejando fluir las lágrimas por sus mejillas. A él se le estrujó el corazón pero se mantuvo fuerte-ya le he dado su merecido. Ya lo castigué por lo que me hizo y no necesitas matarlo.
-¿Qué clase de castigo le diste?-alzó las cejas, interesado.
Nerviosa, se sentó en la camilla con ayuda de su padre y miró a la nada.
Segundos después una leve sonrisa asomó a sus labios entre lágrimas y miró a su padre a los ojos.
-Le escribí en la espalda algunas verdades suyas-contestó, orgullosa y Egon la miró con cara de perplejidad-pero utilicé su espalda como una hoja y una aguja como lápiz. Y Adam me ayudó a echarle una botella de alcohol sobre las heridas. Créeme; Set quería morirse y ahora mismo está en alguna habitación de aquí porque le duele mucho.
-Vaya-dijo su padre, pensativo-muy sádico de tu parte, cariño. Pero no es suficiente.
-¡Irá a prisión!-gritó, buscando más opciones para que Set continuara con vida y su padre no lo matara-él mató a una enfermera hace unas horas y en cuanto se recupere será trasladado a prisión.
-Preciosa, él escapará tarde o temprano-masculló con asco-todos lo hacemos. No somos imbéciles como para quedarnos pudriendonos ahí. Y la única manera de terminar esto de una vez por todas es matandolo. Y tengo una razón poderosa para hacerlo: Tú.
-Si me amas, por favor, no lo hagas. No lo mates-le suplicó.
-Estás tratando de razonar con una persona que es incapaz de perdonar a alguien que le hizo daño-contraatacó Egon con demencia-ver esas malditas marcas en tu delicado cuello me pone más furioso y por tu bien; hija, no trates de detenerme.
Y dicho eso, Egon abandonó la habitación de Keren con brusquedad, dejándola sola y llena de impotencia.Egon salió echando chispas de ahí. Tanto Austin; Thomas y Adam no se atrevieron a hablarle. Lo dejaron en paz y decidieron entrar a ver a Keren.
Beatrice, por su parte, se hallaba rezagada muy lejos de ellos, mirándolos de reojo o disimulando ver sus pies. Egon imaginó su táctica y llamó a su hijo.
-Voy a ver a Trenton-le explicó a Adam-llévate a la pelirroja lejos de aquí, ¿okey? Porque después de hablar con él, mataré a ese bastardo, ¿cómo es que se llama?
-Set-contestó Adam, asintiendo.
-Bien. Llevatela lejos del hospital. Distraela, llevala a caminar y no vuelvan hasta el amanecer.
-¿Qué planeas hacer, padre?-lo miró con desdén.
-Si voy a matar a ese imbécil, será a mi manera. Si hay quiénes se opongan a mis planes, también morirán. Así que llévate a Beatrice porque ella será la primera que trataré de oponerse y no quiero matarla-siseó.
-Ok. La llevaré lejos de aquí-repitió.
Egon le palmeó la espalda y lo agarró del cuello, acercando su frente con la suya.
-Perdóname por lo que pasó en el aeropuerto-susurró con los ojos cerrados-a veces me es difícil controlarme, hijo.
Aquella disculpa tomó por sorpresa a Adam y se estremeció.
-No tienes que perdime perdón, papá. Sé que te cuesta controlarte pero debes hacer el intento-se animó a pasarle el brazo por encima del hombro.
-Te quiero tanto, hijo. Cuidate mucho-le besó la frente-nos vemos en unas horas.
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Darker Beauty. Libro 2 (TERMINADA)
Mystery / ThrillerHa pasado 20 años desde la última vez que Egon Peitz, el peor asesino serial del mundo vio a sus hijos, un par de gemelos preciosos que procreó con su amor de toda la vida; Shelby Cash, quién fue asesinada frente a sus ojos. Ha pasado tanto tiempo...